Antena Dorada.
Departamentos-Gaspar: Bien, Antena Dorada, aquí estamos. -sonrió estacionando el auto-
-Sonreí maravillada al ver esa sonrisa, definitivamente era increíble y jamás me cansaría de verlo de esa forma.
Gaspar apago el motor y salió del auto casi corriendo para venir y, como ya se estaba haciendo costumbre, abrir mi puerta.
Sonreí agradecida dándole mi mano para aceptar su ayuda, y una vez fuera de su auto negro, el bicolor cerró la puerta y se fue a la guantera. Me confundí un poco, así que lo seguí.
Cuando vi lo que sacaba del auto con ayuda de un hechizo de levitación, me sorprendí-
Hermione: Ministro, no... esa es mucha comida. -lo miré en shock-
Gaspar: Claro que no, señorita Granger. -sonrió- ¿Podría ayudarme a cerrar la guantera? Traigo manos llenas. -dijo divertido sin dejar de ver las grandes bolsas de comida-
-suspire rendida y asentí cerrando el compartimento de atrás, dejando su auto caminamos al interior del gran edificio blanco con antena dorada mágica en el techo-
Hermione: ¿Podrá subir todas las bolsas por las escaleras? -pregunté apenada-
-no me gustaba ver al ministro cargando una gran cantidad de comida por todas las escaleras de mi edificio, no quería ser una carga para él, ni siquiera cuando usaba magia-
Gaspar: Señorita Granger, realmente estoy bien. Sigamos caminando y cuando lleguemos a su departamento podré descansar.
Hermione: Si usted insiste. -suspire rendida-
-Y así empezamos a subir por todas las escaleras hasta llegar al último piso del edificio. En todo el trayecto iba diciendo lo mismo, "que era suficiente comida y no debió comprarlas", pero el ministro era un terco y solo decía que era la correcta.
Hasta llegar a la puerta con el número 13 gravado en la madera, saqué mi llave y abrí la puerta de mi departamento dándole paso al ministro para que por fin pudiera dejar esas bolsas en un lugar-
Hermione: Puede dejarlas en la mesa. Esta al frente. -dije mientras me quitaba el abrigo-
-deje las llaves en la mesita que tenía a lado de la entrada y, una vez volví a cerrar mi puerta, llegué hasta el hombre que estaba acomodando todas las bolsas en la mesa y sacando todo lo que había comprado.
Me di cuenta de que era una gran variedad de alimentos y bebidas, yo solo suspire rendida. Definitivamente el ministro quería hacer un esfuerzo para llevarse con los chicos-
Hermione: ¿Por qué compro tanta? -pregunté curiosa- Solo somos seis.
Gaspar: Es una orden para cada uno. -sonrió- Creí... Bueno, yo creí que debía ser un buen invitado así que compre lo necesario.
Hermione: Fue más de lo necesario, ministro. -lo miré fijamente-
-Era claro que la diferencia de altura era mucha, yo apenas le llegaba a los hombros, pero aún así, desde donde estaba podía verlo perfectamente a los ojos-
Gaspar: Creí que debía comprar lo suficiente. Al escuchar al señor Weasley hablar sobre la comida, me pareció buena idea.
Hermione: Ronald es un hambriento de primera, ministro. -sonreí divertida- Es casi como usted, o peor. Pero aún así...
Gaspar: Perdón por comprar de más. -suspiro cabizbajo- Yo... jamás me habían invitado a una noche de juegos.
Hermione: Ministro...
Gaspar: Perdón si me emocione. -me miró-
-Al ver esos ojos bicolores mirarme con pena, sentí literalmente un pinchazo en mi pecho. No sabía por qué, pero el ministro me había conmovido y me di cuenta de que no estaba pensando en él respecto a su decisión por las compras.
Así que, acunando su mandíbula con mis manos y, haciendo que el ministro se agachara un poco, lo vi a los ojos,-
Hermione: Es lindo saber que le emociona ser parte de mi grupo de amigos, ministro. -sonreí-
Gaspar: ¿No he echado a perder nada?
Hermione: No, descuide. Creo que esta será la primer noche en que todos quedaremos con el estómago lleno, y eso será gracias a usted.
Gaspar: ¿En verdad lo cree?
Hermione: Si. -sonreí- Incluso creo que después de esto, Ronald lo va a adorar. -dije divertida-
Gaspar: El objetivo de esta noche es hacer amigos, estoy feliz con eso. -sonrió-
-Asentí dejando su rostro del ministro y una vez que se volvió a reincorporar recto, sonó el timbre-
Hermione: Tal parece que los chicos están llegando. -sonreí- ¿Puede ir y abrirles la puerta? Quiero acomodar todo en la barra de la cocina, así tenemos espacio en la mesa.
Gaspar: Con gusto, señorita Granger. -sonrió emocionado-
-Y el hombre se fue casi disparado hacía la puerta, parecía un niño pequeño. Solo reí bajo mirando sus acciones y empecé a acomodar las bolsas de comida que Gaspar había traído en la barra de la cocina-
Harry: Señor ministro. -dijo la voz de mi mejor amigo azabache- Buenas noches. Un placer saber que acepto la invitación. -dijo amablemente-
-miré hacía la puerta y me di cuenta de que Harry había llegado junto a Ginny. El ministro solo le asintió con un poco de seriedad y le estrecho la mano a Harry-
Gaspar: Un placer verlo una vez más, señor Potter.
Harry: Gracias. Oh, ella es mi novia, Ginny. -sonrió señalando a la pelirroja-
Ginny: Un placer conocer por fin en persona al ministro de Londres. -sonrió- Soy Ginny Ginny Weasley.
Gaspar: ¿Weasley? ¿Igual que...
Ginny: Si, Ron Weasley. Somos hermanos, desgraciadamente.
-El ministro rió bajo y yo quede encantada al verlo romper esa máscara de hielo que tenía con las personas. Gaspar estaba sonriendo y riendo junto a mis mejores amigos, eso sin duda era una buena señal-
Gaspar: Es una mujer muy graciosa, señorita Weasley.
Ginny: Lo sé, es un don. -sonrió pasando al interior de mi departamento-
Ron: Espero que no lleguemos tarde. -dijo mi otro mejor amigo en un jadeo y sonriendo parado en el marco de la puerta-
-A su lado estaba Emily, quien también sonreía divertida y casi jadeante. Tal parece que esos dos habían corrido las escaleras nuevamente en unas carreras para saber quién ganaba... era típico de ambos-
Emily: Señor ministro. -sonrió sorprendida- Un placer verlo aquí. -estrecho su mano- Soy Emily Rosenbert. Soy de la...
Gaspar: La planta del Departamento de aurores. Lo sé. -sonrió- Después de la llegada de su acompañante y el señor Potter, me puse a leer un poco sobre esa planta. Leí su curriculum.
Emily: ¿Leyó mi curriculum? -preguntó nerviosa-
Gaspar: Gran bruja, por cierto. -sonrió- Es un placer tenerla en el ministerio.
Emily: Oh... Gracias, señor. -sonrió sorprendida-
-Gaspar solo asintió y dejo pasar a la pareja para poder cerrar la puerta. En ese momento vi como mi mejor amiga llego a mi con una sonrisa y un vino en mano.
Lo dejo en la barra y me miró sonriendo con picardia-
Ginny: ¿Qué hiciste para que el amargado, arrogante e indiferente ministro al que todos odian se comporte como un verdadero mago amable? -susurro divertida-.
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INDIFERENTE Y ARROGANTE
FanfictionNo importa lo que diga la gente de una persona, a veces simplemente debes atreverte a conocer a alguien por cuenta propia para saber quién es exactamente.