Tamales

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Mi corazón estaba más separado que Belinda y Cristian Nodal, la razón era que había terminado con mi novio y ahora ni un elote con chile del que no pica me podía alegrar. Así que durante mi tiempo libre en mi trabajo escribía canciones.

-¿Por qué a mi, señor? si soy tan humilde, tan sencilo, tierno, loco enamorado. El que brillo en el amor.- Cante para mí amiga.- Y hasta ahí voy ¿cómo ves?

-Ay, no soporto verte así (--), cuando te veo tan triste me dan ganas de meterte un cachetadon.- Dijo Verónica.

-Es que, yo lo quería mucho. Yo le daba mi elote cuando a él se le caía el suyo.- Cómo pueden notar, eso sí es amor de verdad.

-Ay no seas ridícula. Oye ya deberías conocer a otras personas, cómo por ejemplo José.- Menciono Verónica con una media sonrisa.

-No mames, ¿el hijo de doña Chui?- Ella asintió con la cabeza.- Pero es que y ¿si no le parezco interesante?

-Parece que no te das cuenta de como te sonríe cuando viene a entregar los tamales "Binis diis biniti"- Dijo inmitando a José.- Además de que yo se que te parece guapo y pues le podría decir que...

-Tú le dices algo y yo le digo a todos porque Martín el de las quesadillas no te cobra.

-Chale, ¿no que era tu primo?- Dijo Mabel uniéndose a la conversación.

-Pues no es mi primo pero se me callan las dos, y no me dejaste terminar, burra. Yo le podría decir que venga a traer tamales y ahí le darías tu número.- Verónica miro a Mabel y a mi en busca de aprobación a su plan.

-Entoneces ¿Te gusta el de los tamales?- Dijo Mabel con una sonrisa en la boca.

-Bueno pues yo...- Trate de hablar pero fui interrumpida por Verónica.

-Claro que le gusta y va a salir con el.- Dijo segura.

-Mira también puedes ir a comprar al puesto de su mamá, además de que tú le caes bien a doña Chui. Haste su amiga y luego robale a su hijo.- Menciono Mabel, provocando que las tres comenzaramosa reírnos ante dicho "plan".

-Son unas tontas, pero lo haré.- Dije sonriente.

Así que nuevo plan: enamorar al hijo de doña Chui.

Al día siguiente comenzaba la idea que tenía en mente, así que fui hacia el puesto de doña Chui. No lo iba a negar, me sentía aún dolida pero ese sentimiento se esfumó cuando vi José ayudándole a su mamá a atender el puesto.

-Buenos días mija ¿qué vas a querer?- Dijo doña Chui con una sonrisa.

-Buenos días doña Chui, quiero tres tortas de tamal oaxaqueño rojo.- Correspondí su sonrisa.

-Ahorita tengo varios cliente mija, pero si quieres mi hijo ahorita va a tu local y te los da, ¿vale?- Al parecer José estaba tan ocupado atendiendo que no se había dado cuenta de mi presencia.

-Si está bien, gracias.- José volteo a verme y solo me dedico una sonrisa.

Sonreí de vuelta a José pero el estaba tan ocupado que talvez no me vio. Así que solo me quedaba volver a mi trabajo y esperar hasta que mi plan funcionara. Después de unos minutos de volver a mi puesto, Verónica llegó corriendo hacia mi.

-¡Ya llegó José!- Dijo en un grito.

-Callate a la verga Verónica, ¿quieres que se entere o qué chingados?

-Ay ya cálmate y ve a pagar los tamales.- Dijo en un tono más bajo.

Y así lo hice, fui hasta la entrada del local donde estaba José con una bolsa de tamales en la mano. Me pare frente a el.

-Hola José.- Dije sonriendo.

-Hola ¿Cómo estás, bonita?- Dejo un beso en mi mejilla

-Pues más o menos y ¿tu?- Dije con un tono triste, que claramente era parte del plan.

-¿Por qué "más o menos"?- Rápidamente puso su mano arriba de la mía que estaba encima del mostrador.

-Bueno es que termine con mi novio y pues he estado algo cansada.- Dije con una media sonrisa.

-Me entere y quiero ser directo con lo que te voy a preguntar y bueno... ¿Quieres tener una cita conmigo?- En su voz se podía notar lo nervioso que estaba, además de empezar a jugar con la bolsa de los tamales.

-Claro que si, José.- Sonreí.

-¿Te parece mañana?- Correspondió a mi sonrisa.

-Si, y ¿dónde iríamos?- Ahora fui y quién entrelace su mano con la mía.

-A dónde tú quieras, bonita.- Dijo empezando a ponerse nervioso.

-¿Qué te parece si mañana lo decidimos?- Sonreí como una tonta.

-Si está bien.- Los dos parecíamos estar en una de burbuja, dónde cada vez nuestros labios se acercaban más, llegando al punto de rozar.

-Oye (--) ¿puedes sacar el presupuesto de las ventas de esta semana es que...- Dijo Mabel, aunque después de ver las situación en la que estaba decidió ya no seguir explicando.- Ammm perdón, sigan con lo suyo.- Dijo para después irse casi corriendo.

Los dos solo reímos ante la situación incomoda entre Mabel y nosotros. ¿Acaso Verónica no le habrá dicho? o talvez está nuevamente con el chico de las quesadillas, ese que nos da comida gratis solo porque le gusta Verónica.

-Y toma.- Me dió la bolsa de tamales que aún estaban en sus manos.

-Gracias, ¿cuánto sería?.- Tome la bolsa.

-Para ti es gratis.- Contestó.

-Ay no ¿cómo crees?, de verdad ¿cuánto es?- Saque mi cartera.

-De verdad no es nada.- Dió un beso en mi mejilla y se comenzó a camieran fuera de el local.- Nos vemos mañana, bonita.- Dijo con una sonrisa resplandeciente que nunca me cansaría de verla, solté un suspiro.

-"nos vimos miñini, biniti".- Voltee hacia atrás, encontrándome a Verónica.

-De por si pareces gato y después ahí toda agasapada, pensé que me ibas a saltar.- Reí.

-Asi que ahora tienes una cita.- Asentí con una sonrisa.- Y ¿a qué hora va pasar por ti?

-No mames, no le pregunté.- Mire a Verónica.

-Para pendeja no se estudia ¿verdad?- Puso una de sus manos tapando su rostro.

1002 palabras 🌚

Con tanto ajetreo ya hacía falta un descansito. Por fin un pinche puente donde puedo descansar.

También quiero contar sobre mi odio hacia mi maestro de lectura, un pinche 8 por no ir a la obra de teatro, pinche maestro puto. (llevaba puro 10 pipipipi)

Por cierto estaba pensando en hacer una historia con un Tenoch malote de esos como me gustan pero pues maybe mañana lo suba🤠

Besos en la cola.💋💋

•One shots of Tenoch Huerta •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora