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— ¿que es todo esto? — pregunto Blanca atontada

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— ¿que es todo esto? — pregunto Blanca atontada.

Todos se habían puesto de pie y levaban puesta una gran sonrisa. Blanca sintió un sentimiento que no podía explicar. Se mordió el labio para evitar llorar. Estaba sorprendida, pero feliz. Miro alrededor. Todo era perfecto. La decoración naranja, la paella el cual olor inundaba la casa, la musica de Taylor Swift de fondo, el pastel, las flores, todo era exquisito. Jamal se escondía detrás de la señora Fernández nervioso. Sentía algo de pena porque así era, penoso para todo. La madre de Blanca se giro agarrando al chico por los hombros y poniéndolo frente a ella.

— Los créditos son todos de Jamal, hija — intestinal su madre.

Jamal quiso explicar que él no lo habia hecho todo, pero antes de poder abrir la boca Blanca estaba en sus brazos. Ese abrazo se sintió muy diferente a los demás, como más cálido. Jamal le acaricio el nuevo y suave cabello mientras la casa completa aplaudía. La madre de Jamal le sonrió a la señora Fernández ambas orgullosas de sus hijos. Blanca no quería soltarlo, se sentía demasiado bien. Cuando comenzó a notar los ojos sobre ellos se obligo  a hacerlo. Jamal la miro con un leve brillo en sus ojos cafés.

— Luego de que me contaste sobre lo raro que seria tu cumpleaños en Alemania  así que decidí preparar una fiesta que te haga sentir como en casa — le explico rascando su nuca nervioso y con las mejillas rosadas.

Blanca sentía no poder seguir aguantando las ganas de llorar, ya le dolía el taco en la garganta. Volvió a darle un abrazo pero más fuerte. Nunca había tenido en su vida a alguien que mostrará tanta importancia por ella. Ni siquera su propia familia. En sus, apenas cumplidos, dieciocho años jamás había tenido una fiesta sorpresa. Era como experimentar también eso por primera vez. Y ni siquiera era cualquier fiesta, estaba exclusivamente hecha para ella. Jamal de verdad había sudado la gota gorda y se había esforzado. Blanca sintió algo bonito en el pecho, pero no podía describir ni identificar lo que era. Sonrió a Jamal con los ojos llorosos.

— me vas a hacer llorar — sollozo con la voz temblando.

Jamal le mostró a Blanca todo. Esa era la parte que más había estado esperando. Primero le enseñó la gran paella de mariscos que su madre había preparado. Aquel era desde siempre su plato español favorito. Se hacía cada domingo en su casa y en cualquier festividad. Sonrió al oler ese aroma recordando las tardes en la casa de los primos luego de los partidos de fútbol y las fiestas de cumpleaños en donde comía tanta que quedaba en el suelo llena. Blanca agarró sin permiso una cuchara para probar, no se contuvo. Un gran "mmm" salió de su boca e hizo reír a Jamal. Después salieron al patio y la llevó hasta la mesa del pastel. Estaba decorada con mantel naranja, el delicioso pastel que era de vainilla con fresa y la hermosa decoración de glaseada naranja, blanco y brillantina. Los globos que colgaban a lo largo y las luces que ya eran parte del patio. Todo se veía de lujo. Por último miraron a las mesas. Sus familias conversaban tranquilamente. Blanca no podía esperar por ver ese futuro. La familia Musiala y Fernández unida. Que locura. Solo eran unos niños. Sonrió observando las flores que eran sus favoritas. Le sorprendió que Jamal recordará detalle. Al finalizar el "tour" s sentaron en las sillas vacías uno al lado del otro.

𝗚𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻 𝗯𝗼𝘆 | Jamal Musiala Donde viven las historias. Descúbrelo ahora