Las reencarnaciones de Jack y Sally "Borusara"

Mi guerra y mi destino

-- Me presento Soy el Rey Calabaza, mi nombre  es Jack skeleton o mejor  conocido como Boruto Uzumaki.-- ....
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Naruto

El se presentó  y me sonrió.

-- Fue un gusto  conocerlo a usted, también fue un gusto que fuera mi padre en esta vida, pero es hora de que me vaya...

-- ¡Ciudadanos, plebeyos antes de irnos déjenme dejarles un susto mortal!-- Hablo y esas criaturas empezaron a moverse.

-- ¡De vuelveme A mi hijo! -- dije. El me miro con seriedad.

-- Séptimo hokage, usted es muy impaciente. Le diré dos cosas. La primera yo soy su hijo y la segunda es que volveré  a mi cuerpo normal mañana. Pero claro mi yo joven no recordara esto, por favor.  Colabore. -- Eso habia dejado a Naruto helado... el mismo también era una reencarnación de Asura Ootsutsuki.

Así que no era tan descabellado.  Esto le causaba un shock profundo.

-- Tu...que harás ahora.-- Pregunté

-- Como tu, yo soy líder de mi pueblo. Pero no podré liderarlos hasta que vuelva a  morir.

-- Tu... tu no..., tu no lo..

-- No, no moriré aún. Eres mi padre en esta vida y se que estas preocupado, pero  si debo sacrificar esta vida por mi pueblo  lo haré. Espero no llegar a eso en un par de minutos...

-- Por que lo dices...

-- Mi guerra  esta apunto de empezar y con ella mi destino sera decidido.-- declaro dándome escalofríos. El me miró con seriedad y luego el aura a su alrededor se volvió más fría.

Se fue y muchos de esos monstruos lo siguieron.

Una parte de mi que temía a mi hijo y lo veía alejarse se quedo, mientras mi otra parte luchaba, estaba enojado y aún lo veía como mi niño, mi hijo. Al escuchar  de la guerra, mi corazón se preocupó, no por la Aldea o su gente.
Sino por mi pequeño y mi familia.

Debería ver a Boruto como un hombre, debería hacerlo, pero no podía, en cada misión que iba sabia que el tal vez no volvería. No quería que subiera de rango, así aún quería que creciera en persona.

Ese lado fue el que me gano. No importaba si fuera un monstruo, el era mi hijo.

Entonces cuando aclaré mis pensamientos vi a Sarada mirando a Boruto y dirigiéndose antes que yo.

Lo abrazo y le dijo.

-- Iré contigo, soy fuerte y ahora más que nunca no te dejaré.

-- Yo tampoco, Eres mi hijo y no voy a dejar que pelees solo.  Te quiero demasiado.
El sonrió y mi corazón vio a mi niño y supe que lo protegería incluso cuando el envejeciera.