Daniela sigue llorando.—No puedo seguir guardando esto dentro de mí.—Dice entre sollozos.—Me siento tan culpable por todo lo que pasó. Me resulta imposible dejar de pensar que podría haber hecho algo para evitarlo.— No estoy acostumbrada a ver a Daniela así de destrozada. La he conocido siendo una persona que pasa de todo sin preocuparse por nada.
Me duele pensar que se haya guardado todo esto durante tanto tiempo. Al parecer no somos tan diferentes ella y yo. Sin pensármelo dos veces y guiándome por mi corazón, la envuelvo en un cálido abrazo. Daniela me corresponde inmediatamente. Me envuelve con sus brazos, conectado mi cuerpo con el suyo. Somos dos piezas de puzzle que encajan a la perfección.—Puedes contarme lo que pasó. Solo quiero que sepas que voy a estar aquí para lo que sea.
Ella rompe el abrazo. Observo como se seca las lágrimas y suspira.—No creo que sea una historia muy bonita para escuchar.—Le cojo la mano y la miro a los ojos mostrándole todo mi apoyo.—Está bien.—Dice después de pensárselo.
Hace 5 años...
Daniela
Mis amigas ya están muy emocionadas por la fiesta de esta noche.—Dani, recuerda que hoy quedamos en casa de Gea.—Me recuerda mi mejor amiga con una sonrisa antes de partir a su casa. Observo como desaparece en la distancia. El uniforme le queda perfecto. Suspiro y cierro los ojos. ¿Cuándo voy a tener el valor de confesarle que me gusta?
Mi chofer ya me está esperando en la puerta del instituto. Al ser uno privado, cada alumno tiene una plaza de párquing reservada.—Buenos días, señorita Martínez.—Dice Alejandro abriéndome la puerta del auto.—¿Cómo le fue el día?.—Le doy mi mochila mientras entro al coche.
—Normal.—Le digo sin más.— Un día sin nada que destacar.—Alejandro cierra la puerta y sube al auto.—¿Has informado a mis padres los planes que tengo para hoy?— La cara que pone al escuchar eso no me transmite mucha confianza.
—Señorita, sus padres me han pedido que le recuerde que esta noche es el concierto de su hermana.—Es verdad, se me olvidaba.—Debe de asistir. La voy a dejar en su casa para que pueda ir arreglándose.—¿Qué voy a hacer con la fiesta?—Su hermana vendrá a recogerla más tarde para ir juntas.
Cruzo los brazos indignada. Es el tercer concierto que tengo que asistir este mes. No me quejo, mi hermana es un prodigio tocando el violín, pero tengo derecho a salir con mis amigas, tengo 15 años por dios, si no disfruto ahora ¿Cuándo lo voy a hacer?
Llegamos a casa sobre las 6 de la tarde. Como era de esperar, no hay nadie. Voy directamente a mi habitación. Permanezco tumbada en mi cama hasta las 9 de la noche. No he hecho nada productivo en toda la tarde. Sigo ofuscada. Mi plan de hoy se ha ido al garete. No quiero desaprovechar esta oportunidad. Necesito decirle a Valentina como me siento.—¿Dani?—Oigo a mi hermana llamar.
Me levanto de la cama rápidamente, no quiero que vea que no he avanzado nada desde que Alejandro me ha dejado en casa.— Un segundo Lau.—Le digo a mi hermana. Empiezo a buscar que ponerme en el armario.
Oigo como Laura hace caso omiso a lo que le he dicho y entra en la habitación.—¿Por qué vas aún con el uniforme del instituto?—Pregunta ella mientras se sienta en la cama observándome.—¿Alejandro no te avisó que vendría a buscarte para ir juntas?
—Sí me avisó.—Empiezo a desvestirme una vez encuentro algo que me gusta.—No le hice caso.
Laura suspira.—Mamá y papá están en el conservatorio esperándonos. Ya sabías que hoy iba a ser un día importante para mí.—Veo como me observa atenta.—A ver cuéntame ¿Por qué estás tan ajetreada? Te conozco como la palma de mi mano, algo definitivamente te pasa.
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Flores Bajo la Luna
Romansa*En edición* Lía nunca lo ha tenido fácil. Ha sido capaz de seguir adelante a pesar de muchas dificultades. Sin embargo, cuando Daniela Martínez, hija de los neurólogos más importantes del país, ingresa en su universidad, todo cambia. ¿Qué pasará co...