✨9✨

468 50 5
                                    

Solo esperaba que fuera una maldita broma lo que estaba viendo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Solo esperaba que fuera una maldita broma lo que estaba viendo. Había seguido a sus autoproclamados mejores amigos hasta el cuarto de Kirishima. Preguntó miles de veces por qué lo llevaban allí en vez de decirle lo que ocurría, pero no obtenía respuesta alguna, al menos no una que lo satisfaga, únicamente recibía un: confía en nosotros, o te haremos la vida más fácil e idioteces como esas.

En cuanto entraron a la habitación del pelirrojo quiso que la tierra lo tragase y lo escupiera en el medio del mar, y de ser posible que estuviera infestado de tiburones hambrientos. Obviamente quiso retirarse del lugar pero unas cintas lo detuvieron, además de que el dueño del lugar había cerrado la puerta con llave. Resignado, enfrentó a los seis pares de ojos que lo miraban expectantes. Todas las chicas de su curso, incluyendo a Uraraka, estaban sentadas esperando a que hablase.

Los colores se le subieron al rostro, pero aún así no abandonó su postura ruda. No iba a largar la primera palabra porque sabía que lo inundarían de preguntas. Aunque si bien una de sus ideas era pedirle ayuda a alguna de ellas, no esperaba que todas estuvieran interesadas en su vida amorosa y dispuestas a ayudarlo.

—Bien, cuéntanos lo que sientes sobre Midoriya —tomó la palabra Mina al ver que nadie se dignaba a hablar.

—¿Quién mierda dijo que se trataba de él? —Se defendió exaltado y con el rostro completamente rojo. ¿Tan obvio era?

Kaminari y Sero intentaron calmarlo dándole palmaditas en la espalda.

—Veras, el otro día Hagakure nos escuchó hablar —comenzó a explicar Kirishima—. Ella se lo comentó a Ashido, Ashido a Jiro, Jiro a Tsu-

—¡Ya entendí, idiota! —Le interrumpió aún más avergonzado. Ahora quería que la tierra lo tragase y lo escupiese pero esta vez en la boca de un volcán activo—. ¿Qué mierda quieren que les diga? Apenas me di cuenta —rodó los ojos, ya no tenía caso fingir.

Las chicas se miraron entre sí, era peor de lo que se imaginaban. Sabían de sobra que el cenizo era sumamente terco y que todo giraba a su alrededor, pero tampoco imaginaron que llegaría a ese extremo de ni siquiera pensar en sus sentimientos hacia los que le rodeaban.

Bakugo frunció el ceño al verlas compartir miradas, había leído por ahí que las mujeres pueden comunicarse entre ellas a través de sus ojos, pero ¿qué significaban esas miradas? Todas parecían pensar lo mismo, pero no lo compartían con él y eso lo desesperaba. Se suponía que estaban allí para ayudarlo, no para confundirlo más de lo que ya estaba.

—Quieres confesarle tus sentimientos a Midoriya, ¿verdad?—Katsuki asintió a la pregunta de Tsuyu, mientras sus amigos lo miraban ofendido por no decirles que había cambiado de opinión—. ¿Por qué no intentas cambiar un poco tu actitud hacia él? Eres demasiado violento a su alrededor, además de que siempre lo insultas y le gritas. Tal vez si lo haces, Midoriya no se espantará cuando te confieses. Aunque no puedo garantizarte que corresponda a tus sentimientos —puso un dedo en su mentón y se encogió de hombros.

Crisis Existencial • |DekuBaku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora