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— eh, claro — respondió Blanca tratando de no dejar ver que estaba nerviosa

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— eh, claro — respondió Blanca tratando de no dejar ver que estaba nerviosa. Trago con dificultad mientras miraba a Jamal que se veía más nervioso de lo habitual. Eso la preocupaba mucho más.

Jamal se aclaró la garganta y asintió con la cabeza como si estuviera buscando el valor para decir aquello que tanto le estaba costando.

— Mejor pidamos la comida primero. Así podemos hablar mientras la traen sin interrumpiciones – dijo rápidamente voltandose al menú.

Blanca asintió aunque esa forma de actuar la hizo pensar de que debía tratar de algo de verdad serio y ahora estaba aún más intrigada. El mesero apareció de inmediato, como si lo hubieran llamado mentalmente. Jamal por supuesto no se alegro por eso. Ambos pidieron su comida, no era un restaurante alemán como a los que acostumbraban ir así que tenía más variedad de comida aunque algo cara. Blanca pidió una lasagña de verduras y Jamal pidió algo que Blanca no entendió, pero que sonaba delicioso. Luego de apuntar la comida y las bebidas que fueron dos limonadas el mesero se retiro con una sonrisa muy amable y el ambiente entre Jamal y Blanca se puso tenso.

— Perdón si me trabo....es que estoy nervioso — habló Jamal acomodándose en la silla con ansiedad.

Blanca sonrió para mostrarle confianza. Sabía bien que Jamal era algo diferente a ella en ese aspecto, era un poco más 'tímido" por así decirlo.

– no te preocupes — respondió.

— Es que...no se como decírtelo....—

Blanca sentía que se le iba a salir el corazón por la boca de tan fuerte que le latía. Lo que fuera que iba a decir la ponía demasiado nerviosa. No entendía porque Jamal lo hacía ver no tan solo misterioso sino como algo demasiado serio ¿o es que lo era? ¿O solo estaba siendo dramático?. Independientemente del caso la ponía muy inquieta. Jamal suspiró porque ni siquiera sentía el aire llegar a los pulmones. Era como si estuviera ahogado. De repente el restaurante completo se quedó en silencio como si todos supieran que Jamal iba a decir algo. Blanca sintió más fuerte que nunca la falta de sonido. Fue como si solo estuvieran ellos dos ahí. Blanca esperaba porque Jamal dijera algo, pero él no sabía que decir porque las palabras desaparecieron. Entonces volvió a buscar el aire y cuando pudo sentir de repente que había vuelto a respirar pudo recordar lo que tenía que decirle.

— Blanca, desde el momento en que te vi aquella tarde sentí una atracción inexplicable. Era como si ya te hubiera visto antes. Cuanto te hable, sentí una conexión muy rara porque no te conocía. Es que...me gustas Blanca. Quizás tú no sientas lo mismo que yo, pero desde que te vi mi cabeza no ha dejado de pensarte — le explicó Jamal con un sentimiento inexplicable de tristeza.

No era que no confiara en sí mismo, pero algo siempre le había dicho a Jamal que Blanca no sentía lo mismo que ella. No es que se sentía feo, para él no era taaan feo. Tampoco creía ser aburrido pues tenía cualidades e intereses que no lo hacían diferente ni único, pero que lo hacían para Blanca especial. No era nada de esas cosas por las cuales alguien podría estar inseguro. No tenía que ver con su cuerpo, ni con su cabello ni en su forma de actuar. Simplemente sentía que no tenía el amor suficiente para darle a Blanca lo que ella merece. No se sentía un hombre verdaderamente preparado para amar a alguien. Para cualquiera podría ser muy tonto lo que Jamal pensaba, pero tenía esa semilla plantada en el cerebro que lo hacía sentir inferior a cualquier otra persona. Para Blanca era totalmente lo contrario pues no solo estaba lista para dar amor, sino que también tenía la fe de que ellos dos tenían una historia por comenzar.
Blanca sonrió con la sonrisa más grande y sincera que pudo haber mostrado. Sintió un sentimiento que jamás antes había sentido ¿estaba siendo finalmente correspondida?. Le llegó el recuerdo de ella años atrás en el colegio llorando por un chico el cual solo había jugado con ella ¿de verdad le estaba gustando a alguien?. Sabía bien que entre Jamal y ella había una pizca de algo, pero no sabía que podía hacerla sentir tan significante. Jamal se quedó inmóvil como si su cabeza se hubiera ido a otra parte, pero seguía mirándola con ojos asustados porque no esperaba ser correspondido y le daba miedo ser rechazado por ella.

𝗚𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻 𝗯𝗼𝘆 | Jamal Musiala Donde viven las historias. Descúbrelo ahora