C: 1 - PILOTO

2.3K 162 6
                                    

Narra Hermione:


-Trabajar en el ministerio de magia siempre había sido mi gran sueño. Quería tratar de cambiar el mundo poco a poco y nada me hacía más feliz que trabajar y hacer la diferencia día con día.

Hace dos años que me había graduado de Hogwarts. Junto a Harry y Ron habíamos aceptado los trabajos que nos habían invitado personalmente a ejercer.

Ron y Harry aceptaron inmediatamente y se convirtieron en grandes aurores, pero yo decidí terminar mi último año después de la guerra, y mi empleo seguía esperando por mi, por eso apenas termine Hogwarts, el ministerio me espero con las puertas abiertas y yo más feliz no podía ser.

Llevaba entonces dos años trabajando aquí, todo era increíble. El buen ambiente, las brujas y los magos amables que conocía día con día, incluso muchos admiradores llegaban para darme las gracias a mi y a los chicos por haber derrotado a Voldelmort.

Nada podía ser más perfecto. Aunque claro esta, que mi vida laboral no era la única que quería. También anhelaba amor, una pareja, un compañero de vida.

Creí que con Ronald iba a tener eso, pero no sucedió. Al final de la Guerra y con mi regreso a Hogwarts perdimos comunicación en el aspecto romántico. Creí que lo nuestro sería algo duradero que enfrentaría incluso la lejanía. Pero el destino me hizo entender que no, porque con solo cuatro meses de estar en Hogwarts me llegó la noticia de que Ron estaba conociendo y saliendo con una aurora que acababa de conocer, su nombre era Emily Rosenbert.

No me malentiendan, la conocí en mis primeras vacaciones y me di cuenta de que era una gran mujer; era linda, divertida y buena cocinera, además de ser muy paciente. Todo lo que Ron buscaba en una mujer.

Y yo, yo apenas y tenía paciencia, no me quedaba callada cuando algo no me gustaba y, me gustaba el romance. Cosas que no veía en Ron o él simplemente no valoraba. Al final terminamos regresando con la amistad que teníamos y tanto él como Harry siguieron siendo grandes personas en mi vida, incluso Ginny, quien se había vuelto una gran jugadora de Quidditch y había retomado su relación con Harry.

Todos estaban felices y enamorados, excepto yo. Todos estaban en planes de citas doble e incluso me habían tocado situaciones incómodas donde hablaban sobre futuras bodas, citas, lunas de miel, el típico "cómo se conocieron?", y el peor momento incómodo para mi... El tema de los hijos.

Todos hablaban e intentaban hacer conclusiones sobre cuándo podrían hacer planes para tener un bebé, planes para empezar a comprar ropa o empezar a ver sobre cuidados de ellos. Me habían tocado muchas veces decir que tenía que ir al baño para evitar esos momentos incómodos donde tenía que quedarme callada por falta de amor.

Y eso era lo que pasaba ahora, solo que en estos momentos no podía salir ya que estaba acorralada entre Harry y Ron quienes estaban a lado de sus parejas, Ginny y Emily. Los cuatro en su burbuja de amor, sonriendo como tontos el uno al otro y hablando animadamente sobre si tuvieran un hijo, ¿a quién se parecería más?

Definitivamente debía salir de aquí, pero por más que rogaba a Merlín, no podía. ¿En qué momento me vine a sentar en este lugar?-

Ron: ...No, mi familia tiene los mejores genes. Estoy seguro de que si tuviéramos un hijo saldría pelirrojo. -sonrió-

Emily: Toda mi familia es pelinegra, Roni. Estoy segura de que ese bebé saldría con mis genes. -aseguro sonriendo-

Harry: Todos me decían que era idéntico a mi papá, y que saque los ojos de mi madre. Si tenemos un hijo seguro es mi copia exacta. -miró a la pelirroja-

Ginny: Ya conoces a mi familia, Harry. Todos somos pelirrojos y estoy segura de que mi bebé no será la excepción.

Harry: Pero estoy seguro de que nuestro hijo saldría azabache.

INDIFERENTE Y ARROGANTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora