Hoseok se sentó en su coche y se quedó mirando a la casa de Jimin y Yoongi. Habían prometido que Taehyung no estaría ahí. Hoseok no pudo ver el coche del hombre por ningún lugar. Había mirado. No estaba preparado para enfrentarse a él todavía. Dudaba que lo volviera a ver.
Habían pasado un poco más de dos semanas desde que había salido de la casa de Taehyung. Había hecho un montón de examen de conciencia de ese momento y había llegado a la conclusión de que no tener a Taehyung en su vida era probablemente culpa suya. Había cometido tantos errores, que no podía contarlos todos.
El primer y más grande error era que estaba asumiendo que todo lo que él y Taehyung tendrían era una aventura de una noche. Se había ido de casa del hombre con ese pensamiento en mente, sin dar una idea de la posibilidad de que podrían tener una oportunidad más. Eso había sido un factor muy importante en cómo se habían desarrollado las cosas.
Su segundo error fue enojarse con Taehyung por haberle mentido. Después de pensar en su conversación -y que hubiera terminado con un montón de ideas- había llegado a la conclusión de que Taehyung realmente no le había mentido. Ni siquiera le había ocultado información.
Taehyung no tenía idea de quién era él realmente. Si la hubiera tenido, probablemente no habría salido con él en primer lugar. Era un poco extraño citarse con el hermano de la pareja de tu hermano... o algo así.
Su tercer error fue no dar a Taehyung la oportunidad de explicarle las cosas.
Por mucho que Hoseok todavía quisiera a Taehyung en su vida, sabía que había arruinado las cosas hasta más allá de la reparación. Sólo esperaba que pudiera ser educado cuando tropezaran el uno con el otro. Con Jimin y Yoongi juntos, Hoseok sabía que finalmente tendría que enfrentarse al hombre. Sólo esperaba que pudiera aplazarlo el tiempo suficiente para que su corazón fuera reparado.
Hoseok no quería ver a Taehyung, mientras su corazón aún estuviera roto. No creía que fuera capaz de mantenerlo unido, si lo hacía. Todo lo que tenía que hacer era pensar en Taehyung, y las lágrimas le quemaban los ojos. Verlo en persona, lo destruiría.
Con un suspiro de resignación, Hoseok salió de su coche y se dirigió hacia los escalones delanteros. Jimin y Yoongi lo habían convencido de que viniera a cenar. Querían compensar su parte en el lío con Taehyung. Prometieron que no invitarían a cualquiera de sus amigos o tratarían de emparejarlo con nadie. Hoseok los mantuvo en esa promesa.
—Hey, Hobi —dijo Yoongi cuando abrió la puerta.— Vamos, entra.
Hoseok entró en la casa, las manos en los bolsillos mientras miraba a su alrededor.
—Han hecho un poco de decoración desde que estuve aquí por última vez.
—Sí, Jimin dijo algo acerca de que el azul es un color relajante. Parece que lo necesito para relajarme después de un largo día de trabajo.— Yoongi se encogió de hombros.— Le dije que mi uniforme era lo suficientemente azul, pero no se lo tragó.