Pietra [Hermione Granger]

Capítulo XII: T/N y Lily

Hermione abrió los ojos de golpe, sintiendo el corazón latir con fuerza en su pecho. Había tenido una noche terrible, llena de pesadillas y sobresaltos. No podía olvidar la imagen atroz de T/N sangrando por las manos, herida en la piel por el cristal que había roto con furia, y herida en el alma por el amor de Lily Potter.

Había recibido una advertencia, prácticamente amenazante, de parte del ministerio por haber roto la ley le habían advertido que, si reincidiera nuevamente en esa actitud, le sería arrebatada su varita y sería inmediatamente expulsada del Colegio Hogwarts De Magia y Hechicería.

La Navidad se había teñido de rojo con la sangre de Pietra. Harry se quedó horrorizado al saber lo que le había pasado a su madrina, y Sirius se puso tan pálido que parecía un fantasma. Quitó todos los espejos de las habitaciones, temiendo que su hermana volviera a lastimarse con alguno. Tonks no se separó de su lado ni un momento. Se preocupaba por la seguridad de su tía, y durmió en su cuarto sobre un colchón que había puesto junto a la ventana. Desde allí podía ver a su tía dormir y estar alerta a cualquier signo de angustia o dolor hasta que se quedaba dormida. Aunque, como todos los demás, aun le atribuía su dolor a muerte de Marlene Mckinnon.

Todos se mostraron comprensivos y empáticos hacia el dolor de T/N. Ingenuamente pretendían ignorar el estallido de la noche anterior, procuraban despejar a Black de su dolor haciéndola reír y charlando amenamente con ella. Solo Ginny y Hermione, que conversaban a escondidas en una esquina, notaban la falsedad que componía la sonrisa de T/N y el dolor en sus ojos. Veían como se forzaba a participar en la conversación, pero su mirada se perdía en el vacío.

Ginny: ¿Qué fue lo que pasó realmente? —le preguntó a Hermione en voz baja— Creí que te le habías declarado... ¿No?

Hermione: Algo así... —repuso mirando a T/N con tristeza— Pero ya ves que terminó mal... a-aunque...

Ginny: ¿Aunque qué? —preguntó extrañada, mientras Hermione apretaba sus labios y bajaba la voz—

Hermione: Ella... Pietra me besó —confesó ruborizada, y, antes de que estallará en un victorioso grito, le tapó la boca a su amiga con rapidez— No te adelantes, Ginny. Solo me besó por que estaba borracha. No estaba en sus cabales cuando me dijo que le gusto...

Ginny: ¿Te dijo eso? —preguntó emocionada, una vez que se deshizo de la mano de su amiga que le sellaba los labios— Hermione, que estuviera ebria no quita que sienta eso por ti. Tal vez solo se atrevió a decírtelo por el alcohol.

Hermione: No tengo como saberlo —dijo frustrada— No lo negó ni lo afirmó cuando ya estaba sobria, solo dijo que "no podía corresponderme".

Ginny: ¿Dijo "no puedo" o "no quiero"? —cuestionó alzando una ceja y mirando fijamente a Hermione—

Hermione: Di-dijo... "no puedo" —contestó, jugando nerviosamente con sus dedos y evitando el contacto visual— pe-pero...

Ginny: Es obvio lo que está pasando —concluyó rápidamente— Le gustas pero no quiere admitirlo. Se esfuerza en ocultarlo, pero no puede negarlo. Apuesto que se siente mal consigo misma por esa mujer que amaba y murió: Marlene Mckinnon.

Hermione: Si, claro... Marlene —musitó, agachando la cabeza. Tratando de pretender que no sabía lo de T/N y Lily Potter— Pero entiende algo: No puedo competir con un fantasma. Si T/N la sigue amando aunque esté muerta, yo no tengo posibilidad.