➤𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟕.

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(𝐅𝐞𝐥𝐢𝐱, 𝟏𝟓 𝐚𝐧̃𝐨𝐬. 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐣𝐢𝐧, 𝟏𝟖.)

El rubio estaba ingresado en el hospital, era el quinto día de la semana prevista

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El rubio estaba ingresado en el hospital, era el quinto día de la semana prevista.

Cada vez estaba más delgado, parecía anoréxico. Sus pulmones no funcionaban bien, y su piel pálida lo hacía parecer muerto.

Pese a la condición en la que estaba, solo podía pensar en una cosa: Hyunjin. Extrañaba a Hyunjin. Extrañaba a Hyunjin con todas sus fuerzas, con toda su alma.

Le dolió, le dolió irse sin decir nada, sin hacerle saber al mayor que sería la última vez. Le dolió entregarse a él y después tener que abandonarlo.

Pero no había vuelta atrás, y sabía que su destino ya estaba escrito.

Pero a lo mejor no de la forma que se esperaba.

Por otro lado, Hyunjin se encontraba en su habitación tratando de contactar con Felix por su teléfono, pero no había ninguna respuesta

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Por otro lado, Hyunjin se encontraba en su habitación tratando de contactar con Felix por su teléfono, pero no había ninguna respuesta. Llevaba 5 días sin ver a Felix, pensando que este estaba molesto con él. Pero ya era demasiado extraño, por lo que decidió ir a la casa Lee, e ir a comprobar que su novio estaba en perfectas condiciones.

Se sorprendió cuando fue Jisung quien le abrió la puerta, la casa se escuchaba vacía y había cierta tensión.

—Hey, Sung, ¿está Felix en casa?— Dijo el pelinegro, estirando su cabeza para ver más allá del hombro del mayor.

—Lo siento, no está...— Dijo Jisung con cierta lástima, que rápidamente Hyunjin logró notar, por lo que entrecerró sus ojos. Y un suspiro de Jisung resonó.

—Mira, dejó esto para ti. Ahora mismo no puede verte, cariño.— Dijo entregándole un sobrecito.

—Bien, gracias, Sung.— Decidió no hacer preguntas al respecto, porque el mayor se veía demasiado tenso, y solo se fue.

Cuando llegó a su habitación nuevamente, abrió el sobre que contenía una carta hecha a mano de Lix. Decía lo siguiente:

"¡Hola, cariño! Supongo que Sunggie te dió esta carta porque fuiste a mi casa. Perdón por haberme ido de repente, mi amor. Quiero que sepas que te amo con todo lo que soy, y que jamás te dejaré de amar. En este momento, solo me queda una semana. Los doctores dijeron que necesito un trasplante de corazón, pero yo lo veo imposible. Sería mucha suerte si hubiera uno, pero no tengo esperanzas ya. Cada vez me encuentro peor, y el dolor se me incrementa aún más. Por eso, esta es mi despedida. Gracias por hacerme tan feliz. ¡Te amo, corazón!
Pequitas."

Hyunjin no derramó ni una lágrima, solo se quedó quieto. Estaba mentalizándose. Era una locura lo que se le estaba pasando por la cabeza, pero para él no había otra opción. Daría la vida por Felix, tal y como le dijo ese día que se peleó a puño limpio con ese bastardo que lo llamó perra.

Sabía que no podría vivir sin Felix, sabía que esa era su luz. Fue la persona que lo salvó, así que él haría lo mismo por él, incluso si su precio es su propia vida.

El pelinegro empezó a escribir una carta de vuelta a Lix, carta que le entregó después a Jisung para que se la diera a Lix.

Volvió a su casa, dejando la puerta un poco abierta, y se fue a su habitación.

Tomó aire, recapacitando en lo que estaba apunto de hacer.

Y sin más dilatación, tomó la cuchilla que prometió alguna vez nunca volver a tomar. Rajándose las venas, y estas derramando sangre por doquier.

Un poco aturdido por el dolor y el mareo, cuando sintió que sus ojos se iban a cerrar y que iba a ser su último suspiro, tanteó el suelo para agarrar el teléfono móvil, y marcó a emergencias.

—911, ¿cuál es su emergencia?—

—En 5 minutos habré cometido un suicidio. Estaré muerto, manden una ambulancia a la avenida ____, y comuníqueles que soy donante mi corazón a alguien que lo necesite. Soy mayor de edad, pueden hacerlo.— Y cortó la llamada, sin querer escuchar la respuesta de la otra línea.

Y sin más, sus ojos fueron cerrados, y cayó al suelo.

—¿Familiares de Lee Yongbok Felix?— Los mencionados giraron la cabeza rápidamente hacia la enfermera

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—¿Familiares de Lee Yongbok Felix?— Los mencionados giraron la cabeza rápidamente hacia la enfermera.

—Buenas noticias, por suerte encontramos un donante. ¿Desean hacer el transplante?— Minho sonrió ampliamente al escuchar esas palabras salir de Chaeryeong.

—¡Sí, sí, sí! Por favor, gracias a Dios. Haremos el transplante, a cualquier precio.— La señora Lee estaba arrodillada en el suelo llorando de la alegría, tomando la mano de Minho, quien solo miraba a su hermano mientras estos reían alegres por la noticia, cayéndoles alguna que otra lágrima.

Metieron a Felix en quirófano rápidamente. Y este cerró sus ojos por la anestesia previamente inyectada.

Largas horas de intervención pasaron, y la camilla Felix fue nuevamente establecida en la habitación 143

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Largas horas de intervención pasaron, y la camilla Felix fue nuevamente establecida en la habitación 143. Su madre fue la mujer más feliz al ver a su hijo vivo, no más tumor, no más lucha.
Minho solo sonreía orgulloso de su hermano pequeño, él era un campeón. Y Felix sonrió al verlos, abrazando a estos llorando de alegría.

Todo mereció la pena en ese instante.

No pago terapias

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No pago terapias.
El siguiente capítulo será el final.
Gracias por leer.

-☹︎-

𝐌𝐲 𝐡𝐞𝐚𝐫𝐭 𝐢𝐬 𝐲𝐨𝐮𝐫𝐬, 𝐟𝐫𝐞𝐜𝐤𝐥𝐞𝐬 𝐛𝐨𝐲.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora