Sálvame

Capítulo 13

POV Erick Walton

Lucia descaradamente hermosa, verla caminar tímidamente hacia mí me provocaba tomarla y besarla hasta que ese labial se le corriera, como alguien con una simple sudadera podía verse así, pero joder era Allison, todo en ella era perfecto.

Me puse en pies rápidamente mientras mis ojos escaneaban cada parte de su cuerpo.

—¿No traes cartera? —, fue lo único que fui capaz de decir.
—Ah, pensé que no era necesario, saldré con un maldito millonario—, desafío ella mirándome atentamente.

Sabrá esta mujer lo sensual que se ve cuando hecha su cabeza ligeramente a un lado al terminar alguna frase, claramente no.  Ella es la única que puede llamarme maldito millonario y hacer que mi verga crezca dentro de mis pantalones simplemente con esas dos palabras. Necesitare de todo mi autocontrol para no hacerla mía esta noche.

—Hugo nos espera abajo, andando—, ordené mientras daba la vuelta con una media sonrisa en mis labios, sabia que le enfurecía que le diera órdenes y este era mi nuevo lenguaje con ella.

Bajamos por el ascensor del edificio, aun no entendía porque Allison se iba a la esquina cada vez que lo utilizábamos. Nos adentramos al auto mientras ella saludaba animosamente a Hugo, por un momento sentí celos, al parecer en los últimos días habían empezado a llevarse bien a tal punto de Hugo preguntarme siempre por ella.

—¿A dónde señor? —, preguntó Hugo mirándome por el retrovisor.
—Hoy es viernes, vamos al bar Katana—, ordené.
—¿Al Katana? ¿No puede ser otro lugar? —, preguntó Allison nerviosa.
— No. Hay me reúno con algunos empleados de la oficina los viernes—, aclare.
—No deseo ir Erick—, expreso ella mirándome.
—Necesitas salir, llevas mas de un mes que no lo haces, te hará bien. — Intente calmarla.
—Entonces vamos a otro lugar, más calmado—, sugirió ella.
—Es por tu amigo, el niñato de la barra ¿verdad? —, interrogué.
—No. Pero, aunque te lo explicara no lo entenderías—, aseguro ella.

Después de esto ninguno de los dos emitió palabra alguna, hasta llegar al bar. Allison bajo antes de que le abriéramos la puerta rápidamente del vehículo hasta alejarse del auto. 

—¿Qué? —, dijo ella mirándome con obviedad.
—No piensas entrar—, terminó de decir ladeando la cabeza a un lado al ver que solo la miraba con determinó.

Camine hasta situarme de frente a ella, necesitaba establecer los límites de su conducta esta noche.  Así que extendí mi mano izquierda tomándola por su espalda baja para acercarla más a mí, y crear un ambiente de falsa intimidad.

—Solo lo diré una vez señorita Foster, no quiero escandalo esta noche—, le susurre mirándola a los ojos, podía notar como su respiración se tornaba más pesada cada vez que la tenía cerca.
—¿O si no? —, me desafío ella colocando ambas manos sobre mi pecho.
—sabrás el maldito psicópata narcisista de mierda que puedo llegar hacer cuando alguien desacata una orden mía—, sentencié para quitar ambas manos de mi pecho y obligarla a caminar para entrar al establecimiento.

Caminábamos dentro del lugar cuando vi a Frank hacerme seña a lo lejos. Le había contado la situación de Allison a Frank semanas atrás en la oficina luego de que este insistiera constantemente por saber sobre la identidad de Allison, sabía que quizás ya Meghan lo sabía debido a que Frank muchas veces podía comportarse como una vieja chismosa.

—Buenas noches—, salude. No había soltado la mano de Allison desde que entramos al lugar, no por miedo a que corriera a comprar su droga, ni tampoco porque fuera a la barra a encontrarse con su amigo, sino más bien porque me gustaba la forma que sentía al sostenerla y la manera en que encajaban nuestros dedos, como una contraseña perfecta.

—Frank, ella es Allison Foster. Allison él es el Sr. Frank Caflin, Ingeniero y Gerente de proyectos sostenibles de Walton & Walton —, anuncié.
—Es un placer señorita Foster—, respondió cortésmente Frank.
—Es un placer Sr. Caflin— contestó Allison tímida mientras extendía su mano y para sorpresa de ella Frank dejo un beso en su mano, el cual solo duro un santiamén, debido a mi intensa mirada sobre él. 

Claramente si él quería continuar vivo, lo mejor sería que la soltara. 

—Cariño, te necesitamos por aquí—, anunciaba Meghan quien había aparecido de la nada en nuestro alrededor.
—Ah, disculpas…—, indagó Meghan al ver a Allison a mi lado.
—Ella es Allison—, informé.
—¿La chica de tu departamento? —, preguntó Meghan asombrada.
—Disculpas, tuve que decírselo—, se excusó Frank al ver como lo miraba. Si ya Meghan lo sabía era claro que se lo diría a su asistente, y si su asistente lo sabía pues toda la compañía debía de saberlo.
—Allison, ¿porque no nos acompañas?, las chicas estamos por allá. Claro si al Sr. Walton no le molesta—, anunció Meghan.

Allison me miro esperando alguna respuesta de mi parte, y solo asentí con mi cabeza. No podía negarle relacionarse con más personas, al contrario, le haría bien.

POV Allison Foster
 

—Allison—, se asombró Nicholas al verme. Me había ofrecido para buscar algunas bebidas con la intención de acercarme a la barra y disculparme con Nicholas por lo de la última vez.
—Hola—, solo fui capaz de decir.
—Que haces aquí, pensé que tu custodio no te dejaría pisar este lugar de nuevo—, me dijo entre risa.
En ese momento señalé hasta el lugar donde se encontraba Erick con Frank.
—Ah—, emitió Nicholas.
—Es mi tutor legal por el momento, es la único que me mantiene fuera de una cárcel—, me sincere.
—Creo que quiere ser más que tu tutor—, anunció él.
—¿Qué?, nooo—, me defendí.
—¿Entonces porque no te ha quitado la mirada desde que viniste hasta aquí?. Esta celoso—, sugirió Nicholas.
—Créeme ese tipo no tiene corazón, es un completo idiota—, expliqué.
—Ok, si tú dices. Entonces no le molestara que yo te bese—, sentenció mientras me tomaba por el cuello para acercarme a él.

Mi corazón amenazaba con salir de mi pecho en ese momento dejándome totalmente paralizaba; pero no se en qué momento una mano se posó en mi cintura llevándome hacia atrás, hasta que vi la espalda de Erick delante de mí. Erick me había dejado detrás de él mientras le daba el frente a Nicholas. Ver aquel hombre tomarme como una pluma por la cintura hasta colocarme detrás de él, me había dejado desconcertada, ¿Qué estaba ocurriendo? 

—Le pones otro dedo encima y te quedaras sin mano—, amenazó Erick.
—De nada, Alli—, dijo Nicholas para darme un guiñó y darse la vuelta ignorando a Erick