Despertares

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ONRYŌ

Autora: Clusmykitty

Fandom: Kimetsu No Yaiba/Omegaverse

Pareja: Uzuren.

Derechos: a que el senpai se dé cuenta de mí.

Advertencias: esto es un AU de mafia, por lo que habrá cosillas desagradables, algo grotescas, incómodas porque estos mundillos no son jardines de rosas perfumadas. Y como es un Omegaverse las cosas se ponen de color hormiga. Que no les digan que no les cuenten porque les mienten. Una historia de encargo.

Gracias por leerme.


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Despertares.


"El duelo no te cambia, te revela."

John Green.

"Uno no puede ir por la vida sin dolor. Lo que podemos hacer es elegir el dolor que la vida nos presenta."

Bernie S. Siegel.

"La única cura para el dolor es la acción."

George Henry Lewes.



Mansión Rengoku

Clan de la Llama.

Era sumamente probable que en la historia de los Hashiras Cazadores de Demonios solo hubiera un par de historias donde uno de ellos estuvo en los dominios del otro y seguramente por razones que involucraban el bienestar de todos. Tengen inspeccionó aquella mansión a la que fue invitado bajo la atónita mirada del Clan de la Llama, en buena medida para distraerse de las docenas de miradas inquisitivas, recelosas, confundidas de la gente de Kyojuro, por otro lado era para no pensar mucho en el hecho de que estaba pisando el territorio de un Alfa que ya previamente había ocasionado ciertos cambios en él, por lo que no era muy prudente de su parte irse a meter a la boca del lobo. Pero ahí estaba, porque ya no podía más con la incertidumbre debido al peligro que se cernía sobre la pequeña familia Rengoku.

—¿Qué te parece? ¿Una mansión vieja?

—Había escuchado que fue construida durante el período de los Shogunes.

—Así es —sonrió Kyojuro, curiosamente alegre por su visita— No ha tenido cambios importantes desde entonces. Estás viéndola tal como fue creada.

—Es un honor entonces, pisar este santuario.

—Oh, por favor, solo es un viejo castillo.

—¡TENGEN! ¡TENGEN! —Senjuro apareció corriendo casi a punto de caerse de las escaleras por las que bajó muy emocionado— ¡ESTÁS AQUÍ! ¡DE VERDAD QUE ESTÁS AQUÍ!

Estuvo seguro de que semejante conducta no era propia del hermano y heredero de los Rengoku, pero ni su hermano mayor ni él dijeron nada, permitiendo que el cachorro se estampara contra él, apretándolo con fuerza entre brinquitos de alegría. Tengen sonrió conmovido más de lo que le hubiera gustado aceptar, su naturaleza también daba brincos de alegría por el pequeño refugiado entre sus brazos, su cachorro gritaba esa vocecilla. Despeinó a Senjuro, tomando su mentón para que le mirara.

OnryōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora