Sweet home [MCYT Families]

Pumpkin Family

OH GOD voy a sufrir con este.

Ships mencionados

Jschlakity (Pumpkin Duo)
Quackbur
Karlity

ADVERTENCIAS

-Maltrato
-Llanto
-Mención de infidelidad
-Alcoholismo
-Intento de asesinato

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El muchacho mexicano esperaba pacientemente a su esposo sentado en el sofá de su hogar.

Eran las tres de la madrugada y no había ni señales de donde podía encontrarse.

No era la primera vez que algo así pasaba, era, de hecho, una situación recurrente en su familia.

Odiaba con su corazón la actitud de su esposo, pero estaba tan aferrado a su idea de que el cambiaría qué le dejaba pasar cada uno de sus errores.

Escuchó la puerta abrirse con agresividad y vio entrar a aquel hombre con una botella de alcohol en la mano, ¿era ese el presidente de Manberg? ¿Por el había rechazado a Wilbur Soot?

—Schlatt, ¿qué son estas horas de llegar cabron? Son las tres de la mañana y encima llegas borracho— el muchacho se levantó de su asiento para intentar hacerle frente al hombre.

No se esperó en lo absoluto el puño estrellándose en su mejilla.

—¿Me reclamas a mi? ¡No creas que no me enteré de que andas de ofrecido con ese tal Karl!— el presidente se veía enojado.

Quackity abrió los ojos sorprendido, ¿cómo se había enterado de Karl?

No lo malentiendan, el joven viajero era la única distracción qué tenía su mente desde que se había casado con Schlatt.

Karl atendía los golpes y lo llenaba de besos en sus mejillas, muchas palabras bonitas y cuidados.

Regresó a la realidad en cuanto vio al hombre acercarse y alzar la botella.

Un grito salió de su boca al sentir el vidrio enterrandose en su piel.

Las lágrimas caían de sus ojos mientras su marido se encargaba de encajar esos cristales de la manera más lenta posible, no podía ser peor ¿cierto?

No podía escuchar las palabras de su esposo, solo veía el suelo de su hogar volver a marcharse de su propia sangre, debería limpiar eso si no quería más problemas.

Otro golpe lo llevó de vuelta a donde estaba.

Empezando a repetirse demasiado sentía como cada parte de su cuerpo era lastimada.

Sus piernas sentían el peso de aquel hombre, sus brazos sentían los cristales incrustados, su cabeza sentía los puños de su esposo y su corazón sentía el odio y rencor de aquel que había jurado amarlo.

Al principio había sido hermoso, citas diarias, mañanas y noches llenas de amor, detalles llenos de cariño, cartas con hermosas palabras cuando estaban demasiado ocupados.

Después de la boda todo se había ido.

Aquellas palabras salían vacías, caricias dulces habían pasado a ser agrias, besos con sabores amargos y ácidos, toques desagradables, acciones en contra de su voluntad y cuando se dio cuenta le había costado sus alas.

Ese no era su Schlatt, era un tipo extraño qué había reemplazado al hombre del qué se había enamorado.

La botella con la que anteriormente había sido golpeado estaba olvidada justo al lado de él.

Quizás... Solo quizás podría tomarla.

Lo siguiente qué vio fue sangre, no era suya.

Un cuerpo cayó inerte al suelo, no era el suyo.

Corrió y corrió hasta donde su lastimado cuerpo le había permitido.

No supo en que momento se desmayó.

Despertó días después en una ravine subterránea iluminada con faroles.

La mirada preocupada de un rubio adolescente fue lo primero que vio.

Fue recibido con un cariño que tanto extrañaba, besos dulces y llenos de amor, caricias preocupadas y delicadas.

Wilbur lo llenó de amor y lo cuidó.

¿Era eso lo que se había perdido al rechazar al fundador de L'manberg? ¿Podría haber salvado sus alas si hubiese apoyado al joven castaño?

Todo se sentía como un sueño del qué nunca quería despertar.

Nunca lo despierten por favor.