Capítulo 29

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Narra Lesath.

Había escuchado absolutamente todo lo que Draco y los demás me tenían que contar mientras yo estaba vistiéndome con ayuda de Pansy.
-Eso es una mierda.- fue lo primero que dije después de escucharlos.
-Shhh, no digas eso, sí mis padres te escuchan...-
-¿Qué me harán eh?- pregunté molesta abriendo la cortina de golpe de donde me estaba cambiando sobresaltando a los presentes. -Soy intocable, no pueden hacerme nada Draco.-
El chico no decía nada solo me miraba de arriba a abajo, parecía que me estaba comiendo con la mirada.
En parte lo entendía, llevaba un vestido de terciopelo negro, algo ajustado y tenía la parte de la espalda abierta.
-¿Te comió la lengua el gato, Malfoy?- dijeron mis hermanos al unísono riéndose.
El rubio tragó saliva y los volteó a ver mal.
-¿Nos pueden dejar solos?-
Todos asintieron y antes de salir Mattheo le susurró algo y salió riéndose.
-¡Idiota, no haremos nada!- y Draco cerró la puerta de la habitación.
El chico volteó a mirarme sin decir nada.
-Sabes mis ojos están acá arriba, no en mis piernas.- dije cruzándome de brazos.
El negó divertido.
-Lo siento amor, es que es inevitable. Te ves jodidamente sexy y hermosa con ese vestido.- dijo acercándose a mí, provocando que me sonrojara por su comentario.
-Solo dices eso para mantenerme contenta, pero no se me olvida lo que pasará en unas horas más.-
-No intentó que lo olvides.- dijo poniendo una de sus manos en mi mentón y la otra en mi cadera.
-¿Entonces?-
-Solo intento protegerte, te dijimos esto para que en ningún momento te separes de mí, eres blanco fácil junto con tus hermanos Lesi.-
-Tú también lo eres Draco.-
-Puede que lo sea, pero no tanto cómo tú. Eres su hija y tendrás los ojos de todos sobre ti después de esto.- y solté un suspiro pesado.
-¿Qué pasa?- preguntó el rubio.
-Aveces detesto ser su hija...- dije mirando a otro lado. -Hay momentos donde lo disfruto, el terror y el respeto es algo que me gusta causar, pero creen que por él simplemente hecho de ser su hija seré igual a él, que me voy a querer apoderar de todo el mundo mágico, y aunque no suena una mala idea, no quiero hacerlo porque yo no soy mi padre.-
-Y jamás serás como tu padre, Lesath.-
-¿Sabes cuál es la razón para que yo me quiera convertir en el temor del mundo mágico?- le pregunté y él me miró como haciéndome continuar. -Que algo les llegue a ocurrir a ti, mis hermanos o Pansy, son lo más importante que tengo y si los perdiera me volvería completamente loca, querría venganza.- dije mirándolo fijamente y el rubio hizo algo que no espere que hiciera, me besó...
Fue un beso apasionado, su mano que estaba en mi mentón bajo al cuello apretándolo un poco, él fue el primero que se separó.
-Y es por eso y más cosas que te amo Lesath, harías lo que fuera por mí, así como yo lo haría por ti. La única diferencia es que si tú desapareces o mueres, no solo me convertiría en el próximo señor oscuro y dominaría el mundo mágico, buscaría la forma de regresarte a mi lado y poder ser felices juntos, porque sé que tú y yo debemos de...-
-terminar está vida juntos...- y lo bese como hace unos momentos él me había besado a mí.
Un beso apasionado y al mismo tiempo desesperado, como si nos necesitáramos el uno al otro.
El rubio bajo la mano que tenía en mi cadera y la puso en mi trasero dándole un apretón, haciéndome soltar un suspiro lo cual parece que le gusto porque me pego más a él. Empezamos a caminar hasta que mi espalda chocó contra la pared, estaba por subir mis piernas a su cadera, pero la puerta sonó.
-Creí que no harían nada.- dijo Mattheo del otro lado de la puerta.
-¿Qué quieres?- respondió Draco con la voz agitada.
-Será mejor que salgan ahora mismo, tu padre quiere irse ya.-
Draco soltó un gruñido y recargó su cabeza en la pared, mientras yo soltaba una risita.
-Ahorita salimos.- respondió el rubio.
-¡Los estaremos esperando justo aquí!- grito Blaise y el rubio comenzó a darse pequeños golpes en la pared.
-Vale, cálmate.- le dije riendo mientras lo tomaba de la cara.
-Les, nos interrumpieron.-
-Lo sé cariño, pero luego pasará, hoy debemos ver el partido de quidditch.-
-A la mierda el Quidditch, yo solo quiero estar aquí contigo.- dijo abrazándome a lo que yo me reí.
-¡Draco te dije que salieran, tú madre quiere subir a buscarlos!-
-¡No!- grito mi novio alejándose de mi. -Dile que ya vamos, que el cierre de Lesath se había atorado.-
-¿Por qué me culpas a mí?- dije con el ceño fruncido.
-Prácticamente es tu culpa por ponerte ese vestido.- dijo acomodándose el cabello mientras se veía en el espejo y yo lo miraba con indignación.
-También es mi culpa por no calmar mis hormonas. Ahora déjame acomodarte el vestido y el cabello.- dijo acercándose a mí y bajando el borde de mi vestido hacia donde debía de estar.
Su tacto me ponía sumamente nerviosa, especialmente porque lo bajaba lentamente.
El chico puso sus manos en mi cabello acomodándolo para después acercarse a mi cuello y depositar ahí un beso.
-¡Draco!- dije riendo.
-¡Chicos!-
-¡YA VAMOS!- gritamos molestos Draco y yo.

Midnight Rain Donde viven las historias. Descúbrelo ahora