𝐌𝐲 𝐡𝐞𝐚𝐫𝐭 𝐢𝐬 𝐲𝐨𝐮𝐫𝐬, 𝐟𝐫𝐞𝐜𝐤𝐥𝐞𝐬 𝐛𝐨𝐲.

➤𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐.

(𝐅𝐞𝐥𝐢𝐱, 𝟔 𝐚𝐧̃𝐨𝐬. 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐣𝐢𝐧, 𝟏𝟎 𝐚𝐧̃𝐨𝐬.)

Hyunjin vió al pequeño australiano en el jardín que pertenecía a la casa de en frente. El australiano estaba jugando con unos vehículos de obra de juguete, echándole arena en el cucharón de una escavadora.
El coreano suspiró, intentando armarse de valor para hablarle. Él se volvió un poco más tímido y asocial por los comenrarios que le hacía su madre. Pero bueno, dejando lo negativo a un lado, mientras el coreano estaba recapacitando en si acercarse o no, el rubio acabó dando el paso primero.

—¡Hola, amigo! ¿Quieres jugar conmigo? Soy Lee Felix, mi nombre aquí es Yon... Yok-... —Al pequeño aún no le salía su nombre en coreano, por lo que Hyunjin soltó una pequeña risita, el rubio le pareció muy adorable.

—Está bien, Felix. Me gustaría jugar contigo. Me llamo Hwang Hyunjin.— Este pasó por la entrada de la valla y se arrodilló a un lado del rubio.

—¿Unjin?— Hwang volvió a soltar una carcajada por la pronunciación del menor, a lo que este respondió bajando su cabeza haciendo un puchero, pues él es muy orgulloso y se frustraba cuando no podía hacer algo bien. El mayor puso una mano en el cabello del pecoso y lo desordenó un poco.

—Hyunjin.— Aclaró.—Pero, ¿sabes qué? Si te cuesta todavía un poco, puedes acortarlo y llamarme Jin. —El pecoso asintió—

Después de eso, los dos niños se pusieron a jugar. Hyunjin se dió cuenta de que el menor era muy adorable; se percató de eso cuando este se vió muy preocupado, ya que vió varios rasguños que el mayor tenía en el antebrazo, por lo que le ofreció unas tiritas de Mickey
Mouse para ponérselas y jugaron a los doctores. Hyunjin realmente se lo pasó bien esa tarde, pese a que el rubio era mucho más pequeño que él, pero sentía que ese niño tenía muy buen corazón. Y tanto que lo tenía.

Ya estaba anocheciendo, por lo que Hyunjin decidió de que ya era hora de volver a casa. Habían estado la tarde entera jugando, hasta se metieron a la casa del más pequeño para jugar a una consola que tenía el hermano mayor del niño. Hyunjin olvidó por unas cuantas horas todo lo demás, cosa que agradecía.

—Hey, Lix, no podemos jugar más. Debo volver a casa.— Dijo dejando el control de la consola a un lado del suelo, y se levantó del cojín donde estaba sentado. Lix hizo lo mismo e hizo su característico puchero.

—Noooo, no quiero que te vayas, me estaba divirtiendo, ¿no puedes quedarte un ratito más? Porfiiii— Y puso ojos de cachorrito, cosa que casi siempre funcionaba para convencer a todo el mundo.

—Podemos jugar mañana si quieres, pero hoy no puedo más, ¿vale? Mi mamá me está esperando.— Sabía perfectamente que su madre no lo esperaba, pero que si llegaba tarde usaría eso como razón para regañarlo, y Hyunjin había tenido suficiente con la pelea de más temprano, así que solo recibió un asentimiento por parte del menor, que estaba cabizbajo.

Se despidió de la Señora Lee con una reverencia y fue rumbo a su casa, sin muchas ganas.

Cuando llegó, su madre no estaba, asi que supuso que esta había ido a algún sitio que a él no le incumbía, por lo tanto, fue a su habitación y escribió en su diario como de costumbre.

"30/08/2006, Miércoles. (20:38)
Querido diario, te dije antes que volvería a escribirte hoy. Felix y yo somos amigos ahora, y jugamos toda la tarde. También me presentó a su hermano mayor, Minho, que venía con su pareja, Jisung. Ambos son hombres, Felix me dijo que a él no le importaba mucho porque los dos se quieren y, según Felix, el amor lo es todo, sin importar que sea. Me gustaría que mi madre pensara de la misma forma que él, y tener su aceptación.
En fin, ya te habrás dado cuenta de que Lix parece ser muy buena persona, y es muy bonito, tanto en el interior como en el exterior. ¿Sabes qué? Me encantan sus pecas, parece que tiene una constelación que adorna su cara, son bonitas. Es el 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐜𝐚𝐬.
Mañana vuelvo a ver a Lix, estoy feliz de tener un amigo. Hasta mañana."

Volvió a colocar su diario en su lugar, y fue a la cocina a comer aunque sea un poco. Se moría de hambre, no comía desde hace dos días, debido a las frecuentes peleas con su madre. Estas le arrebataban el apetito, y su madre nisiquiera se daba cuenta de esto.
Después fue a dormir, emocionado porque sabía que mañana volvería a ver al chico de las pecas.

Este es un poco más extenso, espero que sea agradable <3
Creo que en el siguiente capítulo tendrán diferentes edades, ya que más o menos he contado como fue que se conocieron.
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¡Gracias por leer! 💗

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