°Entre Dragónes y Torres ° Parte 28: Otto Hightower

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°Entre Dragónes y Torres °

Parte 28: Otto Hightower

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Años atrás

El reino celebraba el aniversario de los reyes, se había organizado una cacería y un festival de justas en honor a ellos, por lo que ahora la corte entera se encontraba entre los bosques de Kingslanding riendo y festejando a sus monarcas habían instalado carpas en un prado enorme y bien iluminado incluso se había dispuesto una pequeña plataforma para que la gente bailará, la música sonaba alto y los juegos no paraban el rey brindaba con cualquiera que se le acercara y está vez la reina lucía un saludable semblante en su embarazo, tanto así que muchos consideraron que este pequeño sería el milagroso heredero de sus padres. Muchos nobles de diversas casas se acercaban a dar sus bendiciones a los reyes pero ignoraban completamente a la joven princesa quien en un momento de la fiesta había huido y se mantenía escondida llorando.

Otto veía con el ceño fruncido como el rey reía y bebía hasta llegar a lo ridículo a veces sacaba a Aemma a bailar pero para cualquier observador era obvio que la reina forzaba sus sonrisas, sus ojos por otro lado no dejaban de moverse por el salón buscando algo... o más bien a alguien. Fue cuando su hija llegó rascando sus uñas de manera nerviosa que Otto noto la ausencia de la princesa, pero aparte de él, Aemma, su hija y el maldito de Daemon, nadie ni siquiera el rey parecía estar preocupado o incluso extrañado por la falta de la niña. Nuevamente ese sentimiento incómodo de protección hacia ella surgió y mezclándose entre otros Lores para hablar comenzó a moverse hacia la carpa de la reina quien parecía tratar de escapar de sus damas.

Así que se acercó a salvarla.

- Mi reina ¿Me concedería la siguiente pieza?

Si bien las cosas habían cambiado y a Aemma le molestaba en lo que se había convertido su viejo amigo de la infancia eso no significaba que no extrañara su tiempo juntos. Además ya estaba harta de todas estas damas convenencieras.

- Será un placer mi Lord.

Mientras se dirigían a la pista de baila Aemma noto que Otto la guiaba con una delicadeza curiosa para ella, ni siquiera su esposo la trataba con tal cuidado, su mano callosa se envolvía tan suavemente con la de ella casi pareciendo encajar, el la giró para quedar de frente y envolvió con un brazo su cintura, se miraron un momento mientras la música empezaba a sonar.
El hizo el primer movimiento comenzando a guiarla y deslizarla con cuidado por la pista evitando que otros se les acercarán y sosteniendo su peso contra él, su corazón latía tan rápido que creía saldría de su pecho al sentir la cercanía con él hombre quien una vez fuera su amigo y ahora era un completo extraño.

Otto por otro lado se sentía en el cielo, teniendo excusa del baile podía sujetar a Aemma contra su cuerpo ambos encajando perfectamente el uno con el otro su mano sujeto su cintura gruesa y tuvo que contenerse para no tocar su vientre como tanto deseaba. La miro a los ojos perdiéndose un momento en ellos antes de recordar lo que había ido a hacer.

- Mis disculpas por el atrevimiento majestad pero... no pude evitar notar que la princesa no está a la vista

Los ojos de Aemma se llenaron de preocupación antes de soltar un suspiro resignado

- Veo que no fui la única mi Lord, le agradezco la preocupación pero ella debe estar bien.- respondió con la misma frase que Viserys le dijo cuando ella exclamó su preocupación, aunque de manera insegura.

"Es necia y de seguro anda haciendo berrinches porque lady Alicent no le hace caso, seguro fue a jugar por ahí ya sabes lo traviesa que es "

Su esposo está rojo por el vino y más feliz al escuchar como otros señores de la corte lo felicitaban por su próximo hijo, como si no pudiera ver o escuchar lo que estos mismo Lores hablaban de ella y de su propia hija.

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