INDIFERENTE Y ARROGANTE

C: 4 - DESPEDIDO

Ministerio de Magía-

Cormac: Vamos, una cita. Todavía que te estoy haciendo el favor de salir con alguien tan increíble y guapo como yo.

Hermione: ¿Qué parte de "NO", no entiendes?

Cormac: Deberías aprovechar la oportunidad que te estoy haciendo, Granger. -bufo-

Hermione: ¿Oportunidad? ¿A eso le llamas oportunidad? -pregunté sorprendida- Eres un patán.

Cormac: Y tú una sangre sucia que nadie de este maldito ministerio quiere. Lo único que quiero es hacerte un favor para que al menos algunos intenten verte con decencia.

Hermione: Si quisiera que me vieran con decencia definitivamente sería estando lejos de ti. -dije ofendida-

-quería llorar, sí, pero no le daría la satisfacción a este idiota. Y menos en público.

Porque si, al tonto de Cormac Mclaggen no sólo se le ocurrió "invitarme" a una cita con palabras para nada civilizadas, sino que también se le ocurrió hacerlo en voz alta y en medio de todos los empleados y colegas del ministerio de magia a plena luz del día.

¿Sentía vergüenza? Sí, me sentía estúpida por haber aceptado entrar con él al mismo tiempo-

Cormac: Te daré una buena noche que no olvidarás Granger. -sonrió horrible- Deja de hacerte la difícil.

Hermione: No me estoy haciendo la difícil, Mclaggen. Simplemente estoy rechazando tu "oferta" porque sé que no vales la pena.

-algunos de los empleados que estaban espectando el "show" murmuraron divertidos ante mi comentario, aunque sinceramente me hubiera encantado que nadie hubiera hecho nada y dejarme a mi solucionar las cosas-

Cormac: Estuviste con el idiota de Weasley, ¿cómo pudiste preferir a un pobretón como él y ahora que tienes la oportunidad en bandeja de plata de tener una noche conmigo, no lo aceptas? ¿Tan mal estas de tu cerebro o qué, tonta?

Hermione: El que está mal de su cerebro eres tu. -dije enojada- Das asco, ¿quién en su sano juicio quisiera algo contigo después de usar esas palabras? Además, tu mirada da asco y miedo.

Cormac: Solo estoy saboreando lo que podría comerme. -sonrió-

Hermione: ¡Eres un asco!

Cormac: Ya quisieras que te diera toda la noche, Granger. Este cuerpo podría ser tuyo si lo quisieras. -sonrió- Una noche es lo que te doy, puedo sacrificarme.

Hermione: Lo siento, Mclaggen. Pero soy una persona honrada y prefiero esperar mil años y quedarme soltera de por vida, a pensar siquiera en tener solo una noche contigo. Soy más de las mujeres que preferimos el matrimonio, la lealtad, el cariño y el amor mutuo. Algo que claramente no conoces.

Cormac: ¿A quién le importan esas muerdas? -preguntó divertido-

Hermione: ¿Podrías simplemente dejarme en paz? Tengo muchas cosas que hacer.

Cormac: ¡No hasta que me digas que si! -gritó agarrándome del brazo-

Hermione: Me lastimas. -dije adolorida-

-El hombre me apretaba con fuerza y rabia mientras me veía con enojo. Me dio mucho miedo al verlo así. Pero no fue hasta que vi una cabellera blanca detrás de él, fue que ese miedo se fue y sentí sorprendentemente una seguridad en mi interior-

X: ¿Qué pasa aquí? -preguntó esa voz temeraria y ronca qué, a pesar de las pocas horas de conocerla, sabía a quien pertenecía-

Hermione: Gaspar. -sonreí aliviada-