Capítulo 33

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—No esperábamos que vinieras tan rápido.—comentó entrando a los aposentos de su tía.

—Tenia urgencia en volver a Desembarco del Rey.—contestó la princesa sacándose los guantes de montar, estaba cansada y no quería escuchar el interrogatorio de su sobrino.

—¿Viste algo que no te gusto? ¿Te amenazaron? ¿Hay enemigos? ¿Traidores?—las preguntas verbales fueron disparadas y Haelena solo pudo poner los ojos en blanco.

—Tranquilo, sobrino.—dijo, cuando al fin encontró el  lavavajillas para sus manos— Mis asuntos allá han terminado, decidí volver por mi madre, se que ella no esta bien porque no sabe nada de mis hermanos y no queria ser una carga más para ella.—dirigió su mirada a Jace. Ella no queria usar esa excusa pero él no dejaba de preguntar y ella se estaba poniendo nerviosa.

—Yo...—las puertas se abrieron y Jace se trago lo que iba a decir.

Rhaenyra y Alicent se adentraron en los aposentos de Haelena. Rhaenyra iba a saludarla pero Alicent fue más rápida, se dirigió donde su preciosa niña. Nyra prudentemente se quedo detrás mirando la escena que se desarrollaba frente suyo, ella desvió la mirada y se encontró con su hijo mirando maravillosamente el suelo. La princesa suspiro sabiendo en que estaba pensando su hijo, ¿Hasta cuándo se detendrá ese asunto?, si hubiera sabido que las cosas se desarrollarían así, ella misma hubiera detenido las bodas.

—¡Hija!—grito emocionada Alicent al ver a su niña de pie ante ella. Corrió y la abrazo, Haelena hizo una mueca por el contacto inesperado, puede ser otra vida pero ella aun no se acostumbraba a los toques ajenos—¿Estás bien? ¿No te hicieron nada?—interrogo examinándola por todos lados. La princesa tomo las manos de sus madre y las apretó.

—Estoy sana y salva, madre.—aseguro regalándole una sonrisa.

Detrás de su madre Haelena vio de reojo a su hermana. Ambas se dieron una mirada de complicidad, mirada que ninguno de los otros dos presentes se dieron cuenta.

—Me encantaría hablarles de mi estadía en Harrenhal pero estoy muy cansada—ella vio que su madre iba a replicar, así que ella fue más rapida—, ¿Será que puedo descansar unas horas? Por favor.—rogó sentándose en su cama.

El corazón de la reina viuda tembló al ver a su tan agotada, sus ojos decían mucho de lo que yabia visto en Harrenhal. No quería importunarla más, sabia que Haelena era una chica especial, no eta como todas mucho menos como ella.

—Claro, mi niña. Te mandaré a llamar para la hora de la cena.—Alicent depósito un dulce beso en su frente y se retiró de la recámara de la princesa menor, seguido de su hermana mayor y su sobrino.

Al fin se desplomó en su cama y espero.

No se dio cuenta que se durmió hasta unas horas después cuando sintió que alguien estaba en sus aposentos. Ella despertó lentamente porque sabía de quién era la presencia que sentía.

—No quería importunarte, pero...

—No tienes que preocuparte—habló calmadamente,  estirándose en el proceso–, se cuan importante es para ti lo que averigüe.

—¿Pudiste encontrar algo relevante?

—Sí.—vio florecer la esperanza en los ojos de su hermana—En realidad, es casi nada la información que conseguí.—el brillo esperanzador que crecía se extinguió de los cálidos ojos de Nyra. Haelena se maldijo así misma por no encontrar las palabras correctas—Lo siento.

—No tienes porque pedir disculpas.—la princesa mayor suspiró cansinamente, se acercó a una de las sillas de los aposentos de su hermana y se desvaneció por completo—¿Cuál es la información que pudiste conseguir? No importa si es pequeña, cualquier cosa ayudará a saber dónde está Luke.

Renace El Dragón: Evitando La Danza De Dragones Where stories live. Discover now