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sobre mi cama, tu camiseta envuelve mi cuerpo mientras lloro de forma incontenible, hace meses dejó de llevar tu aroma.
ni siquiera podría ser capaz de describirlo y el solo pensamiento me nubla la visión y más lágrimas corren de mis ojos.
no recuerdo tu voz, tu risa ni esas palabras qué caracterizaban tu léxico.
¿por qué tuviste que partir? ¿por qué sin aviso previo?
otro sollozo brota de mi. y es que, aunque supiera cuánto tiempo me quedaba a tu lado, no habría dolido ni un poquito menos.
tu nombre en las preguntas de nuestros conocidos hacen trizas mi frágil corazón. ¿no ven cuánto duele haberte perdido?
claro que no sé que es de ti, quizás nunca lo supe y solo ahora me duele.
lloro tanto cada noche, hasta amanecer hinchada o con dolor de cabeza, así la idea de pensar que has muerto me viene con más drama y me culpo menos por llorarte aún, después de tanto tiempo.

Historias cortas y otras no tantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora