C: 8 - ALMUERZO

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Ministerio de Magía-

-Un nuevo día acababa de comenzar hace horas. El trabajo en el ministerio era un poco tedioso, siempre había mucho qué hacer, pero aún así era increíble.

Ahora mismo estaba con Angelina quien estaba aún sorprendida por mi asenso y sonrió mientras leía su expediente-

Angelina: Es que... aún no puedo creerlo. -me miró-

Hermione: Ni yo sé cómo paso todo esto, Angelina. -sonreí- Es una locura.

Angelina: Ni me lo digas. Al menos me alegra de que ya no tengas que soportar a la arpía de Janet Renneger. -rodó los ojos al decir el nombre-

Hermione: Créeme, es lo que más me alegra de todo esto. -suspire-

Angelina: Cuando se entero de tu ascenso se puso como loca. Incluso tiro el florero de Martha, la del correo de vociferadoras.

Hermione: Pero ella amaba su florero. -dije sorprendida-

Angelina: Lo sé, Laine la consoló y aunque logró arreglar el florero, Martha estaba triste. Y Janet lo único que hizo fue empezar a decirle a todo mundo que eras una traidora, que solo armaste ese gran escándalo e inventaste todo lo de Mclaggen para que lo corrieran y te quedaras con el puesto.

Hermione: Eso no es cierto. Todos aquí sabían la reputación de Mclaggen. ¿Cómo se le ocurre decir eso? -pregunté frustrada-

Angelina: Tranquila, todos lo sabemos. En la oficina ya todos por fin se dieron cuenta de lo loca que esta Renneger.

Hermione: Al menos ya conocieron su demencia. -rodé los ojos- Yo no pedí este puesto, y si se me dio la oportunidad era obvio que lo iba a aprovechar. Tengo tanto en mente que quiero hacer y...

Angelina: No sabes por dónde empezar. -sonrió divertida-

Hermione: Si. -suspire- Siento que esta vez las cosas van a ser diferentes. Que este nuevo ministro puede marcar la diferencia.

Angelina: ¿Gaspar Grindelwald, marcar la diferencia?

Hermione: Sé que suena loco por lo que dicen de él, pero en serio, es un buen hombre.

Angelina: Bueno, si tu lo dices debe ser cierto.

Hermione: Gracias por apoyarme. -sonreí-

Angelina: De nada, bueno, ya termine con estas firmas. ¿Estás segura que no quieres que te siga ayudando?

Hermione: No, gracias. Me alegra tener a alguien que siga con mi trabajo por los derechos de los no-humanos desfavorecidos, como los elfos domésticos. -sonreí- Gracias por esto.

Angelina: Para eso son las amigas. -sonrió- Vaya, ya es la hora del almuerzo. -miró su reloj-

Hermione: ¿Qué? -pregunté asustada-

Angelina: Apenas acaba de iniciar, pero aún así me sorprende cómo el tiempo paso tan rápido. -sonrió-

Hermione: No puede ser, debo irme. -dije agarrando mis cosas-

Angelina: ¿A dónde vas con tantas loncheras? -preguntó divertida-

Hermione: Le prometí a Gaspar almorzar con él así que traje un poco de todo para...

Angelina: Espera, ¿Gaspar? ¿No hablas de...

Hermione: Si, si hablo del ministro. Después te cuento, debo ir rápido antes de que se enoje, ya sabes que es serio y estricto.

-La chica asintió y después de despedirme de ella casi corrí hasta llegar a la oficina del primer ministro, donde al tocar la puerta un poco apresurada esta se abrió.

Al fondo y como siempre, pude ver al peliblanco con algunos cabellos rubios sentado detrás de su escritorio. Me veía enojado y apenas hizo una seña de que entrará, lo hice y la puerta se cerró detrás de mi-

Hermione: Perdón por la tardanza, yo me entretuve con tanto trabajo y Angelina estaba conmigo así que...

Gaspar: ¿Podría guardar silencio? -preguntó serio-

Hermione: Yo... si, disculpe.

Gaspar: ¿Qué dijimos sobre pedir perdón?

Hermione: Bueno, dijo sobre pedir "perdón", pero no dijo nada sobre disculparme. -sonreí divertida-

Gaspar: Tome asiento, señorita Granger. -suspiro rendido-

Hermione: Gracias. -sonreí- Ayer se me olvido preguntarle qué comida era su favorita así que prepare un poco de todo para no decepcionarlo.

-puse las loncheras sobre su escritorio y el hombre solo miró confundido-

Hermione: Son loncheras para...

Gaspar: Ya sé para qué sirven las loncheras, señorita Granger. Lo que me confunde es que, ¿preparo varios platillos, solo para que no me decepcionara de usted? -preguntó mirándome a los ojos-

Hermione: Yo... quiero causar una buena impresión en usted, y ahora que somos amigos no quiero que piense que solo pienso en mi, sino también en...

Gaspar: Es la primera vez que alguien me ha dicho algo como eso, señorita Granger. -dijo con una pequeña sonrisa que borro de inmediato-

-Sonreí al ver esa mini sonrisa. Era una linda sonrisa, encantadora de hecho, no entiendo cómo es que no sonríe nunca.

Aún así agarré la primera lonchera y la abrí sacando algunos trastes de comida frente al hombre el cual veía todo atentamente-

Gaspar: ¿Puedo ayudarla?

Hermione: Tranquilo, puedo sola.

Gaspar: Insisto en querer ayudarla. Ya ha hecho demasiado con preparar todo, guardarlos aquí y estarlos cargando hasta mi oficina. Déjeme al menos ser yo quien sirva.

-Yo asentí rendida y el hombre observó todos los trastes una vez saco todos de las loncheras, se agachó unos segundos y escuché como abría una gaveta de su escritorio, a los pocos segundos vi como saco dos platos.

De inmediato mi cerebro conecto, por Merlín, se me olvido traer los platos. ¿Cómo pude ser tan tonta?-

Hermione: Disculpe, soy una tonta, estaba tan apresurada y emocionada ayer que se me olvido empacar unos platos y...

Gaspar: De ahora en adelante le prohíbo decirse "tonta" y algún otro comentario ofensivo hacía su persona, ¿entendido? -me miró serio-

Hermione: Si, primer ministro. -dije cabizbaja-

Gaspar: Bien, entonces déjeme decirle que me alegra que olvidara los platos. Me hubiera dado vergüenza haber traído los míos desde casa para nada. -me miró-

Hermione: ¿Así que recordó que comeríamos juntos? -pregunté con una sonrisa-

Gaspar: Digamos que mi amigo me lo recordó, quien por cierto, también debe salir para comer algo.

-Yo lo miré confundida ya que al decir eso, lo hizo mirando un bolsillo superior de su camisa. Empezaba a creer que estaba loco, pero cuando lo vi meter su mano en el bolsillo y sacar una pequeña rama verde, quedé completamente perdida-

Gaspar: Vamos, ella no te va a comer. Es una amiga. -le hablo al pequeño palito- Come con nosotros, por favor.

Hermione: Bueno, creo que todos tenemos que hacer amigos de alguna y otra forma. -sonreí nerviosa mirando al hombre hablar con esa rama-.







INDIFERENTE Y ARROGANTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora