Las canciones que te recomiendo escuchar en este capítulo son: NUVOLE BIANCHE DE LUDOVICO EINAUDI. GOOD BYE MY LOVER DE JAMES BLUNT. OCEANS DE HILLSONG UNITED. HOLD ON DE CHORD OVERSTREET. ATLANTIS DE SEAFRET. STOP CRYING YOUR HEART OUT DE OASIS.
Pasaban las tres y media de la tarde, de un dieciséis de febrero del año dos mil diecinueve, un veraniedo día extraño, raro, atípico. Menos de veinte grados en una gris siesta de verano correntino. El día se prestaba en absoluto a la melancolía, tanto así que hasta el mismo cielo lloraba la perdida de ese mágico joven, de quien era el cumpleaños. Joven que ya no soplaría velas nunca más.
Su lugar de estudio lo tenía a él en medio de la habitación, encerrado, clausurado, dentro de esa caja de madera sin tapa, acostado, frío, pálido, muerto. Los ojos pegados a la fuerza no volverían a abrirse ni a achinarse en una sonrisa.
Sonrisa apagada, cosida, piel daltónica, alma en un eterno viaje, corazón sin sangre, su alegría derrotada, su cuerpo sin alma, y sus sueños permanecerían rotos.
Su ropa de muerto era la que vestía para ir a sus prácticas. Una camisa azul, una corbata negra y un saco negro, bajo estos, un pantalón negro que no se veía, lo cubrían unas mantas finas, suaves, las cuales nunca sentiría en la piel.
Ese living que tantas veces fue testigo de su locura, de su explosivo humor, ahora sería el refugio de lágrimas que terminaban en pañuelos, manos, labios y algunas otras, errantes, suicidas que culminaban en el suelo. Su lugar de creatividad libre y locura automática, se tornaba el día de su cumpleaños en un valle de lamentos ajenos.
En menos de un día eselugar metamorfoseó en el inframundo de palabras y frases que nunca se dijeron. En el lugar de los amores que no volverían a verse, mismo en donde los besos y los abrazos solo se sueñan.
Sus labios pegados ya no soltarían algún chiste, carcajada y ya nunca más podría mostrar esa tonta y burlona sonrisa. Sus ojos ya no se arrugarían al sonreír, ojos cerrados, para toda la eternidad solo verían lo infinito de la oscuridad tras sus párpados. Sus oídos mudos ya no volverían a escuchar un rocanrol, ni un chamamé.
El día de su cumpleaños los festejos fueron cancelados, interrumpidos por la ausencia del cumpleañero. Las velas de esa torta, se consumirían por completo por falta de aquel que las sople. Lágrimas, lamentos y tristeza eran globos en esa fiesta sin música, sin baile y sin payaso.
Los muebles apartados, terminaron lejanos a la despedida del cuerpo; los sillones fueron al quincho, la computadora a la pieza que ahora solo le pertenecía a Macarena y la mesa de estudio en la cocina, solo las sillas permanecieron en el lugar, usadas por almas que sacaban sus penas por los ojos en forma gotas saladas.
Parte de la internet se detuvo un segundo para saludarle por el aniversario de su nacimiento número veinte. Sin embargo, sonrisas y felicidades se rompieron al enterarse de que ese mismo día, se conmemoraba ya un día de su muerte. Paralizados por la noticia, la gente enviaba sus condolencias por distintas redes sociales con mensajes de apoyo a la familia y los amigos del difunto joven. La despedida preparada en las redes sociales fue tendencia en menos de una hora por la que se volvió viral.
Los seguidores más fieles llegaron hasta invadir las inmediaciones de la casa de la señora de los rulos, esperando tal vez la posibilidad de verlo por última vez. Los intentos de inoportunos se veían cancelados, inútiles, por la seguridad que había contratado Gustavo para dejar a la familia realizar el duelo en paz. Al menos unos doce tipos y robustos, cubrían los alrededores de la casa, todos del lado de adentro del terreno, esperando que no se cuele ningún impertinente. Sin embargo, esa falta de respeto no llegaría, esa gente estaba devastada y lo último que quería era invadir.

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Escenario Vacío
Teen FictionEsta novela esconde una hermosa historia de amor detrás de una increíble cantidad de humor de todo tipo y color y detrás de pasados obscuros de quiénes forman parte de ella. Quienes terminaron la borde de una profunda depresión o peor, terminaron su...