8:15 p.m.
Seolar se encontraba en la sala dispuesta a los Shows abiertos en los que todos podían verla bailar y disfrutar del espectáculo que tenía preparado.
Llevaba una hermosa pieza de lencería en color negro que contrastaba con su pálida piel y resaltaba todos sus atributos.
La chica se había convertido en una experta del baile erótico y sabía como despertar deseos en las personas que la veían.
Movía sus caderas de un lado a otro con tal sensualidad que todos los presentes estaban tan atentos que no quitaban su mirada de encima de ella.
Se sentía cómoda, pero sabía que en cualquier momento alguno de los que estaba presenciando el show desearía tenerla para sí en la sala VIP y todo se volvería un infierno como las veces anteriores.
No había tardado más de un minuto debajo de la tarima cuando Chota la llamó a la entrada de las habitaciones privadas para decir lo que esperaba.
— Mi princesa Seolar, te esperan en la sala VIP. Recuerda ser obediente, sumisa y aceptar el trato que se te dé. Sabes que puedes oprimir el botón de emergencia si algo se sale de control y desean sobrepasarse a la intimidad —instruyó el mayor con una sonrisa amigable que no iba en relación con la información que le estaba dando a la chica ni las situaciones desagradables en las que la había estado poniendo en las últimas semanas. Estaba segura de que si le estaba advirtiendo sobre el botón de emergencia se trataba de un cliente con gustos bastante particulares y poco autocontrol—.
Dejando sus preocupaciones de lado, caminó por el largo pasillo hasta llegar a la sala que conocía muy bien.
La habitación VIP era la que más visitaba todas las noches desde que se unió al negocio y, hasta cierto punto, lo disfrutó por un tiempo hasta que la situación se fue haciendo más desagradable y los clientes se hacían más exigentes.
— O-oh, pa-papi —tartamudeó la chica con total terror de volver a ver a la peor persona que podría ofrecer sus servicios. Lee Minho, el hombre tenía cierto fetiche que involucraba la desobediencia, la disciplina, la súplica y el perdón—.
En síntesis, al hombre le agradaba golpearla por razones que para ella no tenían ningún sentido para escucharla suplicar por que parara.
Minho se encontraba sentado en el borde de la cama esperando por ella y esta no tardó en cumplir su deseo caminando con rapidez hasta quedar frente a él.
— Fuiste obediente al escucharme y usar una preciosa pieza en color negro... —alabó el hombre con una sonrisa que la chica no supo descifrar—. Sabía que se te vería hermoso y que me harías sentir deseoso de tenerte completamente a mi disposición, pero... —frenó su hablar dejando a la castaña inquieta—.
— ¿Pe-pero? ¿Hubo algo que no le agradó, papi? —inquirió con nerviosismo pensando que otra vez habría una extraña razón por la que necesitaría ser disciplinada—.
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SOLE [3RACHA]
Fanfiction《SOLE》Vivir perteneciendo a 'alguien' era algo extraño, porque vivir a disposición de todos era lo normal... ¿Se le podría llamar vivir a ese infierno? Lo único cercano a 'vivir' era el hecho de estar con vida. Pero aún así, pertenecer a 'alguien'...