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Las mejillas de Jamal parecían tomates

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Las mejillas de Jamal parecían tomates. No sabía porqué, pero se había sonrojado. Para él no era cosa de hombres eso de ponerse nervioso ante chicas o que se sonrojara por cualquier interacción porque nunca había visto a un chico actuando así, pero se había dado cuenta de que hasta ellos sentían cosas como las chicas. Ellos también se ponían nerviosos. Blanca igual se ponía nerviosa, pero a veces lograba disimularlo. Jamal sonrió y se tocó la mejilla con vergüenza.

— gracias — le agradeció a Blanca que lo miraba con ternura.

Luego de esto ambos seguían con hambre asi que fueron por otra ronda de helado. Esta vez Blanca pidió una bola de chocolate y la otra de fresa y Jamal una de chocolate y la otra de choco menta. Terminó no gustandole el de menta así que lo intercambio con el de Blanca pues Blanca amaba el choco menta también. Se sentaron nuevamente en la mesa y se pusieron q conversar otra vez. Se tomaron algunas fotos y Blanca le tomó unas cuantas a Jamal sin que se diera cuenta. Blanca no lo sabía, pero Jamal había hecho lo mismo y estaba muy orgulloso porque en todas Blanca salia sonriendo.

— ¿no has pensando para que otro equipo te gustaría jugar?— preguntó Blanca dejando a un lado el teléfono.

Jamal la miró. Le hacían muchas preguntas, pero nunca alguien de su círculo cercano le había hecho una pregunta como esa y entonces se cabeza comenzó a maquinar. No había pensando eso. Estaba muy feliz en el Bayern como para pensar para que otro equipo le gustaría jugar. Era cierto que tenía muchas opciones, pero para algo cercano o para un futuro no tenía ni idea.

— ahora mismo no, estoy muy cómodo con el Bayern Munich. Quizás en el futuro opine diferente — respondió sonriendo.

Blanca sonrió, pero se le fue cuando de momento le llegó a la mente la palabra "futuro". Que miedo le tenía al futuro. Apenas tenia diecisiete años, pero le temía a crecer. Le daba miedo las cosas que podía encontrarse a lo largo. Ya se le estaba acabando la adolescencia y la adultez estaba a la vuelta de la esquina. No tenía idea de porqué, pero desde siempre le había tenido un miedo inexplicable a crecer. Sabía bien que las cosas cambiarian, que tendría responsabilidades, que su madre envejecería, las cosas se ponen más serias y que ya nada sería igual. Extrañaría el ser solo una niña sin preocupaciones y el vivir con su madre. Extrañaría el estar en casa con compañía y aunque fuera la menor de la casa, ya no sería tan menor. Las cosas ya estaban ocurriendo, los cambios estaban pasando y eso le daba mucho miedo.

— ¿te digo algo?— comentó luego de varios minutos pensando.

Jamal asintió serio pues se había dado cuenta de su rostro pálido.

— me da miedo entrar a la universidad — admitió suspirando.

Jamal levantó una ceja.

— ¿porqué?—

Blanca suspiró.

— Se que siempre lo he querido, en especial porque  todos mis compañeros ya desde los dieciséis estaban aceptados en una, pero me da miedo saber que estoy creciendo. Ya nada será igual —

𝗚𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻 𝗯𝗼𝘆 | Jamal Musiala Donde viven las historias. Descúbrelo ahora