Capítulo XVII: Portadas.

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T/N se había alejado de Hogwarts por los últimos dos días. Solo veía a Harry cuando él se escapaba a visitarla, preocupado por su estado de ánimo. Ella le decía que estaba bien, que solo necesitaba un poco de espacio y tranquilidad. Era, en su opinión, la mejor forma posible de evitar un cruce con la Señorita Granger. Después de ser descubierta por la profesora McGonagall en tan indecorosa situación, lo que más deseaba era no volver a repetirlo jamás.

Pero particularmente esa mañana le costaba no acudir al castillo. Había sido la primera clase de oclumancia de Harry con Snape y estaba segura de que, con tan mal profesor, había sido una experiencia desagradable para Harry, por lo que quería ir y comprobar que estuviera bien. Pero no. Debía permanecer firme en su postura, y evitar la tentación que el solo ver a Hermione le producía.

Se sentó en la silla mecedora del porche, y bebió de su café. Aunque afuera hiciera frío, Hogsmeade era un hermoso lugar que dibujar. Era su primer dibujo desde la despetrificación. Con cuidado y delicadeza, trazaba con el lápiz los detalles de las casas, las chimeneas, los árboles y las montañas. Estaba tan absorta en su tarea que no se percató de la lechuza que se acercaba volando hasta que se posó junto a su taza humeante. El ave traía un periódico en el pico y la miraba con impaciencia.

T/N bufó, molesta por la interrupción. Sacó del bolsillo de su pantalón cinco knuts y las metió una a una en una bolsita de cuero que colgaba del cuello de la lechuza. Tomó el periódico y se lo echó al lado, sin prestarle atención. La lechuza emprendió el vuelo, pero al hacerlo, rozó con un ala la taza de T/N y la hizo caer al suelo.

T/N: ¡Maldita alimaña! —gruñó furiosa—

T/N se agachó a recoger los trozos rotos de su taza y los dejó sobre el alféizar de la ventana más cercana. Ya se ocuparía de repararla después. También ignoró el periódico, no le interesaban las noticias del mundo mágico. Lo único que le importaba era su dibujo y las bellas vistas de Hogsmeade.

Debió haber leído el periódico, así sabría de la fuga en masa de Azkaban.












Harry Ron y Hermione corrían desde la carroza que los había traído a Hogsmeade hasta la casa de T/N. Los tres estaban agitados y sin aliento, pero no pensaban siquiera en parar.

Por lo que habían leído en El Profeta, las autoridades apuntaban a Sirius como cómplice de la fuga, lo cual la relacionaba directamente con el delito. Siendo Bellatrix, una de las fugadas, su prima y Sirius su hermano, lo primero que las autoridades pensaron es que ella debía estar involucrada.

Pero los tres sabían de su inocencia y la de Sirius. Pensaban que podrían llegar y advertirle, si es que no había recibido el periódico, o ayudarla a escapar de un injusto encarcelamiento.

Pero cuando llegaron a la cabaña, se encontraron con una escena que los dejó helados. Cuatro hombres vestidos con túnicas del ministerio rodeaban a T/N, que estaba sentada en su silla mecedora con una expresión de incredulidad y confusión.

Ella, abruptamente sorprendida, se quedó ojiplática al escuchar de boca del auror el motivo de su visita. ¡La querían interrogar como posible cómplice de una fuga en masa!

T/N no podía creer lo que escuchaba. Miró de reojo el periódico que había ignorado antes y vio el titular que lo confirmaba todo.

FUGA EN MASA DE AZKABAN EL MINISTERIO TEME QUE BLACK SEA EL «PUNTO DE REUNIÓN» DE ANTIGUOS MORTÍFAGOS

Deseó con todas sus fuerzas que al decir “Black” se refirieran solo a su hermano, pero por la actitud de los aurores lo dudaba mucho.

Craig: Si es inocente no tiene nada de que temer —gruñó Matthew Craig, el mismo auror que la interrogó anteriormente—

Pietra [Hermione Granger]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora