Renace El Dragón: Evitando La Danza De Dragones

Capítulo 32

El clima no estaba de humor cuando aterrizó en Harrenhal.

Dejar a su dragón al cuidado de personas extrañas la lleno de temor, pero fue valiente y caminó observando todo el desastre que se armó por los alrededores. Había cosas quemadas y negras, personas muertas, decapitadas y variedades de inmundicias de las que ella no quería ni mencionar.

Su salvación fue Lord Strong.

—Mi princesa—saludó—, es muy grato tenerla en mi castillo.

—El placer es mío, mi Lord.—devolvió el saludo, sin quitar el ojo de su alrededor— Veo que la situación fue más grave de lo que se mencionaba.

—No queríamos alterar al consejo, se por lo que están pasando con la desaparición del rey Lucerys.

—Me temo que tiene razón, todos están muy nervioso.—dejo de mirar cuando a un soldado le acomodaron el brazo. El grito que pego la abrumo— Especialmente mi hermana, ella está enloquecida por encontrar a mi sobrino. Solos los dioses sabrá dónde está.

—Que los dioses lo guíen de regreso a nosotros—la tristeza se escuchaba en la voz del lord. Haelena no pudo evitar sentirse triste por él, sabia la angustia que el pobre hombre estaba pasando al no saber nada del rey ni de su hermana.— Permítame acompañarla a sus aposentos, princesa.

—Sería un honor ir escoltada por usted, Lord Strong.—ambos encaminaron por los oscuros pasillos de la torre. Era un lugar muy oscuro, ni con todo el fuego que había pudiera iluminar aquel lugar tan inmenso en la penumbras. Haelena decidió mirar un poco más a lord Strong, ya sabia el porque de la atracción de su hermana por ese hombre corpulento y varonil, sus rizos locos que caían a los costados y la colita llena de rulos provocaba a Haelena para que pecara también, pero debajo de esa fachada de señor, se encontraba un hombre cansado y eso se notaba por las enormes ojeras que adornaban su guapo rostro, esas ojeras oscuras hacían que el hombre en cuestión se vea aterrador.— Veo que perder a su hermana lo ha afectado demasiado.

—Sería un mal hermano si no me afectará.—respondió él con simpleza, no obstante la sonrisa triste lo delataba— Ella era la única familia que me queda, no quiero perderla a ella también.

—No lo hará.—"Yo tampoco quiero que la pierda de vista." penso la princesa plasmando una inmensa sonrisa en su rostro —Eso se lo aseguro.

Lord Harwin Strong le devolvió la sonrisa de manera ingenua, "de alguna manera ellos se parecen", dijo la princesa para si misma. Y, por primera vez en su mente hubo una pregunta: ¿Qué hubiera pasado si en vez de Ser Laenor hubiera sido Lord Harwin él que se haya casado con su hermana Rhaenyra? ¿Hubiera sido diferente? ¿No hubiera habido muertes? ¿No hubieran ayudado a usurpa el trono de su hermana? Bueno, son preguntas que jamás tendrán repuestas.

—Aquí esta su habitación—lord Strong dio pase a la princesa, y él rápido añadió al ver el estado casi pulcro de la habitación—, se la hemos acomodado tanto como pudimos ya que su venida fue muy apresurada.—dijo sin intención de ofenderla, ni regañarla. Solo que lo tomo desprevenido.

—Mis disculpas por aquello—hablo con sinceridad, aunque ella realmente no lamentaba el a ver venido hasta ahí para descubrir lo que hacia cierta bruja—, pero necesitaba venir urgente para ayudar con los heridos.

—No es necesario, hay maestres que se encargarán de eso. No quiero que su bellas manos queden manchada con la sangre de mis hombres.

—Eso no es problema, seria muy preciado para mi, si me dejara ayudar.—y lo decía de verdad, ella también queria ayudar. Toda su familia ayudaba ¿Por qué ella no podía hacer lo mismo?

Además su hermano Aegon le enseño varios trucos para frenar el sangrado y curar las heridas. Ella aprendió muy bien de sus lecciones y era la hora de ponerlo en practica.