Capítulo 21

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Historia de Jacaerys y Aegon 2/3

Jacaerys se oculto en sus deberes. Siempre manteniendo su mente ocupada con los trabajos que tenia. Desde que la fiebre regreso a su hermanito este no dejaba de estar cerca de Aemond o más bien Aemond no dejaba de estar detrás de su hermanito y eso lo molestaba enormemente.

Él no quería que ninguno de los hijos de la reina Alicent estén junto a su hermano salvo su tía Haelena. Pero no podía hacer nada, a su hermano le gustaba la compañía de Aemond aunque él comentara que no era así. Jace estuvo tan frustrado como aquel día que su madre le dijo que tenia un plan para unir a la familia: Matrimonio.

—Piénsalo Jace, el matrimonio es buen lazo para unir a la familia de una vez por todas.

—¿Por qué me lo dices? Es tu decisión, madre. Yo aun soy un niño que no tiene voz ni voto en el consejo.

—Te lo comento porque quiero saber si esto es lo que realmente quieres. No quiero obligarte a estar con alguien que no quieres, hijo. Soy tu madre y quiero que seas feliz.—Jace amaba tanto a su madre, ella era su complemento, haría lo que fuera por ella. Hasta daría su vida por ella y por toda su familia.

—¿Es por el bien de la familia?

—Así es, mi pequeño niño valiente.

—¿Por qué me lo dices, madre? Tú puedes comprometerme cuando quieras porque eres la futura heredera al trono. No es necesario que me lo comentes.—aun necesitaba saber porque su madre le estaba pidiendo su aprobación cuando él aun no podía decidir nada.

—Lo hago porque quiero saber que opinas al respecto.—Nyra se agacho para estar a la altura de Jace, sonriéndole le tomo las manos entre las suyas—Después de mi, tú heredaras el trono de hierro y es primordial que tu también tomes tus decisiones depende de tus criterios. Además no podría vivir con la conciencia tranquila de comprometer a mi hijo con una persona a la cual no amas o podrías llegar a amar.

Jace observo detenidamente a su madre. No podía negarlo ni mucho menos ocultarlo. Él sentía un respeto y admiración profunda por aquella mujer que ve en frente suyo, ella podía casarlo con quien quisiera sin consultarle nada pero... Aquí estaba ella preguntándole que opinaba y si se sentía cómodo con la propuesta. No podía defraudarla.

—Por mi esta bien, madre. Debo admitir que no amo a la tía Haelena, pero tal vez con el tiempo pueda llegar amarla como se merece. Por el momento la respetare y honrare con mi futura esposa, seré fiel a ella hasta que la muerte nos separe.—O hasta que le compromiso se rompa, pensó. Porque la verdad nada era completamente eterno, puede que más adelante ella ya no quiera casarse o puede que él muera joven, reza para que eso no ocurra y su madre no sufra.

Dicen que cuando la mente olvida el cuerpo recuerda. Lastima que Jacaerys Velaryon no sabia nada de su primer muerte trágica y lo devastador que fue para la mujer que le dio la vida.

—Lo hare, madre.

—Gracias, mi chico fuerte.—dijo llenándole la cara de muchos besos dulces, la risa de Jacaerys se escucho por todo el palacio.

Y, en los rincones del castillo alguien más lo escucho y nunca antes le había parecido tan horrible la risa del hijo de la princesa Rhaenyra.

No podía negar y mucho menos evitar que le rumor se corriera por todo el palacio. Los señores y la servidumbre decian que la princesa Rhaenyra había hablado de matrimonio entre la hija de la reina Alicent y su primogénito. Algunos decian que era buena estrategia, otros que se querían aprovechar y muy poco como Aegon que enfureció al escuchar la noticia. ¿Cómo era posible que su hermana la rara la comprometieran con su sobrino? ¿Cómo era posible que quisieran casarlos a ellos? ¿Por qué Jacaerys? ¿Por qué Haelena? No tenia respuesta solo sabia que lo enojaba demasiado.

Renace El Dragón: Evitando La Danza De Dragones Where stories live. Discover now