CANCELADA
Todos dicen que Spreen es un mal padre, solo no se estan poniendo en el lugar de Spreen y sus miles de pensamientos.
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•Aclaraciones al final del capítulo uno.
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Chapter Five:Tilin and JuanaFlipa
Había terminado el día y las clases de espada. Ramón había resultado ser un prodigio en la espada pero su único defecto es que él tenía miedo de lastimar a Spreen, el argentino ya le había aclarado que unos pequeños cortes se curarán por sí solos y si se quedaban como cicatrices no había problema, en su cuerpo igualmente ya había muchas, emocionalmente y fisicamente.
—Resultaste ser bueno en la espada, en un par de años más estarás cerca de mi nivel—Spreen sonrió.
—Papá, ¿puedes contarme sobre tu vida amorosa?—Spreen estaba por negarse—¡Te juro que no volveré a avergonzarte! Porfis.
—Esta bien—Spreen suspiró—¿Qué quieres saber? No te pases de la raya.
—¿Quién fue tu primer pareja y la última?—Ramón sonrió.
—Mi primer pareja fue aquel chico llamado Conterstine, lo ame mucho pero por motivos de la vida nos separamos—Spreen suspiró nostálgico—Sus orejas de conejo eran suaves.
Ramón arrugó la nariz, aquel chico hizo que papi se ponga triste, no se lo perdonaría y se lo viera de frente.
—La última fue Shadoune—Spreen fue interrumpido por Ramón.
—¿No sería papá Fit?—Spreen se puso nervioso.
—Más adelante te lo explicaré pero por ahora digamos que fue Shadoune.
—¿Cómo era él?—Ramón admiraba a Shadoune, en el diário de su papá lo describía como alguién respetuoso y ¿caliente? No entendía a que se refería con eso.
—Ay Shadoune, era un hombre tan educado y majestuoso, era francés y lo molesté mucho por eso, terminamos siendo pareja—Spreen sonrió al recordar sus regalos—Tratábamos a Missa como si fuera nuestro hijo.
—Pero se nota que el señor Missa no te ve como un padre—dijo Ramón.
—¿Qué?
—Nada.
Ambos se miraron fijamente, Spreen con una mirada sospechosa y Ramón con un rostro nervioso. Todo se mantuvo en silencio hasta que Spreen dijo que iría a buscar comida dejando a Ramón solo sentado sobre aquel tronco, eran las 7:30 de la mañana y solo había dormido 6 horas.
Un chico con un liston rojo junto a una niña con lentes se acercaron.
—¡Ramón! Hace mucho que no te veía—dijo aquel chico de liston rojo.
