𝗚𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻 𝗯𝗼𝘆 | Jamal Musiala

11

Llegó el sábado que tanto Blanca había esperado. Se levantó muy temprano en la mañana. Se preparo unos huevos revueltos para el desayuno y recogió su habitación . Se dio una ducha temprano y se arregló. El partido era a las tres de la tarde, pero debía ya estar lista. Iba a cumplir uno de sus sueños frustrados, lucir como pareja de algún famoso. No le importaba mucho lo famoso que podría ser Jamal, pero al saberlo pues era difícil de creer y no sentía la necesidad de presumirlo, pero quería pasarlo bien. Su hermana, Jenna, se ofreció para el maquillaje asi que luego del almuerzo se reunieron en su habitación para el outfit. Blanca sacó toda la ropa de su maleta. Ahí fue cuando se dio cuenta de que necesitaba nueva ropa. Todo ya lo había usado. No tenía nada nuevo. Jenna, que entró en pánico más que Blanca, se fue a su habitación y regreso con un outfit listo. Aseguró que ya lo tenía desde que había anunciado la salida porque sabía que podía pasar. Era una falda negra, un top blanco y una chaqueta. A Blanca le pareció muy de su estilo así que se lo puso. Lo acompañó con unas botas de tacón. Jenna busco todo los maquillajes que tenia. Blanca no era de maquillarse así que prácticamente no tenia nada. Jenna, por otro lado, tenía maquillaje de más. Luego de una hora o más Jenna terminó el maquillaje . Blanca se levantó de la silla y se miró al espejo. Estaba irreconocible. Estaba impactada con la imagen que estaba viendo ¿de verdad esa era ella? No podía creerselo. Estaba hermosa. Jenna la ayudó a tomarse algunas fotos y luego fue por un bolso para acompañar el outfit . Cuando terminaron ambas entraron a la cocina sonriendo. Jenna, como un pintor orgulloso de su arte, señaló ante su madre a Blanca que lucía más bella que nunca.

— ¿cómo luzco? — preguntó Blanca mirando la expresión de sorpresa de su madre.

Estaba boquiabierta mirándola de arriba a abajo hipnotizada. No estaba acostumbrada a verla luciendo así. Recordó una vieja imagen suya de joven y pensó que era igualita a ella. Su madre sonrió todavía muy sorprendida para decir algo. Estaba sin palabras.

— Estas hermosa. Jenna sin duda hizo un buen trabajo — dijo mirando a ambas de sus hijas con orgullo.

Daniel apareció desde la sala mirando a Blanca también con sorpresa. Se parecía un tanto también a Jenna. Si Daniel no las conociera diría que eran gemelas.

— debió invitarme a mí también — se quejó Daniel de broma sentándose en la cocina.

Todas soltaron una risa y luego su madre fue para abrazar a Blanca. Blanca se sentía rara. Tenia muchos sentimientos encontrados. Estaba nerviosa, emocionada y sentía tanta nostalgia. Su madre estaba viendo a su última hija, su niña, su bebé, finalmente crecer y convertirse en una persona adulta. No solamente por el tema de que finalmente entraba al mundo romántico amoroso sino también por el tema de la universidad. Ya pronto debía independizarse, vivir sola. Su madre no se sentía tan lista para eso. Había pasado todo tan rápido. Si hija ya no era una bebé. Su madre la admiró con ojos llorosos muy feliz.

— ¿cuando vamos a conocerlo?— preguntó Jenna sentándose al lado de Daniel.

Daniel asintió con la cabeza en forma de aprobación y su madre se giró para lanzarles una mirada desafiante. Blanca los miró con el entrecejo fruncido. No sabía cuándo podría ser el momento perfecto. Obviamente quería que su familia conociera a Jamal, pero no quería que fuera incómodo. Quería que ya estuvieran bien con la casa y que ella y Jamal ya fueran algo confirmado. No se sentía bien presentando a alguien con quien aún no era nada. No sabía porqué, pero no se sentía cómoda. Jamal por otro lado estaba más que listo para que Blanca conociera a sus padres. Le aterraba la idea de conocer a los de ella, pero no la de que ella conociera los suyos. Había pasado toda la noche pensando en lo que iba a decir y como iba a ser el día luego del partido. Estaba más que listo para ver a Blanca. Sus padres estaban muy emocionados por verla.