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Cuatro días para conquistar a Chuuya

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Cuatro días para conquistar a Chuuya.

Hablé con Ane-san y me sorprendió que haya accedido a todo, seguro algo le pasó pero ese no es mi problema ahora, le dije a ella porque Verlaine no estaba, eso es raro, siempre está presente cuando se trata de su hermano.

Aproximadamente a las 5 am aparecí por la ventana de Chuuya, me quede sentado ahí viéndolo dormir esperando a que fueran las 6 am y él decidiera levantarse. Cuando me vio solo rodó los ojos, me dio la espalda y se levantó.

— Date la vuelta, me voy a vestir.

Como no me di la vuelta él se metió a su baño y se cambió ahí, como eran días libres antes de esa misión de la que Albatross me había contado, no solía vestirse con su atuendo habitual. Bestia más casual, más Chuuya, más.. ¿moderno?

— ¿Qué mierda haces aquí?

— Vengo a invitarte a desayunar :3

— ¿Terminaré pagando yo?

— Está vez no seré tacaño, tranquilo.

Ambos descendimos por la ventana, me sorprendió que no quisiera ir a darle los buenos días a sus hermanos, supongo que algo paso, pero no es mi problema y no debo meterme. Decidimos desayunar en el muelle, soy consciente de que a Chibi le encantan los mariscos y ver el mar, ósea, como desayuno no sabía, es extraño.

Pidió una langosta adobada y yo solo quería llorar por mi tarjeta de crédito. Como no me gusta el pescado decidí pedir el menú infantil, unos nuggets con papas a la francesa. Me asome para ver el menú y esa langosta adobada costaba un sueldo entero mío.. santo Dios.

— ¿Está rico?

Sonreí al verlo comer tan gustoso. Debía estar rico porque si no iba a llorar, podríamos salir huyendo y no pagar nada pero Chuuya no es así con los civiles, él es consciente de su valor y que son más débiles, necesitan más cosas.

Y mientras masticaba gustosamente mi alimento escuché a dos niños gritando y corriendo hacia la dirección en la que estábamos, y quienes los traían eran Kunikida y Hirotsu.

— Se te olvidó que hoy debías cuidar a los niños.

Chuuya no la pensó dos veces y fue a abrazar a ambos niños ya que acababan de regresar de su campamento. Agradeció que los hayan traído y los sentó en dos sillas para que pidieran lo que quisieran.

— Cuéntenme como estuvo su campamento ¿Gin debe estar en la Mafia verdad?

— Gin se enfermó por algo que comió y decidió quedarse con Ane-san.

Girasoles para Chuuya // SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora