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Después de una conversación muy, pero muy incómoda y reveladora, en donde su padre trataba de darle algunos consejos de conquista y su madre le explicaba como prepararse para el sexo, así como también lo asesoró en lubricantes, condones y hasta ju...

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Después de una conversación muy, pero muy incómoda y reveladora, en donde su padre trataba de darle algunos consejos de conquista y su madre le explicaba como prepararse para el sexo, así como también lo asesoró en lubricantes, condones y hasta juguetes, así como también una muy detallada explicación sobre como hacer una buena felación*, los echó de la habitación. Ya había tenido suficiente charla sobre sexo y consejos amorosos.

Sin embargo, no sabía como proceder. Estaba decidido a declararse, de eso no había discusión, pero no sabía como abordar el tema con Izuku. Todos lo hacen parecer fácil, pero no es lo mismo decirlo que hacerlo y aún más si se trataba de tener que expresarse, algo que se le daba fatal. No quería algo de película, pero tampoco quería que fuera una mierda, tenía que ser algo del agrado de ambos.

Podía pedirle ayuda a alguno de los amigos del pecoso, aunque dudaba que lo ayudasen y que él fuera a pedirles algo, en especial a Todoroki. También podía hablar con algunas de las chicas, se supone que ellas saben más de esas cursilerías, pero para su mala suerte no era particularmente cercano a ninguna de ellas, solo había salido con Mina y Jiro un par de veces con sus amigos, pero solo eso. En estos momentos maldecía tener un carácter de mierda a pesar de que sabía que ninguna de ellas se iba a negar a ayudarlo, bueno, tal vez Uraraka sí, pero el resto no.

Acercarse a Deku era la idea más favorable hasta ahora, pero tenía que hacerlo ver casual y no forzado. Aunque tampoco sabía como sacarle tema de conversación, usualmente es Izuku quien comienza las charlas. Tenía el castigo para intentar hablar con él, sin embargo de solo pensarlo se ponía nervioso y se le subían los colores a la cara, no era lo mismo hablar con sus amigos que con el chico que te gusta.

Esa noche por primera vez en la semana durmió tranquilo. Al parecer decir lo que sentía en voz alta hizo que su mente se calmara un poco, aunque de igual manera se durmió demasiado tarde por estar pensando, pero no le importó mucho porque al otro día era domingo y podía dormir hasta el mediodía. A pesar de haber dormido bien, se levantó de muy mal humor y con dolor de cabeza por haber llorado demasiado tiempo para su gusto.

—Quita esa cara y come tu desayuno —ordenó su madre al ver que únicamente le daba vueltas a su comida.

—No me estés dando órdenes —sin embargo, le hizo caso comenzando a comer.

Masaru sonrió complacido, su hijo había vuelto a ser el mismo salvaje de siempre. No obstante, no podía negar que le preocupaba la vida amorosa del menor. Lo poco que le explicó sobre su relación con Izuku daba a entender lo complicado que era para él siquiera entablar una amistad decente. No quería presionarlo indagando más de lo que le confió.

Katsuki no pasó mucho tiempo en la casa de sus padres, debía volver antes de la tarde para seguir con el castigo. Para su buena suerte, aún tenía que limpiar sin la ayuda de Deku. Eso le facilitaría el poder practicar como hablarle cómodamente y de temas triviales, obviamente también le pedirá ayuda a ese trio de idiotas sobre como hacerlo. Tal vez también a alguna de las chicas, pero tenía que ser alguien que no hiciera tantas preguntas y solo accediera a ayudarlo.

Crisis Existencial • |DekuBaku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora