AMORES DE CRISTAL

CAPITULO 8

Mal estaba sonrojada, le daba tanta vergüenza y Evie no había dicho ni una palabra desde que terminó su relato.

Mal : ya di algo rogo

Evie : bueno creo que literalmente Ben no dejo nada para la interpretación, fue claro, yo diría que mucho.

Mal se sonrojo.

Evie : ¿No intento hacerte nada verdad?

Mal : no, después solo entramos y me dejó en el cuarto.

Evie : bueno pues es evidente que Ben aún no se rinde contigo y yo dijo que deberías aprovechar.

Mal : es que lo estoy intentando, de verdad que si, pero aún no se como......

Evie : ¿Cómo qué?

Mal : como amar a alguien,  es decir yo te amo Evie pero no es mismo amarte a ti a amar a Ben o a Harry en la forma que me lo piden.

Evie : ¿Por ninguno?

Mal nego con la cabeza.

Mal : ¿eso significa que hay algo mal en mí?

Evie :  claro que no, solo significa que aún no has encontrado a la persona que te haga nacer ese sentimiento....puede que llegue o puede que no, no tienes que sentirte obligada a amar a Ben, tu le hablaste con la verdad, tal vez se lo dijiste tarde pero a fin de cuentas hablaste y le dejaste claro que tú no correspondias sus sentimientos.

Mal se unido más en la silla.

Evie : Mal deja de presionarte, tu vas amar a alguien cuando sea el momento, además yo creo que Ben ya se está ganando ese corazón.

Mal no iba a negarlo, al principio lo único que se sentía por Ben era un odio, asco y mucho rencor pero luego cuando se enteró de que él también había si do engañado sintió pena porque él no sabía en lo que se había metido, no sabía que había comprado una esposa.

Ahora ya no le tenía rencor, ni odio, ella sabía lo buena persona que era, era divertido, amable, honesto, ingenuo pero no en el mal sentido, era de aquellos ingenuos que creian  en la pureza de las personas, era un exelente maestro, comprensivo y muchas cosas más pero si Mal tuviera que decir que le gustaba más de Ben, sin dadas diría que era su corazón.

Ese enorme corazón que lo impulsaba a creer en cosas grandes y en las personas.

Evie tenia razón, Ben se estaba haciendo un lugar en su corazón y era normal pasaba todos los días con él.

La cuestión ahora estaba en descubrir si Mal podría corresponder ese sentimiento con la misma profundidad que Ben.

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Mal soltó un risita e intento por todos los medios que no fuera sonora para no llamar la  atención hacia ellos.

Ben pareció no estar de acuerdo y siguió hablando en su oído haciéndola reír hasta que Mal soltó una risa sonora, al menos lo suficiente como para que algunas personas a su alrededor los voltearon a ver.

Ben también estaba riendo.

Mal : ya basta, la gente nos está mirando.

Ben : eso es porque estás bellísima

Mal se sonrojo más y Ben no lo paso desapercibido.

Mal : hablo en serio

Ben se volvió a inclinar y le susurro.