Capítulo 1: Reencuentro

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Notas: Toda parte en primera persona está narrada desde la persona de Shoto Todoroki.


¿Alguna vez os habéis levantado, como dice la gente, con el "pie izquierdo"? Yo, varias veces y en esas ocasiones donde parece que tu día comienza mal... os diré una cosa... nunca mejora. Mi mayor anhelo en esos días es volver a la cama, taparme dentro del futón y no salir hasta el día siguiente a ver si el nuevo día hace que mi mala suerte desaparezca. ¡Hoy no podía regresar a mi futón! Debía acabar ese día de mala suerte...


¡Un arrebato! Eso es lo que fue cuando destrozó el teléfono al lanzarlo contra la pared del cuarto de baño del aeropuerto. Él nunca los tenía, ¡jamás! Pero su paciencia estaba llegando a su fin. Hoy era un mal día, de esos en los que él no se habría levantado de saberlo pero... tenía que regresar a casa y sólo rezaba para no perder el avión con su mala suerte.

Miró su teléfono completamente roto y se arrodilló frente a él para recoger los pedazos y la batería. ¿Qué más podía ocurrirle hoy?: el microondas dejó de funcionar para calentar su desayuno; al ir a pedir el taxi en la calle, le habían llenado de agua hasta la ropa interior por un charco del suelo, teniendo que subir de nuevo a casa a cambiarse; llegaba tarde al aeropuerto y había esprintado con la maleta colgando toda la maldita terminal para llegar a la pantalla y ver que su vuelo a Usuki se retrasaba ocho malditas horas por una tormenta en el sur de la isla y, para colmo, decepcionado con aquello, sólo le faltó esa maldita llamada de teléfono que realizó a su actual novio para preguntarle por enésima vez dónde narices estaba. Tras un montón de llamadas que él nunca respondió, éste, finalmente, contestó.

— Ey, ¿dónde estás? Estoy en el aeropuerto y no consigo encontrarte – dijo Shoto con su voz calmada intentando aparentar que todo iba bien.

— Hola, mi amor, verás... es que ha surgido algo.

— ¿Algo? ¡No, no, no, no! Es la boda de mi hermano mayor – dijo Shoto algo más estresado por las circunstancias – es importante, es mi familia, tienes que venir.

— Estoy en una urgencia.

— ¿Urgencia? – preguntó Shoto. Su novio era médico, la palabra urgencia la conocía bien, pero con él, era demasiado bien lo que ya la conocía –. ¿Qué urgencia? ¿Se está muriendo el paciente? – preguntó algo cabreado, porque su novio sólo era un cirujano de rinoplastia, arreglaba narices. Las urgencias con él no tenían cabida, o eso pensaba Shoto.

— No, se ha roto la nariz.

— ¿Y no puede ayudarle el doctor Isumi?, trabaja en la misma consulta que tú y se supone que te cubre las vacaciones.

— El paciente quería que fuera yo específicamente.

— Bueno, yo también quería que fueras tú en especial mi acompañante a la boda de mi MALDITO HERMANO – gritó Shoto sin siquiera darse cuenta de que estaba dejando salir una parte de él que nunca salía.

— Te lo compensaré cuando regreses.

— ¡Ni de coña! Esto se ha terminado. Si es más importante esa nariz que yo, genial, quédate con la nariz. Ni me llames.

Frustrado ante tanta desgracia, simplemente fue un acto reflejo el lanzar el teléfono contra los azulejos de la pared del aseo y se arrepintió al instante de hacerlo, pero... el daño ya estaba hecho.

¡Y ahora sin acompañante! ¿Algo más podía salir mal? Tenía ocho horas de espera, un teléfono roto en sus manos y debía buscar una forma de contactar con sus padres para avisarles de que se retrasaba su vuelo. ¡Todo iba a mejor! ¡Sí! ¡Un día de mierda!

Todo por un "Te quiero" (Bnha, Baku-Shoto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora