Sálvame

Capítulo 18

POV Erick Walton

Entré al departamento y las luces se encontraban apagadas, al parecer el personal se había marchado y era entendible, el reloj marcaba las veinte de la noche.

El lugar solo se iluminaba cuando la luz de algún relámpago atravesaba el ventanal de la sala, pero decidí dejarlo así, me sentía cansado, solo vería a Allison un momento para irme a dormir luego de tomar un baño.

Abrí su habitación sutilmente no quería despertarla, pero todas las alarmas en mi cabeza se dispararon cuando vi la cama vacía, entre rápidamente para encontrarme con el cuerpo de Allison tendido en el piso.

Corrí hasta ella, estaba completamente mojada y su cuerpo temblaba. La sostuve en brazos para levantarla y dejarla sobre su cama, pero un bramido de dolor atravesó mis oídos.

—¿Qué te duele?, ¿Qué te duele? —, pregunté rápidamente.
—Erick…, Erick…. —, solo susurró.
—¿Allison que tienes? — indagué preocupado.
—Muero… siento que muero… — sollozó débilmente.

Escucharla decir esto solo me hacia sentir peor, como se supone que la ayudaría en estos momentos, que debía hacer por ella, mi corazón amenazaba con romperse al sentir su cuerpo temblar bruscamente y su temperatura corporal había empezado a aumentar, necesitaba ayuda.
Me puse en pies para sacar el móvil de mi pantalón debía comunicarme con la Sra. Osler, no debí de hacerle caso a Allison, debí contratar la maldita enfermera.

—¿Sr. Walton? —, escuché decir a las Sra. Osler del otro lado de la línea.
—Buenas noches Sra. Osler, disculpe la hora—, me excuse.
—Descuide, ¿todo bien con la señorita Foster? —, indagó la representante.
—Esta… ella… —, susurré mientras veía a Allison hecha un ovillo sobre su cama.
—¿Ella entró en la etapa de la abstinencia? ¿Intenta decirme eso Sr. Walton? —, inquirió la señora.
—Si—, respondí.
—¿Y cuáles síntomas presenta? —, preguntó.
—Sudoración, quizás porque su temperatura esta aumentando, no sé si es ansiedad, pero está temblando y algo le duele, se ha quejado. Ha susurrado cosas sin sentido—, detalle.
—Es normal. Puede ser que mañana amanezca peor, solo debe mantenerla calmada y que se alimente correctamente. Le recomiendo que se dé un baño, y que trate de mantener su cuerpo lo mas relajado posible. La paciente lo que más necesita en este momento es apoyo, no puede sentirse sola en el proceso. —, manifestó.
—De acuerdo. Gracias—, finalicé para colgar la llamada.

Me dirigí al baño para llenar la tina con agua caliente, no se cómo, pero le daría un baño a Allison. Me acerqué a ella para comprobar su temperatura nuevamente, pero me sorprendí a encontrarla con sus ojos abiertos.

—Eh llenado la tina, te daré un baño, ¿estás de acuerdo? —, indagué, no quería hacerla sentir incomoda. Pero ella asintió con su cabeza.

Allison llevaba una polera y un short deportivo, la senté sobre su cama mientras empezaba a retirar su polera, su piel era suave, delicada y estaba algo pálida; se removió al sentir el contacto de mis manos sobre su cintura para retirar la polera, pero no opuso resistencia.

No llevaba sostén, pero en estos momentos su fragilidad arrasaba dentro de mí a tal punto que no dada paso a pensamientos sicalípticos hacia ella. Poco a poco le fui retirando su short deportivo dejando al descubierto sus delicadas piernas hasta quedar solo con sus bragas.

La sostuve en brazo para entrar al baño y meterla en la tina, su cabello se hallaba pegado a su frente mojado debido a la fatiga que estaba experimentando. Intente soltarle la mano para buscar una toalla, pero Allison apretó la unión de nuestros manos débilmente.

—Quédate—, suplicó mientras una lagrima bajaba por su rostro.
—Solo buscare una toalla—, indiqué acariciando su rostro.
—Quiero que entres a la tina conmigo, por favor, me duele la espalda—, sollozó.

No sabia si tenia la fuerza suficiente para hacer esto, pero mis fuerzas no importaban cuando de ella se trataba.
Me quite la ropa rápidamente para entrar a la tina, me coloque detrás de ella mientras su espalda se pagaba a mi pecho, sentí su respiración relajarse y la abracé por la cintura con uno de mis brazos.

No pude más, hasta hay llegaba el Erick imponente que controlaba todo, Allison había llegado a mi vida para desencadenar mis más profundo sentimientos. Por más que intentara luchar era consciente de lo que estaba empezando a sentir por esta mujer, y verla sufrir de esta forma solo comprobaba lo que empezaba a sentir por ella.

—Te necesito—, susurró Allison, mientras dejaba caer su cabeza en mi pecho para encontrarse con mi mirada.

Ella me necesitaba, sus ojos me lo gritaban a pesar de encontrarse perdidos.

Bese su cabeza para esconder mi mirada,  no podía contenerme más, una lágrima salió de lo más profundo de mi ser, esto solo podía ser una cosa, amor, porque solo el amor podía doler así.

Tomé una de sus manos para dejar un beso en su palma pero vi algo que me llamó la atención, una cicatriz atravesaba su muñeca, y no era necesario preguntar qué era, la vida de Allison era difícil.

—Quiero que duermas en mi habitación está noche, necesito cuidarte—, expresé.
—Si—, respondió, entonces la abracé más fuerte.

Luego de sacar a Allison de la tina, ella insistió en colocarse su pijama, pero la cargué hasta mi habitación para dejarla en mi cama, la lluvia se escuchaba fuerte afuera, pero en estos momentos nada me importaba, no mientras tenía a Allison cerca de mi, dormir con ella, poder abrazarla y que sintiera que no estaba sola en este instante, demostrarle que me importa lo suficiente como para por un minuto olvidarme del maldito que soy.

La sentí pegarse más a mi, pero quería verla dormir antes de yo hacerlo, quería saber que estaba descansando de verdad, que se sentía lo suficientemente segura como para dejarse llevar por la tranquilidad que era capaz de brindarle en mis brazos, quería ser tantas cosas para ella que habia empezado a sentir miedo.

Pero lo único que me preguntaba cómo podía gustarme alguien que nisiquiera había besado aún. Todo me resultaba extraño.

Nota de la autora:
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