Sherman et Penny

Chapitre 20

Las lágrimas cargadas de soledad, caían lentamente dentro de las tazas de té, y en cada una de ellas, estaba el deseo de que Sherman regresara a su lado.

De que Allen regresara.

De que el señor Peabody regresara.

De que todo volviera a ser tan hermoso como antes.

Como cuando eran niños.

Entonces, tocaron la puerta.

Penny, alzó la mirada extrañada, se limpió una lágrima que corría por su mejilla y avanzó hasta la puerta, en donde se seguían oyendo los golpes.

Cuando abrió, Sherman estaba ahí parado sin decir nada, sólo veía en su cara lo nervioso que estaba.

-No quiero pasar otro minuto sin ti. –dijo sin pensarlo, tan rápido como el latido del corazón de Penny. –Y no me importa si tienes un hijo tan sexy como yo.

Penny soltó una risita, se acomodó un mechón de pelo y lo miró fijamente a sus ojos marrones. Sherman hizo lo mismo, olvidándose del frío que sentía en su cuerpo.

Estaba a punto de darle hipotermia.

-Penny, quiero estar contigo. –y entonces la abrazó, apretándola a su firme pecho. Se sentía tan cómoda en sus fríos brazos, su olor la embriagaba y se dejó llevar por su fría presencia.

-¿Y Sherman 2? –preguntó ella tratando de apartarse de él, aunque él no la dejó de abrazar.

No dejaría que se fuera otra vez.

-Siempre soñé con una familia contigo. Y no se me ocurre una mejor opción que esta. –le dijo Sherman tomándole el rostro con ternura.

Y fue cuando Penny recordó que Sherman estaba solo, no se imaginaba el dolor que sintió cuando toda su familia se fue, y no tenía a nadie con quien estar.

¿Qué se sentirá que todo lo que tienes se vaya en un instante?

Al menos, Penny tenía al Sherman pequeño, quien era idéntico a Allen. Y su recuerdo no le dañaba.

Cuando Penny se enteró de la muerte de Allen, ya había terminado la cesárea, y no pudo decir otra cosa más que "Sherman".

Y lo repitió tantas veces que las enfermeras pensaron que así se llamaría el bebé.

-¿Aún no te convenzo? –preguntó burlón Sherman, sacándola de sus pensamientos –Yo cocinaré y le cambiaré los pañales, tocaré el piano para que se duerma y me levantaré en la noche para arrullarlo.

-Con que estés a mi lado basta, Sherman. –reconoció Penny con una sonrisa.

Sherman la besó, con amor. Ya no sentía sólo una simple atracción hacia ella, sentía algo más, algo profundo.

Sí, la besó con amor.

Y por una vez más, pudieron recordar a detalle como el amor fluía entre ellos dos.

A Sherman no le importó tomar el té frío con lágrimas de Penny, ¿otra forma de decir que no le importaba hacerse cargo del hijo que no era suyo? Tal vez.

Mientras Penny acomodaba la cama (en donde dormirían juntos, que antes era donde dormía con Allen,) Sherman estaba viendo a Sherman 2 fijamente, como si esperara a que en algún momento despertara para poder cargarlo una vez más.

Penny quiso imaginar como hubiera sido ver a Allen cargar a su hijo. Y no pudo.

Tampoco pudo imaginarse a más niños corriendo por la casa felices, tal y como Allen le había prometido.

-Oh, Herz, puedes quedarte con nosotros y te ayudaremos a cuidar el bebé. –le consoló la madre de Allen, Penny y el bebé lloraban juntos por la pérdida de Allen (por parte del bebé, tal vez era hambre).

-Oh, no Fraud, no podría. Sólo sería una carga para usted. No podría. –dijo difícilmente Penny, entre respingos y lloriqueos.

-¡Para nada, Herz! Eres un encanto y...

-¡Déjala ya! –respondió el padre de Allen desde la cocina de la casa. –Ella puede arreglárselas sola.

-¡No seas tan duro, Stuart! –Le reprendió su esposa -¡Ella también perdió a nuestro hijo!

Al parecer la palabra "hijo" le hizo bastante daño al duro corazón de Stuart, que aceptó ayudarle un poco a su yerna con ciertos aspectos del idioma alemán.

Porque Penny no sabía muy bien en donde comprar los recursos del bebé.

Patty y Peter la visitaban de vez en cuando por el trabajo, su mamá adoraba al bebé y nunca perdía la ocasión de decir que se parecía más a Sherman que a Allen.

Y tal vez era verdad, ¿pero cómo? Jamás tuvo algo extravagante con Sherman, ahora la pregunta de si eran o no hermanos la atacó otra vez.

Dejó de pensar en eso y siguió viendo a Sherman con Sherman jr.

Juntos, como familia.

Se imaginaba todos los momentos que pasarían juntos, todas las cosas que aprenderían, todo lo que estaba a punto de pasar...

...cosas que no iban a pasar...

Penny respiró con dificultad.

Nadie tocó la puerta.