Capítulo 13: No puedo sacarte de la cabeza

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Sonreía, tumbado en el colchón, Bakugo sonreía al recordar esa noche mientras empezaba a desperezarse siendo incapaz aún de abrir los ojos. Tres veces lo había hecho con ese chico y cada una de ellas, más excitante que la anterior. Tres veces eyaculó en su interior y quitarse la imagen mental de ver su trasero goteando su semen era algo que no podía hacer. Fue suyo, completamente suyo tres veces y encima, estaba dispuesto a probar cualquier postura con él.

Deslizó su mano hacia la parte derecha de la cama en busca del calor corporal de Shoto. Quería probar "una profunda" con él pero entonces, su mano deslizó demasiado, tanto... como para provocar que abriera los ojos para darse cuenta que no había nadie en la cama. Shoto se había despertado.

‒ ¡Mierda! – se quejó Bakugo suponiendo lo que había ocurrido.

Él siempre se había quejado de las relaciones formales, de cómo odiaba que la gente con la que se acostaba, despertasen con él por la mañana y creyesen que sería algo más que el sexo de una noche. Estaba claro que Shoto había querido evitarle aquello y justamente, quizá sería la única persona con la que él quería repetir todo aquello, con la que quería probar todas y cada una de las posturas, pero él, se había marchado para no incomodarle.

Girándose en la cama para ponerse boca arriba, observó el techo un segundo antes de deslizar su brazo hasta sus ojos y dejarlo allí unos segundos ocultando la luz que entraba por la ventana. Él siempre odió dormir con todo cerrado, Shoto en cambio, parecía de los que no soportaba dormir con algo de luz, quizá por eso se había levantado tan temprano o puede... que incluso preocupado para que él no creyera que aquello había sido más formal de lo que era, no había dormido para poder escabullirse. En cualquiera de ambos casos, debería hablar con él.

Esperó unos segundos. Se encontraba cansado pero sabía que debía levantarse y ponerse en marcha. Posiblemente, hoy su familia regresaría por allí para seguir atosigándole con temas de la boda, así que tras un largo suspiro, apartó el brazo de encima de sus ojos y se incorporó dispuesto a irse a la ducha. La necesitaba después de lo de anoche.

Tras la revitalizante ducha, salió a la cocina secándose con una toalla su revuelto cabello rubio. Pese a que todavía se quedó húmedo, dejó la toalla sobre su cuello y empezó a prepararse el desayuno. Cuanto más miraba el apartamento, más pensaba en Shoto y en donde estaría o qué estaría haciendo.

Sopló a la taza con su café y dio un sorbo antes de escuchar la vibración de su teléfono móvil. Por un instante, mostró una sonrisa autocomplaciente creyendo que Shoto le llamaba para algo, sin embargo, cuando destapó la funda y vio que era su madre, su rostro cambió radicalmente y dejando la taza de café humeante de nuevo sobre la encimera de la barra americana frente a la que estaba sentado y salió corriendo al cuarto para vestirse. Tenía que huir de ahí antes de que fuera a buscarle.

***

¡Sorprendido! Así es cómo se había quedado Bakugo, demasiado sorprendido y... ¿dolido? Sentía una opresión extraña en su pecho cada vez que veía la sonrisa de Shoto a través de la ventana. Parecía sonreír demasiado cuando estaba con Izuku. A través de la ventana, podía verlos a los dos desayunando en la cocina muy animadamente y entonces... recordó esa conversación en la azotea:

"Él... cómo decirlo – susurró Shoto – él me veía cuando era invisible. Si estaba solo en algún lugar, él venía y sólo... me gastaba alguna broma, o me traía algo de comer o de beber y se quedaba a mi lado. Al principio creí que sólo lo hacía porque se sentía mal por mí e ignoré todo lo que pensé que podía sentir. Creía que le quería pero... ¿Cómo estar seguro cuando nadie más te había prestado atención nunca? Y entonces... lo supe, sólo... lo supe. El día que faltaba, lo buscaba incesantemente con la mirada, echaba de menos sus bromas, mis días malos eran muy malos. Empecé a fijarme en sus pequeños gestos – sonrió Shoto – me gustaban demasiado: sus sonrisas, la forma en que se revolvía el cabello después de mojárselo en la fuente tras hacer deporte, un tic que tenía con su dedo pulgar al conducir – sonrió Shoto al recordarlo – supe que echaba de menos todo de él cuando no estaba o cuando no podía verle."

Todo por un "Te quiero" (Bnha, Baku-Shoto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora