Salvaje

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ONRYŌ

Autora: Clusmykitty

Fandom: Kimetsu No Yaiba/Omegaverse

Pareja: Uzuren.

Derechos: a que el senpai se dé cuenta de mí.

Advertencias: esto es un AU de mafia, por lo que habrá cosillas desagradables, algo grotescas, incómodas porque estos mundillos no son jardines de rosas perfumadas. Y como es un Omegaverse las cosas se ponen de color hormiga. Que no les digan que no les cuenten porque les mienten. Una historia de encargo.

Gracias por leerme.


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Salvaje.


"No pretendas que las cosas ocurran como tú quieres. Desea, más bien, que se produzcan tal como se producen, y serás feliz."

Epicteto de Frigia.

"Lo mucho se vuelve poco con sólo desear otro poco más."

Francisco de Quevedo.

"El deseo vence al miedo."

Mateo Alemán.


Territorio Rengoku

Clan de la Llama.


El último cuerpo cayó con un sonido sordo al golpear contra el asfalto en una noche fría, el viento llevándose el aroma de sangre y muerte junto con el de un Alfa cuyas feromonas advertían que no estaba de humor para tonterías. Kyojuro sacudió su espada, limpiándola de la sangre, mirando esos demonios que habían entrado a uno de sus puertos, infiltrados gracias a la información que Koyuki les había proporcionado. Había sido una batalla dura en medianoche, limpiando su territorio de todas esas alimañas que no tuvieron compasión de su gente a la que masacraron, inocentes trabajadores cuyo pecado fue estar bajo su mando.

Respiró hondo, calmando su corazón agitado, podía sentir los primeros síntomas de un Celo que se aproximaba. No podía usar más los Supresores, no hasta que se hubiera desintoxicado por completo, lo cual le tomaría hasta dos Celos más dependiendo el efecto de los venenos en su cuerpo. Eso lo ponía en un humor menos estable, más agresivo, teniendo que valerse de sus tres chicos para controlarse en caso de que perdiera la cordura. Todavía esperaban por el tren que llegaría de la frontera con más de esos demonios de Muzan infiltrados entre los empleados, escondidos seguramente en la carga de los vagones.

—¡Tanjiro! ¡Que todos se preparen!

—¡Sí, señor!

Kyojuro se preguntó qué estaría haciendo Tengen en esos momentos, no podía distraerse buscando su celular para enviarle un mensaje y enterarse de sus andanzas. El Hashira del Sonido iba a planear locuras según había entendido, un tanto para desconcertar a las Lunas Superiores como a los demás líderes de los Clanes. De momento, lo mejor era tener a todos confundidos así no habría más fuga de información, permitiendo que sus nuevos planes estuvieran en el anonimato. Sonrió, pensando en ese extravagante tipo, preguntándose de nuevo si no estaba cayendo en un pozo del cual no iba a tener salida. Lo curioso era que deseaba caer, y al mismo tiempo tenía esas dudas de fantasmas del pasado, preocupaciones relacionadas con el bienestar de Senjuro.

OnryōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora