Extraño

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En la mañana
algo extraño había entrado en Konoha, había entrado volando.

Cuando este aterrizó fué directo donde estaba la torre de los Hokages.

Donde estaba Naruto. Rápidamente Naruto, Sasuke se pusieron en Guardia.

El polvo era terrible y las cosas destruidas ya estaban. Y de ahí algo había empezado a moverse.

-- Cof, Cof. Ayuden a este anciano. -- dijo un hombre de estatura un poco baja, infladito que vestía de rojo y su barba era blanca. Naruto lo ayudó y este le sonrió.

-- Que buen muchacho. -- dijo mientras se sacudía su vestimenta. -- Al parecer este no es el mundo de Halloween, joven muchacho. Sería tan amable de decirme donde estoy.

-- Señor, trate con respeto a.. -- Naruto lo interrumpió y dijo.

-- Está en la aldea oculta de la hoja, Konoha señor. -- dijo.

-- Konoha... Hace ya un tiempo que no pasó por estos lados. Su gente es muy precavida con los extraños. Una vez recuerdo que casí fuí linchado por entrar a una casa.-- Este suspiro al recordarlo y entonces recordó que aún tenía la lista de Konoha buscó en sus bolsillos y si lo encontro.-- Oh, ya veo. Tu eres Naruto, Uzumaki Naruto, no es así?. Recuerdo que la última vez que vine me pediste que la aldea dejará de tratarte mal y que te reconocieran, también ser Hokage. Fue un buen regalo. Aunque el regalo también necesitaba de tu esfuerzo.

_..¡Oh!, también aquí está Shikamaru, el niño que quería ser una nube. Lo siento no podía con sentir un regalo imposible. --  todos estaban impresionados, como rayos ese hombre sabía todas esa cosas.

-- Señor, no sabemos quien es o como nos conoce. Pero...

-- Muchacho, no soy su enemigo. Diría que prefiero la paz que a la guerra durante toda mi vida vi como el humano era capaz de conseguir lo que quería lastimando a los débiles. Los niños son los que más sufren por eso, e visto morir a varios en guerras, de desnutrición y demás cosas horripilantes. Nací para hacer felices a las personas con regalos. Pero la Navidad no se trata de regalos, sino de que toda la familia sepa la felicidad de estar Unidos y no sólo la familia sinó todo el mundo, no importa extraño o no es bienvenido al calor de una calida fogata. No buscó pelear, no me gusta la violencia. Pero en su mundo está depende de ella. Era una de las razones por las cuales deje de venir aquí, no me gustaba que mandaran a los niños a defender sus Guerras o a misiones peligrosas, el deber de un adulto es proteger a su hijo y hacer que viva una vida feliz.

-- Señor sus palabras me dan fortaleza, pero no son suficientes para confiar. -- El hombre le sonrió.

-- Joven Naruto, es comprensible. Al ser el jefe o Hokage de está aldea quieres proteger los, lo se. Pero mi estadía aquí será de unas par de semanas. Sólo pido que me hospede en su hogar. -- Naruto lo dudo, pero después aceptó. Lo acompaño a su casa y cuando estuvieron apuntó de entrar Boruto apareció.

-- ¡Oh, papá! -- dijo, fue donde el y miro al extraño.

-- ¿Quien es el? -- preguntó, pero de alguna manera se sentía seguro con ese hombre.

--¡Oh! Me disculpó, donde están mis modales. Me llamó Santa Closs, mejor conocido como papá Noel. -- Boruto lo miro y también lo saludo

-- Mi nombre es Boruto Uzumaki, un gustó. -- El hombre le sonrió con nostalgia y dijo.

-- Es un gusto conocerlo para mi también, Joven Boruto. -- dijo mientras acariciaba sus cabellos del peli Rubio.

Naruto notó algo extraño en eso, ese hombre trataba a boruto de diferente manera, pero al pasar cuatro días no se equivocó, Naruto no confiaba aún en el.

Mientras tanto, boruto iba a visitar a la mujer más maravillosa que conocía. Pero cuando llegó estaba sentada alado de Shikadai y Mitsuki. Y también estaban los demás, pero lo importante era que Sarada estaba sentada entre hombres. El sonrió y se sento alado de sarada poniendo su mano a escondidas en la cintura de Sarada.

-- Hola chicos, ¿de que me perdí?. -- pregunto este con normalidad.

-- De no mucho...oh, Sarada, ¿estas bien? ¿por qué estas roja?. -- pregunto Chouchou

-- N..n-no es nada-- respondió nerviosa, lo que pasaba es que Sarada no quería que esto pasará. Boruto estaba celoso y su forma de demostrarlo era que siempre ponía su mano en su cintura. Se le volvió en un habitó.

Pero pasaba que solo ser novios a ellos no les bastaba y eso los estaba poniendo nerviosos y angustiados.






Las reencarnaciones de Jack y Sally "Borusara"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora