Midnight Rain

Capítulo 13

Narra Lesath.

Madame Pomfrey insistió en que Potter y y nos quedáramos el fin de semana.
Ninguno de los dos se quejó, además no quería ver a Malfoy, por cierto Potter no le permitió a Pomfrey que tirara los restos de la Nimbus 2.000, recuerdo que le hice una broma al respecto.
"-¿Qué? ¿Piensas que la podrás armar, Potter?- dije burlesca.
     -Puede ser...- dijo apenado cabizbajo.
     Estallé a carcajadas."
La gente lo visitaba sin parar, todos con la intención de infundirle ánimos.
Hipócritas. A mí me miraban con miedo, lo normal. Hagrid nos había enviado flores llenas de tijeretas, los cuales parecían coles amarillas y se lo comenté a Harry, el chico estaba muerto de risa. Ginny Weasley, apareció con una tarjeta de saludo que ella misma había hecho para Harry de que contaba con voz estridente salvo cuando se cerraba y se metía debajo del frutero.
Admito que me burlé, fue tan cursi, pero bonito, se notaba que la menor de los Weasley estaba enamorada de Harry.
El domingo el equipo de Gryffindor había madrugado, esta vez Oliver Wood, venía con ellos, y le aseguraba a Harry con voz ultratumba que no lo culpaba en absoluto.
Pero una voz en mi cabeza me dijo: "Se siente decepcionado de que Harry, se dejará arrollar por los dementores." Me reí, parecía loca, nadie había dicho algo gracioso, así que solo pude decir "Lo siento."
Mis chicos también habían venido a excepción del rubio, de nuevo.
Estuvieron toda la tarde, platicamos todos, como si no hubiera rivalidad con los de Gryffindor.
Omití lo que traían, Tom llegó con mi zorrito en brazos, quien al verme me movió la colita feliz. Mattheo y Blaise trajeron comida. Reggie me había traído un libro y Pansy llegó dándome una nota disimuladamente.
Era un dibujo de una carita triste.
"Lo siento, Les." Y firmaba "D.M"
*¡UNA NOTA! ¡QUE VENGA Y TE PIDA PERDÓN DE FRENTE!*
Estaba molesta, arrugue la nota y la aventé al cesto de la basura.
Pansy solo negó la cabeza.
Al final, volvimos a quedarnos solo con Ron, Hermione y Pansy.
Harry en total confianza, nos contó que había visto al Grim en dos ocasiones, en el autobús nocturno, en las gradas y en... el partido de Quidditch.
Cada que lo veía, se acercaba la muerte.
Debo admitir que fue lindo que lo contara con Pansy y yo presentes, aquello era un avance.
Fue un alivio regresar el lunes al bullicio del colegio, yo debía soportar las miradas que todos me hacían y Potter debía soportar las burlas de Malfoy, él quien por alguna extraña razón tenía un moretón en el pómulo derecho y ya no traía la venda puesta.
El rubio intentó acercarse a mí antes de iniciar la clase de pociones, pero lo esquivé yéndome a sentar con el trío de oro. Malfoy se la pasó imitando en toda la clase la clase a los dementores. Llegó un momento que Ron ya no pudo soportarlo más y le arrojó un corazón de cocodrilo grande y viscoso. Le dio en la cara y consiguió que Snape le bajara cincuenta puntos a Gryffindor.
Y dirán "Lesath, porque no dices que él era uno de los dementores." y admitir que yo también ayude, no gracias.
Íbamos camino a la clase de Defensa Contra Las Artes Oscuras, venía con Regulus quien entrelazó nuestras manos.
-¿Por qué Malfoy tiene el pómulo morado?- pregunté.
Todos se callaron y Mattheo empezó a silbar.
  •Ahí, está el culpable.•
-Eso responde a mi pregunta.-
Entramos al aula y el profesor Lupin había vuelto.
-¡Ay Dios! Sí, que bueno que él volvió, chicos adoro al tío Snape, pero es comporta horrible.- dijo Mattheo tomando asiento.
Mi vista se dirigió a cierto rubio que movía sus ojos hacia a mí y las manos juntas de Reg y yo.
La clase inició y noté el aspecto de Lupin, traía ojeras y se veía muy mal, pobre.
Todos comenzaron a quejarse sobre el comportamiento de Snape durante la "enfermedad" de Lupin.
-No es justo. Solo estaba haciendo una sustitución. ¿Por qué tenía que mandarnos trabajo?- dijo Dean Thomas.
-No sabemos nada sobre los hombres lobos.- añadió Pansy cruzando los brazos.
-¡Dos pergaminos!- dramatizaron Mattheo y Ron.
-¿Le dijeron al profesor Snape que todavía no llegábamos ahí?- preguntó Lupin, frunciendo el entrecejo un poco.
-Sí, pero dijo que íbamos muy retrasados...- contestó Hermione.
-no nos escuchó...- protestó Parvati.
-¡Dos pergaminos!- siguieron Mattheo y Ron con dramática propuesta.
-¿Ustedes que hicieron?- nos señaló Lupin a mi grupo y a mí.
-No llevarle la contraria, para evitar consecuencias.- dijo Tom.
El profesor Lupin sonrió ante la indignación que se dibujaba en todas las caras.
-No se preocupen. Hablaré con el profesor Snape. No tendrán que hacer el trabajo.-
-¡Oh no! ¡Yo ya lo había terminado!-
-¡No! ¡Lo termine ayer!-
-¡No me diga eso! ¡Lo termine el mismo día!-
Exclamamos Hermione, Tom y yo, decepcionados.
Tuvimos una clase agradable. El profesor Lupin había llevado una caja de cristal que contenía un hinkpunk, una criatura pequeña de una sola pata que parecía hecha de humo, enclenque y aparentaba ser inofensiva.
Al sonar el timbre, todos nos dispusimos a recoger nuestras cosas, pero escuché que Lupin detenía a Potter.
-Vente, chismosa.- me dijo Regulus tomando mi mano sacándome del aula.