Capítulo 4 Ruptura (18 años, 2028)

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Había pasado un año desde aquella cena con mi madre y Tanit, ambos habíamos estado bastante bien, o eso creía hasta que hace unos meses comenzaron las discusiones, discusiones por cosas sin sentido, la última discusión había sido sobre qué película ver, quiero decir que pareja termina por discutir por eso, tenía miedo de perderla y era por eso que siempre terminaba por decir que era mi culpa, incluso cuando era obvio que no lo era, pero eso la mantenía feliz, así que terminé por acostumbrarme a hacer eso.

En este momento iba en camino a su casa ya que me había llamado para hablar sobre algo, siendo sincero tenía miedo, a cómo han estado las cosas últimamente siento que el final de nuestra historia está cada vez más cerca. Al llegar a su casa me quedé afuera terminando mi cigarro, hasta que la voz de Tanit me interrumpió casi al terminar mi cigarro.

— Apaga eso y entra — dijo haciéndose a un lado para que pudiera pasar, tiré mi cigarro al suelo después de haberlo apagado y entré a su casa — Pasa, no hay nadie — dijo cerrando la puerta una vez entré.

— ¿De qué querías hablar? — pregunté con algo de miedo a su respuesta.

— Sobre esto — dijo encendiendo el televisor dejándome ver en las noticias que estaban hablando de nosotros — En las noticias ya están hablando de nosotros, y no es que sea malo, en cambio, es bueno que la gente sepa que hay gente que está aquí para protegerlos — dijo ella, lo que hizo que mis nervios y mi preocupación calmaran un poco — Pero — dijo haciendo que la poca calma que llegó se fuera — Es incómodo que piensen que somos pareja — dijo con un tono serio.

Esto tenía que ser una broma, no había forma de que ella hubiera dicho eso, una parte de mi esperaba que fuera el final, que me fuera a terminar, pero que dijera que nunca fuimos nada, eso no lo esperaba para nada.

— ¿Qué quieres decir con eso? — pregunte con un nudo en la garganta.

— A que es incomodo que piensen que somos pareja cuando no lo somos — dijo mientras tomaba asiento a un lado mío en el sofá — No he comido nada ahora que lo recuerdo, ¿me ayudas a cocinar? — dijo mientras se ponía de pie y caminaba a la cocina.

— ¿Estás bromeando verdad? — pregunte con un poco de molestia en mi voz.

— Okey si no quieres ayudarme no pasa nada — dijo desde la cocina — ¿Qué te pasa ahora? Normalmente siempre cocinamos juntos — dijo mientras buscaba qué cocinar en su refrigerador.

— Tanit dime que es una broma — dije mientras me acercaba a la cocina — Estamos a nada de cumplir un año de novios — dije apuntandonos — No me digas ahora que nunca fuimos nada, en un puto mes cumplimos un año —

— Lo siento Tristan — dijo ahora viendo al piso — Pero para mi esto jamás fue algo real y creí que para ti tampoco — dijo volteando a verme a los ojos — Además si seguimos con esto podrías meterte en problemas — dijo recordandome la diferencia de edad — Te recuerdo que tu ya tienes 18 y yo apenas 16 —

— Mejor me voy Tanit — dije mientras iba en dirección a la puerta principal

— Espera — dijo detrás de mí — Sé que esto que te pediré será difícil — dijo tomando mi mano — Pero crees que podríamos intentar volver a ser amigos, no quiero que sea incómodo todo esto — dijo acercándose más a mi — Despues de todo nuestras familias son amigas y no quiero que sea incomodo para ambos vernos en cenas o algo así — dijo dándome un abrazo de despedida.

— Lo intentare Tanit — dije aceptando el abrazo deseando que nunca acabara — Pero será difícil — dije tomando el valor para separarme de ese abrazo — Dame algo de tiempo y luego hablaremos sobre lo de la amistad —

— ¿Y qué pasará en las cenas mientras tomas ese tiempo? — pregunto desde el marco de su puerta

— No te preocupes por eso — dije sacando otro cigarro y poniendolo en mi boca — No estaré en ninguna en ese tiempo — dije encendiendo mi cigarro para darle una buena calada — Cuando sea capaz de verte sin sentir que me derrumbo volveré a esas cenas — dije soltando el humo de cigarro y volviendo a ponerlo en mi boca para salir a caminar por las calles de la ciudad.

Caminaba sin rumbo alguno por la ciudad, lo único que quería era salir de ahí, no quería seguir por esa zona, estaba dolido, triste, pero sobre todo me sentía traicionado, cómo fue capaz de decir que todo lo que pasamos en este año nunca fue nada serio para ella y lo peor era que no podía odiarla, tal vez tiene razón somos muy jóvenes, o bueno ella lo es, tal vez y lo hizo para evitarme problemas, seguí caminando hasta llegar al centro de la ciudad donde una estatua de nosotros dos había sido erigida en honor a nuestra batalla en esa zona, tal vez fue el enojo que contenía o la tristeza que no podía expresar pero termine por desaparecer esa estatua de un simple hechizo, en un momento estaba y en el otro solo era polvo.

Estaba en camino a mi casa cuando un mensaje de un amigo me sacó de mis pensamientos, el mensaje era una invitación a una fiesta, después de unos minutos pensándolo decidí aceptar, camine lo más rápido que pude a la ubicación que me había mandado mi amigo, eran casi las 9 de la noche y no estaba tan lejos de la fiesta, el plan era sencillo ir, pasar un tiempo con mis amigos y tomar unas cuantas cervezas.

MaddoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora