C: 16 - RENNEGER

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Ministerio de Magía-


-Habían pasado casi diez minutos desde que llegué a la oficina de Gaspar. Continúe avanzando por cuenta propia la carpeta que tenía para no perder tiempo en el trabajo.

Estaba tan metida en mis pensamientos y en mi trabajo hasta que escuche como se abrió la puerta de golpe, y con la misma velocidad se volvió a cerrar. Me giré confundida mirando al peliblanco que estaba de espaldas a mi con su frente pegada a su puerta y lo miré divertida-

Gaspar: Malditas brujas locas. -susurro con la respiración agitada-

Hermione: ¿Qué le pasa? -pregunté divertida-

Gaspar: ¿Qué les pasa a las brujas que trabajan en este lugar? -preguntó girandose a mi-

-El hombre caminó hasta su asiento y se dejó caer recargandose en la silla, cerró sus ojos y masajeo los costados de su frente con pesadez-

Gaspar: Tres brujas se me acaban de insinuar en mi recorrido hacía los de recursos de magos y brujas humanos. -dijo cansado-

Hermione: ¿Por eso está así? -pregunté confundida-

Gaspar: Casi me echo a correr para poder huir de esas cínicas. Pero la peor de todas fue esa tal Renegada o lo que sea.

Hermione: ¿Renneger? -pregunté con una ceja alzada-

Gaspar: Si, esa. Fue la más asquerosa, ni porque le dije eso no se detuvo. ¿Qué creen que van a conseguir portándose así? -rodó los ojos-

Hermione: No lo sé, pero es una falta de respeto hacía usted, y muy anti profesional. -dije con una mueca-

Gaspar: Gracias. Quería darles una patada a cada una, pero me contuve. A veces es tedioso ser el ministro y no poder patear a tus empleados. -bufo-

-Reí divertida al escucharlo decir eso. Sin duda sería una divertida escena. Ver al ministro pateando a Janet Renneger. Pagaría millones por verlo-

Gaspar: Aún así, ya acabo. -suspiro-

Hermione: Perdón si le han hecho pasar un mal momento, ministro.

Gaspar: ¿Por qué pide perdón? No, señorita Granger. Usted es la que menos debe pedir perdón en este lugar. -me miró serio- Es la única bruja decente que conozco.

Hermione: Gracias. -sonreí sonrojada-

-El hombre asintió, y una duda llego a mi cabeza-

Hermione: Ministro...

Gaspar: Gaspar.

Hermione: Disculpe, Gaspar.

Gaspar: ¿Si?

Hermione: ¿Usted tiene novia?

Gaspar: No. -dijo mirándome con una ceja alzada-

Hermione: Oh bueno, creí que si. Digo, por la forma en que hablo, parecía que trataba de darle su respeto a alguien.

Gaspar: Y se lo doy, ese alguien soy yo. -me miró- Pero no, no tengo novia, señorita Granger. Y si la tuviera, no sería una de esas asquerosas brujas insinuosas.

Hermione: ¿Cómo sería su pareja ideal? -pregunté divertida-

Gaspar: ¿Mi pareja ideal? No sé. Solo sé que no debe ser una de esas asquerosas. La mujer que quiera amar mi corazón debe ser noble, pura, divertida, inteligente y real. No esas brujas resbalosas que intentan tener algo de un solo rato.

Hermione: Suena a que es un hombre romántico. -sonreí dejando el tema de las hormonales-

Gaspar: Bueno, ya conoció a mis padres. Me encantaría tener una esposa como mi padre tiene a mi madre. Bailar juntos, alimentar a los animales juntos, leer poesía juntos e incluso caminar de la mano juntos debajo de una lluvia mientras el corazón de ambos bombea por la adrenalina y la serotonina que nuestras presencias nos causan. -sonrió-

Hermione: Es tierno. -sonreí encantada-

Gaspar: Gracias por pensar eso. Aunque de todas formas, no creo que eso llegue a pasar.

Hermione: ¿Por qué lo dice? -pregunté confundida al ver su sonrisa borrarse-

Gaspar: Por mi apellido. La mujer que quiera amarme debe estar completamente loca con solo saber que va a tomar el apellido Grindelwald por ser mi esposa. Eso significa que será señalada como yo, y hace falta una mujer verdaderamente valiente para atreverse a luchar con la frente en alto y con orgullo contra ese apellido en toda la sociedad.

Hermione: Sin duda es una gran responsabilidad. -dije entendiendo a lo que se refería- Pero apuesto a que el día en que conozca a esa mujer, ella con solo conocer su verdadero yo, quedará encantada que no le importara en lo absoluto ese simple apellido. -sonreí- Usted es un hombre maravilloso y sé que la mujer que este dispuesta a llevar el apellido Grindelwald, lo portara con orgullo, no por el hombre que ensucio ese apellido, sino por usted, quien lo limpio y se encargó de corregirlo con honor y sabiduría.

Gaspar: ¿En serio cree que pueda encontrar a esa mujer que este loca por querer portar el apellido de mi familia?

Hermione: Sé que la encontrará, Gaspar. -sonreí-

-El hombre asintió y me miró unos segundos-

Gaspar: ¿Y usted? ¿Cuál es su hombre ideal? -preguntó curioso-

-Sonreí divertida y encantada de querer dar mi respuesta. Sonreí mirando al peliblanco-

Hermione: Siempre soñé con tener un hombre inteligente, romántico, amable, divertido y único. Que me hiciera sentir todos los días que soy amada y querida. Que sea un hombre fiel y de respeto. -sonreí- Sé que es mucho para pedir, pero solo quiero una pareja que me ame y no tenga miedo de abrir su corazón de forma sincera.

Gaspar: Es usted una mujer muy linda y pura de sentimientos, señorita Granger. Confío plenamente en que cuando menos se dé cuenta, ya habrá conocido a esa persona ideal para usted.

Hermione: Gracias, Gaspar. -sonreí- Espero que también usted encuentre a esa chica valiente que ame con locura su corazón.

Gaspar: Entonces mientras esperamos debemos seguir trabajando.

Hermione: Es usted un gran ministro. -sonreí-

Gaspar: Gracias, lo sé.

-rodé los ojos divertida

Gaspar: A propósito, señorita Granger. Me he estado preguntando algo que ronda por mi mente desde que la nombre nueva jefa del Departamento de Seguridad Mágica.

Hermione: ¿Qué cosa? -pregunté alterada y hablé rápido- Por favor, no se arrepienta de su decisión. En serio sé que puedo hacer una excelente labor en el puesto y...

Gaspar: Señorita Granger, le aseguro que mi pregunta es lo opuesto a lo que se imagina. -sonrió-

Hermione: ¿Ah si? -pregunté confundida-.










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