Príncipes, princesas y veneno

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Después de estar unas horas descansando mi cabeza en su pecho, escuchándolo hablar acerca de nada que yo desee saber, ya que aunque para él puede ser muy importante que yo sepa acerca de sus reuniones parlamentarias, el hecho que en ese lugar no se le llama país sino reino, que existen otros 4 reinos y que cada uno tiene un príncipe que lo rige, él es el Rey absoluto de los 5 reinos, que me llevará a conocerlos todos, también que entre los príncipes hay uno en específico otro tan joven como él que es casi un hermano, que llegó con él ayer y que me lo presentará luego. También el hecho que la hermana de éste también está en el palacio, me cuenta también que las reglas son muy extrañas a los ojos de los extranjeros, que casi no hay mujeres en los reinos ya que su población es de 5 hombres por cada mujer, que después me explicara algunas normas bastante bizarras respecto a eso. Me habla acerca de su madre que si bien ha ejercido durante demasiado tiempo el papel que él ostenta ahora, la quiere y la respeta mucho, yo por otra parte me siento muy cansada y mareada, así que decido cortarlo a media frase y me disculpo, pero necesito recostarme, aunque he de admitir que el latido de su corazón me ha tenido muy tranquila extrañe mucho ese sonido y el calor que emana su cuerpo. Sin siquiera pensarlo, me toma en sus brazos y me lleva de vuelta a la habitación, las personas que nos encontramos en el camino se hacen a un lado o se dan la vuelta para no mirarnos no sé si es inapropiado o nos están dando espacio. Quería preguntarle tantas cosas, pero, por ahora estoy más preocupada por mi salud.

Ya anocheció y Ekland no está en la habitación, no sé que hora es o cuanto dormí, tengo el vago recuerdo de él a mi lado acariciando mi cabello, pero nada más. Sigo llevando el vestido de esta mañana, y cosa rara tengo hambre, mucha de hecho, creo que haber escuchado a mi sol me ayudo un poco en mi estado de ánimo. Será mejor que vuelva a dormir mañana será otro día.

Dritka y Axiz me despiertan muy suavemente, y el olor al café me termina de despertar. Llevan una bandeja con comida y en verdad creo que hoy sí lo comeré todo, tengo mucha hambre, la fruta ya tiene otro gusto y necesito comer para sentirme mejor. ―Mi señora, dice Axis, hoy es un día muy bonito, además es un día importante para nuestro Rey, por favor termine su alimento para proceder con su arreglo, mi Rey desea que baje en una hora para los protocolos de hoy. Además, comenta Dritka, ha enviado todo lo necesario para que luzca maravillosa. Así que yo solamente asiento.

Intentaré no fastidiar las actividades de Ekland, pero, si trataré de aprender todo lo que pueda mientras estoy acá, ese hombre me debe muchas explicaciones aún. Siento ansiedad, mucha de hecho, las náuseas han disminuido de igual manera ahora tengo la certeza que algo cambió en mí, para empezar, mi figura está... extraña... no sé, mis pierdas se ven tonificadas, no es que antes no fueran bonitas, pero ahora veo que se ven como si el gimnasio que no he hecho nunca hubiese funcionado, no creo que sea el entrenamiento en los dojos, sé que no es este el efecto que causaría. bueno, mejor me resigno a que ya perdí la razón totalmente. Me siento más ligera, mi espalda se siente muy fuerte, y mi vientre... bueno se ve algo inflamado, supongo que es por mi próximo ciclo, que será en unos días, siempre me pasa. Mi cabeza sigue divagando al grado que me perdí por completo, parezco una autómata, ya estoy acicalada, vestida, peinada y yo ni en cuenta. Jajajajaja, es curioso, ver a esta mujer extraña en el espejo y darme cuenta que soy yo, mi cabello está arreglado con pequeñas trenzas entrelazadas en la parte delantera de mi cabeza una tiara hermosa con piedras preciosas en ellas, el resto de mi cabello lo dejaron suelto y mis ondas naturales se ven lindas adornadas con estas pequeñas florecitas azules, mi túnica «ya que no sé cómo se le dice» es dorada, muy bonita, tengo que preguntarle a Ekland el ¿Por qué? no se usan chones con estas túnicas, ni bras, al menos ahora sí no siento como si se me va a escapar alguna de mis joyitas como con las otras túnicas que la parte superior siempre era demasiado pequeñas en esa área, las piedras que tiene como lazos esta túnica son hermosas, además del detalle de la insignia, colocada de forma de broche, creo que es la insignia representativa de la Familia Real, mientras observo a esta extraña mi sol se asoma en la puerta sonriendo de esa forma que me desarma.

AilénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora