Pesadillas

433 41 21
                                    

Espero que les guste~

Nota: Estuve muy ausente pero como que por momentos, se me ocurren más ideas para otro libro y me olvido de los demás xD

Nota-2: Tenía planeado publicar esto después pero es el único cap que tengo terminado y creo que queda bien ^_^

Hunter tenía horario de sueño horrible y disparejo, producto de las pesadillas que atormentaban su mente a la hora de dormir y de los intentos de asesinato nocturnos que sucedían de noche en el castillo en su época en el aquelarre.

Dependiendo de lo que sucediera en su sueño, era el nivel de miedo con el que se despertaba. A veces tenía suerte y se despertaba sobresaltado, sin recordar realmente lo que había soñado, pudiendo dormir cuando se calmaba lo suficiente. En otras ocasiones, las pesadillas resultaban ser malas y lo obligaban a despertaba con un grito apenas ahogado por años de costumbre, con destellos de recuerdos que empujaba en el fondo de su mente mientras se levantaba para prepararse para otra noche de insomnio. Y en los peores casos, las pesadillas eran lo suficientemente malas como para asquearlo y enfermarlo, levantándose y básicamente corriendo para vaciar su estomago en el baño, manteniéndose despierto durante días antes de simplemente desmayarse en algún momento.

Realmente espero que, ahora en su estado encogido y con recuerdos borrosos, las pesadillas desaparecieran por un rato.

Ese no fue el caso.

Darius se despertó de golpe cuando un grito lleno de terror resonó por su casa, sus manos torpes mientras se levantaba el antifaz que cubría sus ojos y parpadeando con confusión, tardando unos vergonzosos segundos en darse cuenta de lo sucedido.

-¡Hunter!- se levanto ante el segundo grito, corriendo descalzo hacia la habitación de su hijo y entrando, mandando por la ventana el respeto a la privacidad ajena, sintiendo su corazón romperse ante la escena. El niño estaba sentado en la cama, abrazando contra su pecho ese extraño muñeco de apariencia de sapo rosa que nunca entendió de donde saco realmente, las sabanas volcadas y con lagrimas saliendo a un ritmo alarmante, su rostro rojo por el llanto y las orejas bajas en señal de angustia.

-...papá...- su voz se rompió, sollozando abiertamente.

-Oh, principito...- se sentía fatal. Habían sido buenos días, llenos de juegos y risas, recibiendo montones de cariño, había tenido la esperanza que eso amortiguara las pesadillas. -Ven aquí- empujo el asco en el fondo de su mente para ocuparse de ello más tarde, más concentrado en alzar a su angustiado hijo, abrazándolo con todo el cariño que tenía y dejándolo llorar en su hombro, las lagrimas y mocos manchando su pijama con tema de abominable. Podía sentirlo temblar, acurrucándose todo lo posible contra él, pero a pesar de sus esfuerzos, no parecía estar calmando muy bien su llanto.

-¡Él estaba aquí!- jadeo. -Vino por mi y tenía tanto miedo...- sus pequeñas manos se aferraron a la ropa ajena, retorciendo la tela, ignorando el ligero dolor que sentía en sus dedos por el fuerte agarre. -...porque era pegajoso y viscoso y...y estaba encima mío...- Darius se aferro a su hijo, triste. -...quería tomar el control otra vez...- la historia de la posesión no había sido para nada bonita pero que el niño lo recordara en sueños, por Titan, eso era peor. -...Quiero a Luz...- pudo escuchar que murmuraba contra su hombro, su pequeño cuerpo temblando por sus sollozos.

-¿La humana?- por un momento, estaba confundido, pero ahí es cuando un recuerdo se le vino a la mente.

-Luz es asombrosa, aunque es algo que no le diré de frente porque no quiero inflarle el ego...- fue un comentario que soltó en una de esas noches de insomnio, uno de esos momentos en los que lograba relajarse y decidía hablar de lo que se le venia a su cansada mente. -...pero incluso cuando yo era un tonto, no se rindió. Ella intento salvarme cuando estuvimos en su mente, intento consolarme, me ofreció un lugar en la Casa Búho, se interpuso entre Kikimora y yo, se puso en mi lugar para que yo no tuviera que enfrentarlo...- sonrío, suave y lleno de cariño, algo que sucedía más seguido para el alivio de muchos. -...prometió mantenerme a salvo, protegerme, porque me consideraba su familia y ella cumplió- tarareo, sumergido en sus recuerdos, algo que hizo sonreír al mayor en ese momento. -Luz es asombrosa-

-Te llevaré con Luz- accedió con facilidad porque por mucho que le duela no poder consolarlo por su propia cuenta, estaba más preocupado por el niño.

Se coloco sus zapatos con algo de esfuerzo y se hundió en una masa abominable, moviéndose con facilidad hasta reaparecer frente a la puerta de la casa, agradecido por la falta de aquel extraño búho largo y de voz chillona. Golpeó un poco más fuerte de lo que pretendía, ansioso, deseando con todas sus fuerzas que la humana estuviera allí y no del otro lado del portal.

-¿Tienes una idea de la hora que es?- gruñó Eda apenas abrió la puerta, el cabello suelto y despeinado por haber estado durmiendo, sin ese horrible garfio suyo. -Espero que tengas una buena razón para estar aquí o te pateare tu abominable trasero en mi forma de arpía- se ve furiosa y sinceramente, el brujo no puede culparla, él estaría igual si alguien lo levanta en medio de la noche.

-Es Hunter- y ahí es cuando ella pareció despertar del todo, parpadeando, notando al niño que aun sollozaba y ahora la miraba con ojos llorosos.

-Oh...- el enojo de antes se desvaneció y se hizo a un lado, haciendo un gesto para que pasara, algo que él hizo con pasos rápidos. -¿Qué paso?- frunce ligeramente el ceño, esta vez más preocupada que molesta, sus orejas agitándose ligeramente ante el llanto ahogado que puede escuchar.

-Tuvo una pesadilla, creo que fue...él...- la bruja hizo una mueca, ya sabiendo a quien se refería. -...y no puedo calmarlo- una muestra de como se había ablandado, nunca hubiera admitido que no puede hacer algo, mucho menos frente a Eda. -Quiere a Luz-

-¿Darius?- ahí es cuando la humana aparece, luciendo adormilada, el cabello despeinado y vestida de pijama, con unas pantuflas tan coloridas que él debe desviar la vista momentáneamente. Agradece que ella estuviera allí y no es su propio mundo o las cosas se hubieran complicado. -¿Qué pasa?- se frota los ojos con los puños y parpadea, centrando su atención en el niño, quien se anima al verla.

-...Luz...- el llanto vuelve con todo, desordenado y rompecorazones, angustiado mientras estira los brazos hacia ella.

-Oh, hermano...- ella luce devastada mientras se acerca y Darius se lo entrega voluntariamente, observando como el menor se aferra a la humana, quien no parece importarle el desastre de lagrimas y mocos que se acumulan en su hombro. Ella calla suavemente los murmullos del niño pero por su expresión, los mayores tiene la sensación de que ella ya escucho algo parecido antes. -Vamos, tu amigo y tu pueden dormir conmigo hoy- les muestra una sonrisa cansada al par y bosteza ligeramente, dándose media vuelta para volver a su habitación.

Ambos se quedan callados, cansados y preocupados pero un poco más tranquilos, esforzándose por ignorar la punzada de culpa que sienten al darle a Luz la responsabilidad de consolar al traumatizado niño.

-Venga, tengo una cama de sobra- Eda lo empujo, obligándolo a avanzar y rompiendo el tenso silencio que se había formado.

-¿Cama?- su mente esta cansada, así que no entiende del todo a lo que ella se refiere pero aun así, se deja llevar sin mucha queja, sintiéndose desinflado.

-Reine no siempre soporta dormir en el nido, así que tiene una cama pero esta conmigo hoy...- la bruja abre una puerta, mostrando una habitación pequeña y simple pero con lo más importante de todo, una cama con colchón grueso y almohadas. -...así que puedes dormir aquí- señalo. -Las sabanas están limpias, maniático- agrego ante la falta de respuesta, algo incomoda ante la falta de quejas. Darius es un quejumbroso, es su naturaleza pero por esta vez, no dice nada, arrastrando los pies hacia la cama y dejándose caer con un gruñido cuando levanta las sabanas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 12, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pequeño HunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora