(𝐅𝐞𝐥𝐢𝐱, 𝟖 𝐚𝐧̃𝐨𝐬. 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐣𝐢𝐧, 𝟏𝟐 𝐚𝐧̃𝐨𝐬)
Llegó la mañana del sábado. Los gritos de los señores Hwang se escuchaban hasta en la segunda planta, donde yacía Hyunjin durmiendo. Echó un suspiro, su día no podía empezar peor, después de todo.
Esperó a que los gritos terminaran, y escuchó un portazo de la puerta principal. Dedujo que era su madre la que se fue, así que simplemente bajó las escaleras para ir a saludar a su padre, al cual llevaba meses, diría que casi un año sin ver.
—Hola, papá.— Esbozó la mejor sonrisa que pudo, y se acercó a abrazar al adulto.
—Hijo mío, que grande estás, me haces sentir un viejo ya.— Los dos ríeron por el comentario y se estrecharon entre los brazos.
—¿Qué tal todo, cariño?— Los dos hombres se sentaron en un sofá, recordando en sus interiores los viejos tiempos, pues hace tiempo que no mantenían una conversación padre-hijo.
—Supongo que bien, dentro de lo que cabe, papá. Aunque me gustaría que estuvieras más tiempo por aquí.— El chico juntó sus labios haciendo una línea recta, mirando para abajo.
—Convivir con mamá es difícil, ¿no?—
—Papá, es muy difícil. No me gusta estar aquí, ella todavía no me comprende respecto a... eso. —El mayor entendió rápidamente que se refería a lo de su sexualidad.
—Lo sé, Hyunjin. Entiende que tu madre viene de otros tiempos, puede que aún le parezca raro todas esas "modalidades". Aún tiene que acostumbrarse, ¿vale?— Acariciaba el hombro de su hijo. Realmente se le veía mal.
—No lo estás entendiendo, papá. Incluso me prohibió ver a mi mejor amigo, que está en el hospital. Dijo que se merecía lo que le estaba pasando, por según ella, "incitarme a pecar".— Al adulto se le cambió la expresión literalmente. Se cuestionó como es que su propia esposa tenga pensamientos similares a esos sobre un simple niño.
—Realmente quiero verle, no es capricho, necesito verle, papá.— El niño buscó la mirada de su padre, el cual sintió un gran vuelco en su estómago, al observar detalladamente los ojos de su hijo, que estaban oscuros, no se veían con brillo, solo reflejaban dolor y anhelo. ¿Dónde se quedó su niño feliz y risueño? Al ver esa imágen, se lamentó de tener que dejarlo a cargo de su mamá. Pero no le quedaba otra, pues debido a sus horas de trabajo, la ley no dejaría que se lo quedase.
—Te llevaré al hospital a ver a ese chiquillo. Si mamá pregunta, le diremos que fuimos a comprar cosas para la cena, ¿está bien?—
—¿De verdad? — Su progenitor asintió—Sí. Sí, joder, sí. Por favor llévame a verlo. Gracias, papá, enserio.— El mencionadó sonrió plácidamente.
Iban subiendo por el ascensor hasta la 2da planta, dónde estaba la habitación de Felix. Hyunjin estaba ansioso por salir, quería salir y ver a su Lixie tan pronto como se pudiese. Antes de salir del ascensor, el menor se detuvo a hablar.
—Perdón por no pasar el día contigo, papá.— El padre hizo un ademán restándole importancia a lo que decía el menor.
Llegaron a la habitación, haciendo tocar la puerta, la cual abrió la señora Lee y tal y como vió a Hyunjin lo dejó pasar, dedicándole una sonrisa, e hizo una reverencia al hombre que venía con él, el cual dedujo que era padre del niño. Los adultos se quedaron fuera a conversar para conocerse y dejar un momento a los niños.
—¡Hey, Lixie!— El rubio levantó su cabeza, pero rápidamente la bajó y cruzó sus bracitos, formando un puchero. El pelinegro ya sabía la razón de ese gesto que hizo su mejor amigo, por lo que se acercó a la camilla y se sentó al lado del rubio, echándole un brazo por encima del hombro.
—¿Por qué no quisiste venir a verme ayer, Jin?— Volteó su cabecita, entrando en contacto visual con su mayor.
—Si que quise venir, siempre quiero verte, pequitas. Pero ayer no era posible. Tenía que estudiar muuuucho, muchísimo. —Maquinó una excusa realmente rápida, evidentemente no iba a decirle la verdad, sería demasiado insensible. Más para un niño pequeño.
—Te esperé toda la tarde, Hyung. Me quedé solito.— El mayor no pudo evitar sentirse culpable y mal por el pequeñajo.
—Perdón, pequitas, trataré de que no ocurra más, te lo prometo.—
—¿Lo cumplirás esta vez, Jinnie?—Hyunjin tomó una manita del australiano y la puso entre sus dos manos, acariciando esta.
—Trataré de hacerlo lo mejor que puedo, ¿confías en mí, peque?— Sonrió.
—Confío en ti.— Y soltó una risita, dándole al mayor un abrazo que estaba deseando. El más alto acarició los cabellos del otro.
Pasaron el día juntos, como recompensa del anterior. Se la pasaron dándose cariño, riendo, jugando a juegos tranquilos, coloreando... Se sentían correctos. Sus corazones se sentían bien y felices.
Cap feliz para recompensar los anteriores JWHDIQHDUQ
Siento que no tiene mucho sentido este episodio, pero en fin, son las 6 de la mañana y no voy a darle vueltas a la cabeza.
En el siguiente episodio, habrá un salto en el tiempo y ya habrán crecido.¡Gracias por leer! 💗
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𝐌𝐲 𝐡𝐞𝐚𝐫𝐭 𝐢𝐬 𝐲𝐨𝐮𝐫𝐬, 𝐟𝐫𝐞𝐜𝐤𝐥𝐞𝐬 𝐛𝐨𝐲.
FanficHwang Hyunjin no era un niño como otros. No había pasado una buena infancia, tenía problemas familiares, en el colegio... Él perdía más la esperanza cada que pasaban los días. No era muy feliz... hasta que llegó un pequeño rubito pecoso al barrio, d...