Capítulo 9

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"Si el amor es una pelea, entonces moriré con mi corazón en el gatillo"

"Angel with a shotgun" —The cab 


¿Acaso estaban hablando en serio? ¿Eliel sería capaz de romper el bloqueo de la mente de Jaden?

Eso esperaba Neir, pero la verdad es que no podía confiar en él, siendo Infortunium lo más probable es que se negase a ayudarlos. No podía soportar ver sufrir una vez más a Jaden, con una había sido más que suficiente para toda su eternidad, gracias. Tenía que admitir que algo en su interior reaccionaba a él desde que lo conoció, y esto muy a su pesar le incitaba siempre a querer estar cerca de él y querer protegerlo de todo.

No.

Tenía que sacarlo de su mente a como diera lugar, no podía albergar sentimientos hacia el pelirrojo con ojos de jade. Sin embargo, era demasiado tarde, quería estar cerca, había algo que lo compelía a estar ahí para él, aunque él se rehusara con todas sus fuerzas.

«No, no y no. Mil veces no. No lo arruinaré así. El balance existe por alguna razón», se repitió Neir como por milésima vez, y es que, en efecto, dicho balance ya había sido amenazado en una ocasión. Todo por la existencia del vínculo emocional conocido como amor.

Hace muchas generaciones, tantas para ser contadas, existió una pareja demasiada enamorada, juntos por siempre se dijeron, en las buenas y en las malas. Ellos prometieron encontrarse aún en el más allá cuando sus vidas fueran finiquitadas, lo cual sucedió tiempo después cuando su tribu fue atacada y ellos quedaron atrapados dentro de una choza en un incendio que se llevó consigo a muchos, tanto chicos como a grandes.

Se cuenta que el amor de ellos fue tan fuerte que lograron encontrarse después de la muerte como prometieron. Justo aquí, en Kosmusrujani, el mundo de las almas. No obstante, al llegar se les dijo que serían enviados a la Tierra nuevamente después de cumplir su ciclo, pero que no se les aseguraba que volvieran a encontrarse.

Ellos no aceptaron la posibilidad de separarse cuando renacieran en otros cuerpos en el mundo mortal. Sus corazones se llenaron de odio y rencor, eso lamentablemente los selló como Infortunium, y a raíz de esto, sus poderes de Elementari recién adquiridos, mutaron a lo que son hoy en día.

Juntos se enfrentaron a todos, desatando caos y rebelión a su paso, pues al negarse consiguieron que varios Elementari se unieran a su causa, de este modo surgieron más Infortunium: no querían una nueva vida, querían regresar a la anterior, por lo que casi destruyeron Kosmusrujani y parte de la Tierra en el proceso. Mientras que Kosmusrujani aguantó, el cambio climático sacudió la Tierra, las cosechas se perdieron y sobrevino gran mortandad sobre esta.

Se tuvo que recurrir a todos los Umbradex disponibles e incluso a los que estaban en entrenamiento para detenerlos. De este modo, también se nombraron líderes de clanes de Elementari para ayudar a controlar la población de Infortunium, que seguía en aumento con las muertes provocadas.

Ese par pudo ser contenido gracias al esfuerzo conjunto del antiguo Covenciet, dando fin a las disputas y rebeliones. Sin embargo, se les dio un castigo ejemplar: puesto que Eliel y Damira se rehusaban a separarse en el mundo mortal, el Covenciet decidió que no habría más reencarnaciones para ellos, pero tampoco podrían estar juntos. El alma de ella fue destruida para siempre con la evanescencia, como ejemplo a los que quisieran hacer lo mismo. Mientras que Eliel... bueno, aún vivía, aunque siempre recordaría que no debió interferir con el balance.

Librándose de la maraña de pensamientos que se escondían en su mente, Neir se enfocó en sus amigos. Quería ver la reacción de ellos con estas noticias, pero todos permanecían quietos, en el más profundo de los silencios, que si permanecían más tiempo así podrían pasar por estatuas.

El resurgir de un corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora