°Entre Dragónes y Torres°

°Entre Dragones y Torres ° Parte 21: Avy Jorrāelan Sueños de Dragón

°Entre Dragones y Torres °

Parte 21: Avy Jorrāelan Sueños de Dragón

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Los ojos de Aemond no podían dejar de ver su alrededor con asombro, las decoraciones eran tan bonitas y brillantes el sol las iluminaba con fuerza y en más de una ocasión juro que había visto destellos llenando el lugar como si de magia se tratará, vale que Aemond no conocía la magia pero su hermana Nyra le había contado tantas historias de Valyria y la magia en ella que estaba seguro que la reconocería dónde fuera, se sentía incómodo estando parado bajo el sol pero Aegon había dicho que debían estar en primera fila para ver a Nyra entrar su padre estaba desaparecido aunque no le sorprendía, el hombre nunca había demostrado interés en ellos, y su madre se encontraba hablando con mujeres viejas y hombres gordos y calvos que se acercaban a felicitarla puede que Aemond sea un niño pero no se perdía las miradas molestas y fastidiadas que trataba de ocultar cuando un nuevo Lord o Lady se acercaba a felicitarla por las próximas nupcias.

Tampoco se perdió la forma en que miraba a Aegon ni los golpes que este trataba de ocultar.

Cuando su hermano apareció en la guardería al lado de sir Harwin lleno de golpes y raspaduras Aemond se asusto pero pronto tanto el hombre como el niño lo clamaron diciendo que Aegon se había tropezado tratando de robar pasteles de limón antes de la ceremonia, Aemond no creyó esto y si la mirada desconfiada en el hombre era una señal el tampoco lo creía, pero decidió que era mejor no mencionarlo por el momento además Aemond pronto se distrajo con los regalos que sir Laenor les mandaba y que habían sido mandados a hacer especialmente para ellos y Aemond deseo ser más grande para poder usar el suyo en este día pero se conformó con un atuendo tradicional Targaryen, mientras se arreglaban juntos algunas sirvientas entraron y se congelaron al ver a Aegon junto a él y casi salieron huyendo, cuando Laenor regreso para saber si los regalos habían sido de su agrado Aemond notó como se llevaba por un momento a Aegon a un lado y le ponía algo sobre el rostro antes de dejarlos Laenor les dió un beso en la frente a cada uno y les dijo que los verían después de la ceremonia donde los harían compartir mesa con ellos y se fue con la promesa de llenarlos con muchos muchos postres que hizo feliz a los niños. Después que ambos hombres se fueron y una vez listos partieron al jardín donde su hermana ya esperaba junto a sus niñeras el único ausente era Daeron que había sido llevado desde unos días antes al cuarto de su sobrino Lucerys.

Lucerys.

Extrañaba mucho a su Lucerys, su gusano. Aún era pequeño para jugar pero el siempre estaba viendolo y le gustaba sostener su mano, era tan pequeñita, y el era tan gordito con sus mejillas sonrojadas y lleno de pequeños rizos chocolate, a Aemond le gustaba cuando su sobrino lo abrazaba sabía que era su favorito y siempre lo presumía porque Lucerys también era su favorito, Nyra decía que ambos eran tan tiernos juntos y bromeaba que cuando crecieran harían una buena pareja (lo que provocó un desmayo en sir Laenor y muchos gritos por parte del hombre) sir Harwin decía que ambos se verían bien juntos y que serían grandes caballeros, Helaena siempre decía que eran dos dragones atados ... Pero Hela siempre dice cosas raras, Aegon le decía que si Lucerys resultaba ser un Omega deberían casarse de mayores así como él y Jace harían lo que provocaba una pelea entre Sir Laenor y su hermano por Jace, Aemond aún no entendía mucho sobre las castas pero entendía que eran problemáticas, había visto a la gente ser cruel con su hermana mayor por ser una beta pero en cuanto se supo que era una Omega todos estaban tratandola como una diosa, Aemond amaba a su hermana y la consideraba una persona amable e increíble pero no entendía ¿Porque lo hacían?¿Porque fueron tan malos con Nyra antes de ser Omega?¿Acaso ser Beta era malo? Eso no podía ser Nyra no era mala ella era la mejor hermana contadora de historias del mundo y Aemond amaba cuando ella lo abrazaba y besaba su frente, amaba cuando sus ojos brillaban de orgullo cuando él o alguno de sus hermanos aprendía algo nuevo y amaba como dejaba que abrazara más que nadie a Lucerys, Aemond estaba muy seguro de que hermana era la mejor, además, Aemond también sabía que la mayoría de la gente en Westeros era beta así que no tendría sentido que fuera algo malo en ese caso todos serían malos.

A Aemond no le importaban las castas, lo que le importaba era que Lucerys jamás dejará de verlo como si fuera lo más increíble, el quería ser increíble para que Lucerys siempre lo mirara, sería tan fuerte como sir Harwin o tal vez tan inteligente como sir Laenor, quisas podría ser temerario como su tío Daemon era había escuchado muchas historias de él pero parecía que solo su recuerdo ponía triste a Nyra así que dejó de preguntar.
Cuando fuera grande Aemond sería como esos tres hombres y sería conocido como el Lord comandante más joven de la historia y los ojos de Lucerys jamás lo dejarían y el podría tomar su mano y robarle un beso mientras comían pasteles de limón, y juntos volarían sobre sus dragones y tendrían aventuras y jamás se separarían.

Ese era el sueño de Aemond y su más grande anheló.

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Helaena noto el rostro sonrojado y la sonrisa tonta de su hermano menor y no pudo evitar sonreír.

- Dragones de verde y torres de negro unidas sus almas sellan sus lazos.- murmuró viendo como su hermano se perdía en sus pensamientos.

Una mariposa voló a un lado de su cabeza sus alas verde perla la hicieron suspirar mientras recordaba su más grande anheló.

Muchos no recuerdan nada de cuando son bebés pero Helaena si, ella podía recordar la mayoría de sus sueños y recuerdos infantiles con gran precisión, y había uno en especial el que amaba soñar.
En el se veía a si misma volando suavemente por el cielo, su cuerpo es enorme y pesado con alas gigantes y escamas de grises y azules tan brillantes como el mismo cielo y es cuando sabe que está en el cuerpo de Dreamfyre surcando los cielos lejos del mal del mundo y ella sonreía y reía y volaba feliz... Entonces un rugido rompía el tranquilo silencio y de entre las espesas nubes rompiendo el viento otro dragón aparece rugiendo pero no de furia es un rugido que invita, el nuevo dragón comienza a rodearla y juntos vuelan se persiguen, juegan... Danzan, no importa lo que hagan ellos son simplemente felices. El otro dragón es igual de grande que ella pero sus escamas son verdes sus alas y cuernos son de color perla y su mirada oscura y violacea son tan profundos que la atraen, un tercer rugido la hace vibrar y tanto ella como el dragón verde descienden rápidamente hasta una montaña amplia y de forma familiar en una de sus playas oculto entre la maleza rocas y una enorme cueva hay un tercer dragón pese a estar acostado es enorme eh imponente y se mantiene de forma protectora sobre un nido, el dragón verde aterriza primero y Helaena/Dreamfyre observa como es envuelta por una gigantesca ala gris de manera protectora el breve movimiento le permite ver tres huevos acurrucados en el nido los dos dragones la miran y la invitan a unirse. Casi siempre es igual pero hay días en los que no están solo en la playa, a veces están recostados dentro de una cueva a veces volando y ella quiere ir con ellos, anhela siempre tener esos sueños porque así puede estar cerca de ellos, añora el poder estar unida a esos dragones, a esas dos almas que sin saberlo ya le pertenecen.

Helaena sabe que Baela es su compañera si, pero no es su destinada, su destinada llegará en el momento correspondiente y al igual que en sus sueños danzarán juntas, ya sea como humanas o como dragones.

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