Capitulo - 12

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𝓓𝓞𝓒𝓔

Al día siguiente, Kaveh despertó con la luz del sol... esa noche no había soñado nada... se sentía aliviado. Volteo con alegría para contarle a su compañero sobre lo que había dicho sirvió, pero él ya no estaba ahí. Suspiro con pesadez.

- Ya está en el trabajo... – miro curioso como había dejado las cosas en el suelo. Se levantó de la cama y las tendió, acomodándolas en una esquina de su habitación. Hoy sería un mejor día, había podido descansar un poco, aun que sentía más que había cerrado y abierto los ojos, pero es mejor eso a las cosas molestas que soñaba.

A lo largo del día, como pudo aseo un poco la casa, quería agradecer a su compañero por su ayuda.

Cuando llego la tarde, el peli-grisáceo volvió, había traído algo de comida de afuera, lo puso en la mesa y se acercó al rubio que estaba sentado en el sillón, le era raro verlo de nuevo rondando por la casa.

- Parece que por fin decidiste salir de tu cama, ¿eh? – aun que su voz se escuchara monótona, podía sentirse muy en el fondo un tono de decepción.

- Si... y es gracias a ti – lo miro con una pequeña sonrisa, eso tomo desprevenido al peli-grisáceo, mirándolo asombrado, haciendo que llevara una mano a su boca y desviara la vista con las mejillas levemente rojas.

- Oh... - logro pronunciar.

Kaveh lo miro curioso, el reconocía el hecho de que no solía decirle gracias tan seguido, pero tampoco era para tanto.

- Así que... - se puso de pie y lo miro directamente – por favor, sigue durmiendo conmigo – lo dijo de nuevo con una pequeña sonrisa y le daba un pequeño toque en el hombro - ¿Qué dices?

- Yo... - el sonrojo iba aumentando y en cierto momento el chico dio la vuelta y se fue escaleras arriba mientras hablaba rápidamente– está bien, ya vengo, come – y desapareció.

Se pudo oír el sonido de una puerta cerrándose de golpe.

- Hombre... que no había necesidad de huir así... - se dijo para sí mismo el de orbes rojizos, camino hacia la cocina y miro lo que trajo su compañero, era la comida que había comprado la última vez que salieron juntos. Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, con tan solo recordar ese día y el como beso a ese hombre frío lo hacía sentir raro, se mordió una uña con nerviosismo "¿Por qué hice eso?" se preguntó, nunca había besado a alguien que no le parecía atractivo, eso lo llevaba a la pregunta ¿A él le parecía atractivo Alhaitham? "Bueno... hay que estar ciego para decir que él no es sexy... y tiene unos lindos pectorales... No, espera ¿en qué estoy pensando?" se regañó así mismo, mientras sacudía su cabeza, no quería pensar en eso.

Miro la hora y ya habían pasado 10 minutos. "¿Qué le tomará tanto?" pensó, no quería comer sin él, se vería muy grosero. Sin nada más que hacer, fue hacia la puerta principal y la abrió, miro hacia afuera, acababa de darse cuenta de que no había salido de casa desde hace mucho tiempo. Respiro y exhalo, era bueno tener un cambio de aires. Camino un poco hacia afuera y se sentó en uno de los escalones de la entrada. Podía sentir una suave brisa en su rostro, era agradable.

Cerro los ojos y se dejó llevar por el momento.

No supo cuánto tiempo paso, pero el sol comenzaba a meterse, se levantó del piso y camino un poco más, quería ver el atardecer y así lo vio. Era lindo tener esos pequeños placeres de la vida. Era impresionante como había cambiado su ánimo solo por poder dormir un poco, sin tener la preocupación de soñar algo asfixiante. Dio la vuelta y se disponía a entrar a casa, hasta que vio el correo. Habían algunas cartas sobresaliendo de él, lo miro con una ceja alzada. Parecía que Alhaitham se olvidaba de ellas. Las recogió y entro a su hogar, vio que su compañero aún no bajaba.

☽【☾ Invadido en sueños  ☾】☽ ~ haikavehDonde viven las historias. Descúbrelo ahora