Todo por un "Te quiero" (Bnha, Baku-Shoto)

Capítulo 14: Fiesta de despedida

Mientras miraba la televisión, Bakugo no podía evitar desviar de vez en cuando la mirada hacia Shoto. Sentado en el sofá, con su pantalón corto y camiseta corta que usaba para dormir, descalzo como estaba y sentado a modo indio, su compañero miraba el teléfono y tecleaba a gran velocidad. Hablaba con alguien y parecía interesado en ello, más que en ver la televisión.

‒ ¿Con quién hablas? – preguntó Bakugo curioso por esa gran atención que recibía la otra persona.

‒ Con mi hermano – susurró Shoto.

‒ ¿No está en su luna de miel?

‒ Si – dijo Shoto a modo de respuesta aunque Bakugo esperaba algo más.

‒ ¿Y?

‒ ¿y, qué? – preguntó Shoto confuso por saber a qué se refería.

‒ Que creí que preferiría pasar esas semanas con su mujer y no hablando con su hermano.

‒ Sólo me cuenta que ya vienen la semana que viene. Me ha mandado unas fotos de su viaje. ¿Quieres verlas? – preguntó Shoto.

‒ No. Tendré bastante cuando quiera que vayamos a ver juntos las fotos de su boda, ya es suficiente tortura, no necesito las de la luna de miel también.

Shoto sonrió. Era cierto que Bakugo odiaba todo ese tipo de cosas como mirar fotografías sin más. Le aburría demasiado, pero era algo común en algunas personas, sobre todo cuando eran fotografías que no tenían relación contigo y lanzaban veinte mil ráfagas sobre la misma imagen.

‒ Te entiendo. También me aburren un poco si es que me ponen demasiadas.

‒ La diferencia, es que tú seguro que te las tragarás todas – sonrió Bakugo.

‒ De eso estoy seguro, es mi hermano. No me dejará levantarme del sofá hasta que termine de ver todas ellas. Tú tienes escapatoria.

¡Evitando el tema estrella! Así estaban los últimos días. Shoto miró la televisión entonces por primera vez viendo el avance de las noticias locales. Se veía el pueblo, iluminado con las luces de navidad que ya estaban presentes. Sonrió.

‒ ¿Por qué sonríes?

‒ Pensaba en que sólo a mi hermano se le ocurriría casarse en esta época del año. Ya empieza a hacer frío.

‒ Tu hermano siempre ha sido diferente en todo. Casi es navidad.

‒ Sí. Ni siquiera me he fijado en las luces del pueblo. Supongo que mi hermano llegará a tiempo para celebrar año nuevo en casa.

‒ Sí, de hecho... mi familia me ha pedido si podíamos alargar un poco las vacaciones para poder pasar el año nuevo en casa. Le he dicho que te preguntaría, por tu trabajo y eso.

‒ Puedo llamar a la emisora y ver si me darían esas vacaciones que me quedan.

‒ ¿Te quedan vacaciones?

‒ Creo que no he pillado vacaciones desde que empecé a trabajar allí. No creo que me pongan problemas, más sabiendo que me iba un poco lejos a ver a la familia y eso.

‒ Además, es navidad. Si no te las dan, diles que lo hagan como regalo de navidad o algo así – sonrió Bakugo.

‒ No creo que eso colase, pero lo intentaré.

Shoto pareció pensar y luego, miró el calendario en su teléfono. El día once de enero era su cumpleaños pero Bakugo seguramente ni sabía eso, caía en un domingo.

‒ Oye Bakugo – volvió a llamarle por su apellido dejando atrás aquel "kacchan" de la otra noche que tanto le gustó a él escuchar. Bakugo se giró a mirarle pero Shoto seguía absorto con la mirada en su teléfono como si fuera importante – si... estuviéramos aquí para el once de enero, ¿vendrías a cenar conmigo? Es un domingo.