Hongjoong estaba ilusionandose del chico nuevo del colegio, catalogado como un heterosexual más. Él era un poco diferente por lo que llamaba su atención.
Un reto de la persona que más lo había lastimado le haría tratar de conquistarlo.
Lograría su o...
Ahí estábamos, tratando de darnos una despedida que no se concluía. De cierta manera era extraño quedarnos viendo con tensión.
Mi padre ya había vuelto de su trabajo y podía sentir su mirada desde la ventana del estudio pero no le tomé importancia.
En realidad... No quería separarme de Seonghwa, de alguna manera me hacía sentir tranquilo y el miedo que crecía dentro de mí por las amenazas de Gaeul iban desapareciendo cada vez que veía su rostro.
- El último bus salió hace cinco minutos - decía mi hermana parada en el marco de la puerta chupando una paleta.
Ambos nos quedábamos viendo extrañados para luego regresar a ver a mi hermana que señalaba el reloj que estaba colgado en la puerta.
Ya eran las once en punto.
- Si no llego a casa me van a matar - hablaba preocupado sacando su celular - Tendré que pedir un taxi... Dios! El tiempo pasó volando a tu lado.
- Que tierno - hablaba mi hermana sacándose la paleta de la boca - Si quieres puedes quedarte esta noche. Supongo que ahora eres de la familia - le sonreía - Cuñado.
- ¡Cállate! - le gritaba en un susurro mientras ella alzaba los hombros.
Estaba avergonzado. Mis mejillas ardían mientras ambos se reían, me sentía como un tonto.
- Bueno... Si insistes. Cuñada - me agarraba de la mano sorprendiéndome
- Solo no hagan eso frente a mí o vomitaré - nos hacía una seña para que entremos.
Mi mirada se concentraba en él para ver su reacción. Al final si pasó a mi casa olvidando por completo que en su casa estarían preocupados por él.
Llamó a sus padres para avisarles que se quedaría a dormir en la casa de un amigo.
La noche fue un poco larga, para mí buena suerte Yunho se había quedado junto a Mingi pero sus cosas aún estaban en mi habitación, cosa que sorprendió a Seonghwa.
Le conté muchas cosas sobre mi vida al igual que él, sentía un avance por parte de los dos.
Me dijo que me ayudaría a recuperar mi libreta aunque ya me estaba rindiendo porque sabía que no sería nada fácil.
Mientras conversábamos sobre Gaeul, ya que era el tema más candente mi padre golpeó la puerta para verificar si todo estaba bien. Era la primera vez que hacía algo como eso.
- Hongjoong, sabes que quiero respeto en esta casa - me miraba serio, como siempre - No quiero que cruces límites - todo lo que él decía se podía escuchar ya que la puerta estaba media abierta.
