Capítulo 4: ¡He crecido!

559 126 10
                                    

¿Cómo demuestras a una persona que conoces de toda la vida, que ya no eres ese niño que conoció? ¿Cómo le dices que has crecido? Yo no tengo las respuestas para ello. Simplemente me dedico a correr tras él como hacía de niño. ¡Siempre le dejaba ganar! Él sabía que estaba en el club de atletismo, mi hermano quizá siempre sospechó que yo era más rápido que su amigo pero... yo me limitaba a ir a su espalda. No quería herir su orgullo. Cuando llegábamos a la meta, él siempre se giraba hacia mí y decía "ya crecerás, aún eres muy pequeño". Sonreía cuando lo decía, como si no pudiera ganarle por ser más pequeño que él. Eso me dolía, no por perder, no por lo que decía... sino por lo que pensaba de mí: pequeño. ¡Sí, yo siempre sería el hermanito pequeño de su mejor amigo! Aunque tenía una ventaja el ir siempre a su espalda: tenía las mejores vistas de su espalda y su trasero.

Hoy vuelvo a estar aquí, en la misma maldita encrucijada de siempre. Voy a su espalda y sigo pensando si debo dejarle ganar por no herir su orgullo o quizá... deba acelerar el paso, pasarle y demostrarle que ese niño que él cree ver... ha crecido. Tengo veinticuatro años... él, veintinueve y sigue viéndome como si fuera un maldito chiquillo.

Meterme en la mente de Bakugo Katsuki no es fácil. Si le gano... hiero su orgullo; si pierdo, elevo su orgullo pero seguirá viéndome como un crío; si le desafío... sentirá que seré su rival toda la vida. ¡No es fácil tratar con Katsuki! Nunca lo fue y quizá por eso, siempre me he sentido atraído por él. Odio las cosas fáciles. Sonrío viendo su espalda y su trasero delante de mí. ¡Las vistas siguen siendo buenas! Mejor que antaño, ahora él ha crecido también y su musculatura no es la misma que cuando era un adolescente. Está mucho mejor.


— Creí que corrías más a menudo. Vas a paso de tortuga – se quejó Bakugo mirando hacia atrás.

Con un leve sonrojo, Shoto desvió la mirada. No quería que le pillase mirando su físico, o más bien su trasero.

— Lo hago – se quejó Shoto – es sólo que... no quiero herir tu orgullo – dijo abiertamente.

Con Katsuki, no hay respuestas correctas. Digas lo que digas, se enfadará, gritará, lanzará algún insulto y posiblemente me maldecirá para el resto de mi vida, así que... prefiero ser sincero con él, terriblemente honesto. Le veo la rabia en su rostro y disminuye el ritmo para ponerse a mi lado.

— ¿QUÉ HAS DICHO, BASTARDO? – preguntó Bakugo con claro rostro de cabreo.

— Que no quiero herir tu orgullo. Soy campeón de atletismo desde... – pensó Shoto – desde siempre, creo, no he fallado ninguna competición desde el instituto hasta la universidad.

— Ohhh, eso hará más dulce mi victoria – sonrió Bakugo con prepotencia dando por sentado que él ganaría –. Tómatelo en serio. La casa de tu hermano está al otro lado del parque. Veamos quién llega primero.

— ¿Es un desafío?

— Sí, Todoroki, te desafío.

— ¿Y qué gano yo por ganarte? – preguntó Todoroki deteniendo el paso. Bakugo se detuvo también un momento y entonces, pensó en algo.

— No lo sé, ¿qué quieres?

¡A él! Eso era lo único que Shoto Todoroki quería, pero no podía decirle nada semejante así que pensó en alguna salida para aquello. Casi le había salido sin pensar. Le gustaba ir detrás de Bakugo para poder mirarle el trasero, así que si debía renunciar a eso para ganarle... necesitaba algo pero no estaba seguro de qué pedir.

— Una cita, formal – dijo Shoto.

Bakugo se sorprendió al escuchar algo así. No sonaba nada mal, aunque sí era raro porque era el hermanito de su mejor amigo, pero era algo que podía hacer y además, venía bien para fingir sobre su compromiso. Shoto era listo pensando en no descuidar su imagen actual de fingir estar enamorados, tanto como para comprometerse.

Todo por un "Te quiero" (Bnha, Baku-Shoto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora